Capítulo 19

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Hace unas horas corría un rumor en el grupo de WhatsApp de la pizzería, su jefe no daba respuesta y eso provocaba que los empleados estuviesen de los pelos. Nick caminaba de un lado para otro, había decidido tomarse toda una semana para no ir a la universidad y temía que el informante le contara aquello a su padre, que por el momento no se había comunicado con él.

—¿Y? ¿Alguna novedad? —Pregunto su amigo y compañero de departamento—. ¿Quieres que...?

—No—intervino rápidamente. Sorbió de la bombilla del mate, pero esta ya se había enfriado—. Solo es un rumor

Nadie quería confirmar que posiblemente el local cerraría por falta de pagos, el señor Soto últimamente se anduvo metiendo en juegos ilegales y solicitaba préstamos en distintos bancos. Estaba en grandes problemas.

—Se positivo, tu jefe es amigo de varios políticos.

Fueron pasando horas y nada más se supo del asunto. La esperanza era lo único que se perdía ¿no? En estos casos similares era la primera en abandonar la batalla.

—Es viernes. ¿Quieres salir?

Otra vez negó, ya el estudiante de psicología no sabía qué hacer. Se cuestionó la idea de que su carrera no le había enseñado que hacer realmente.

El timbre solo y corrió a apretar el botón para dejar pasar a los invitados. El más chico de los Hernández no se encontraba en esta realidad, miles de situaciones pasaban por allí arriba.

Objetivo: Sacar a Nick del departamento.

Obstáculo: Su tristeza y su pijama recién puesto.

...

Después de todo no se puede desperdiciar un viernes por la noche. El boliche explotaba de personas, este local festejaba sus cinco años de inauguración. Cada vez que sonaba una alarma, del techo caían grandes cantidades de espuma.

María iba por su cuarta Quilmes, hace días intentaba ahogar sus penas y esta oportunidad no la dejó escapar. La distancia con su ex novio seguía presente, en varias oportunidades lo llamaba borracha para reprocharle todo lo que le había perdonado, al día siguiente bastaba aguantar su resaca y un vacío intenso.

Su amiga le ofreció una botella y a Nick no le quedó otra que aceptar. Sujeto su celular, reviso el grupo y todo seguía como antes, bajo la barra de notificaciones y dejo escapar un suspiro. No entendía porque aún mantenía sus notificaciones activadas.

@Mar. Es ha twitteado lo siguiente:

Volando a través de esta espuma, volando a través de ti.

—Tierra llamando a Nicolás Ignacio Hernández—llamo Ricardo.

Cometió el peor error que puede hacer un ex en las redes sociales, haber retwitteado y respondido su tweet.

@Mar. Es Estot em la mismsituacpn. Buscamw en lps baños.

Ricardo golpeo su cara al leer la desastrosa ortografía del castaño. Él también necesitaba despejar su mente, toda la semana lo vivió estresado y angustiado, además de la universidad, se le agregaba su búsqueda por su doncella. Después de clases recurría a los últimos lugares que la había visto, pero su paradero era desconocido. Por alguna razón se preocupaba por ella, y cada vez que la tenía en su mente, se encontraba afectado.

—¡Mierda! —insulto. Otra vez aparecía esa opresión en su pecho, dio respiraciones cortas y luego se enderezo para hablar—. Voy a ir hacia afuera ¿se podrán cuidar solos, pedazos de inútiles? —pregunto Ricky, los tres asistieron—. No se pierdan—se terminó alejando.

María bailo cerca de Catalina y dio vueltas en el lugar con los brazos extendidos golpeando a un par de personas. Cata estaba súper bien, pero a la vez ocultaba sus problemas con su padre. Ahora vivía con una antigua amiga de la facultad y hacia lo posible para conseguir un trabajo. Recorrió con su mirada todo el boliche, todos esperaban el sonido de la alarma, el momento se acercaba.

Todos gritaron al ser mojado por la espuma, Cata como venía haciendo hace rato, tapo sus ojos con temor al que sea irritable el producto.

—¡Vamos! —festejo el chico—. Iré al baño encontrarme con alguien, n-no me molesten—dijo por ultima vez.

Maria dejo de girar y se detuvo en seco mareada. Observo a la hermana mayor de su amigo y sonrio. Llevo a su boca el pico de la botella y la bebio hasta el fondo, en sus ojos iban escapándose lágrimas que rehusó a secarse.

La música de fondo acompañaba su pena.

Cata la analizaba con atención, tenía una leve sospecha de lo que le estaba ocurriendo a la joven de trenzas.

—¿Penas de amor? —pregunto. La ex-rubia asintió mientras le pedía al cantinero otra bebida con mayor porcentaje de alcohol.

—Con mucho gusto, señorita.

Busco la mirada de María, pero la encontró recostando su cabeza en su mano, mientras giraba el vaso con la otra.

—Te juro que el amor no es lo mío, siempre termino ilusionándome mal. A veces quisiera que todas las buenas acciones que hice en el pasado, volvieran en forma positiva en mi vida—bebió del vaso y deposito sus ojos en Cata—. Se me nota mucho mi ilusión patética.

—Lamentablemente si—respondió con un nudo en su garganta.



 Buenas noches, beibis.

OTRO DIA CARGADO, PERO ACTUALIZANDO ESTO.

¿Que esperan para el siguiente capitulo? 

*SE TIRA ELLA MISMA UN ZAPATO PORQUE NO TIENE MUCHOS LECTORES*


Buenas vibras.


Indirecta Recibida (PAUSADA)Where stories live. Discover now