Capítulo 8

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Era otro día donde un licenciado explicaba los derechos penales en la presentación del PowerPoint. El caso del asesinato de una familia sus integrantes eran la pareja y uno de sus hijos, el sospechoso del principal era su otro hijo Horario. Al testificar el dice que un grupo de ladrones quisieron entrar a robar, sabiendo perfectamente donde su padre escondía el arma empleada que también no presentaba papeles de compra y de portación. Como intento de defensa dispara seis veces,  dos de ellas le llegan a su hermano menor, y una a su padre en el pecho, por otro los infiltrados trasladaban a la madre hacia la cocina le advierten si no le dan lo que exigen la mataran, ahí viene el error de Horario en vez de esperar la policía,  y tratar de negociar para ganar tiempo, lo que hizo fue irse ensima del líder y golpearlo. Los dos restantes apuñalan reiteradas veces a la mujer, causándole la muerte inmediata, los dos escapaban y el otro muere por causa de los golpes hacia la cabeza que le propinó. El acusado se les da seis años de prisión, sin salidas transitorias y con impedimento de pedir prisión domiciliaria en tres años.

—¿Cómo resolverian el caso con su punto de vista? —pregunto el hombre sentado ya desde su silla giratoria.

Observo que la joven del frente y el chico del costado levantaban la mano. Los restantes treinta en la sala de conferencia, no aportaban mucha informacion. Nick lleno cinco hojas con apuntes del tema. Su propia opinión era reservada.

—Fue por defensa propia, el trabajo del juez no fue bien ejecutado ¿Qué haría él en su situación? Porque no lo vería sólo esperar la ayuda de la policía —finalizó Emilia.

El licenciado de derechos fue inexpresivo, dando a entender que solo se llevó más por los sentimientos. Paso mirada a la lista de presentes, jugando a una especie de Tatetí con los nombres. Cuando finalmente supo a quien le tocaría alzó la voz.

—Nicolas Hernandez.

—¿Si? — respondió dudoso.

—Su opinión por favor — lo aún alzó y acomodo la lapicera a lado de la lista.

—Lo que opino es que se le prohibió la solicitud de prisión domiciliaria, por miedo a que la viole. Ese cargo es el principal a comparación de la denuncia de violencia de género de su ex novia, portación de arma blanca en vía pública y agregando el hecho que el delicuente y la víctima se conocían— tomó aire y continuó—. Aunque, uso el arma homicida por defender a su familia, no entiendo muy bien porque huyó de la escena, y actuó normal cuando se le informo lo sucedido. Claramente se debía declarar culpable para disminuir su condena.

La sonrisa del hombre brindaba lo satisfecho que se encontraba. A ver ido a tres universidades con la presentación del mismo caso y que ninguno le haya respondido así como lo hizo aquel chico, no sé como explicarlo era como la gloria.

—La hora, ya debemos terminar—grito el hombre de la fila dos.

Hizo un ademan para que se retirarán,  siguió con la vista aquel desubicado que le ordenó terminar con su clase. De esto no se olvidaría.
En el otro punto de vista, Maria compraba dos sándwiches de migas y una ensalada rusa. La futura arquitecta se puso en plan con su pareja de darse pequeños permitidos de comida. Aunque en realidad era imposible tenerlo a Cristian a su lado.
Saludo algunos compañeros a que se encontraba por el camino hacia la cafetería, sonreía como siempre hasta tenía ganas de joder a Nicolas con el escándalo en el teatro. Fue la primera en llegar, no le pareció raro que un chico muy parecido a su novio estaba abrazando a una chica de cabello dorado, tampoco la alarmó la punzada que sentía en el pecho.

Acomodo la bandeja plástica en la mesa, esperando con impaciencia que llegarán sus amigos.

—Hey, María aléjate de la mesa porque... —fingió vomitar lanzando papeles verdes ensima.

—Deja de joderme con eso Ricardo. ¿Quieres que te recuerde lo estúpido que te veías cuando te enseñaron como abrir un preservativo en la escuela?

Su amigo se sentó en silencio, avergonzado junto los papeles. Nick se comenzaba a cuestionar si eso le costaría una parte de su amistad con el rizado, pero aún así no le ofreció una disculpa.

—¡Súper! Sándwiches de jamón y queso —agarro el paquete, sacando la envoltura transparente—. Se que quiero bajar de peso, pero esto me tienta.

Si la joven María seguía en ese lugar les contaría lo sucedido y no quería ser el próximo Nicolas Hernandez contando problemas hasta a las palomas de la universidad. En otra circunstancia—más madurativa de acuerdo a su edad—, charlaria con su novio, pero no iba a ser capaz de decir la verdad en el asunto.

—Hola—saludo Cristian.

—Tengo que juntarme con Alejandra a planear algunas cosas—se retiró sin más, siendo extraño para los demás.

—¿Qué le dijiste Ricardo?

El rizado abrió los ojos, enojado se levantó y en silencio camino rápido hacia la puerta principal.

María Luisa Fernández retwitteo lo siguiente:

Capas necesite ese beso en la rodilla para comenzar a sentirme bien de nuevo.

—¡Ja! ¿Te enteraste que un chico le hizo un tema a Messi? O sea cuando uno para Di Maria, carajo.

¡Hoy es el cumpleaños  de Mariana Esquivel! ¡Felicitala!

—¡Mark deja de joderme la vida por favor! —exclamó Nick. Observo a Cristian que seguía rascándose la nuca—. Te quedaras pelado como Sampaoli.

—¿María esta enojada conmigo? No entiendo lo que sucedió, no hice nada. —Su amigo internamente rodeaba sus ojos por la típica frase, siguió con su atención a él—. Hoy tengo que ir al cumpleaños de Mariana y quería presentarsela.

Nick se acomodo rápidamente,  tenía un grandioso plan para hoy a la noche, que incluiría mucha pero mucha diversión para él, y obvio para Mariana.

—Yo soy todo un profesional en mujeres. Hablare con ella como lo haría un psicólogo de nivel a lo Ricardo —sonrió genuinamente.

Indirecta Recibida (PAUSADA)Where stories live. Discover now