Capítulo 3- No todo lo es la sangre

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Aitana
La mañana de trabajo ha sido bastante dura, todo reuniones y con mil cosas en la cabeza.
Llego a casa y me tiro literalmente en el sofá.
Me dormiría y no me despertaría hasta mañana, pero le dije a Aiti que iría a verla y lo voy a cumplir, a ver si su padre no se ha enterado de nada más y sigue vivo

Cepeda
Ha venido la madre de Aitana a verla, Aitana la mía, mi hija.
Viaja mucho por trabajo, o simplemente por comprarse un bolso de marca en la tienda oficial, es así,  ha venido a ver a su hija pero mañana ya se va.

Suena el timbre y veo a Aitana por el telefonillo, abro sin preguntar y dejo la puerta de casa abierta para ir a la cocina corriendo a coger mi móvil que está soñando hace un rato.

Salgo cuando ya he colgado y veo a Aitana un poco cortada, joder, se me había olvidado que esta Paula.

-Aitana, hola, perdona te tendría que haber avisado
-No no, tranquilo, ya vendré mañana
-Quédate anda
-Bueno vale

Paula sale del salón con sus cosas

-¿Ya te vas?
-Ay si, es que tengo mañana el viaje y como la niña está bien
-Vale

Suena mi móvil y vuelvo a ir a cogerlo

Aitana
La madre de Aitana es espectacular, rubia platino, ojos azules, labios gorditos y buenos pechos, ademas es súper alta. Aiti se parece a ella, menos en los ojos que son de Luis y el pelo negro.
-Hola guapa, soy Paula, la madre de Aitana
-Encantanda, yo soy Aitana
-¿En serio, que coincidencias? Oye, ¿tú estuviste con Luis hace años?
-Si, ¿como lo sabes?
-Me suenas, hablaba siempre de una chica bajita y delgadita, con un flequillo que le volvía loco y bueno lo demás me lo callo
-¿Por que no funcionó lo vuestro?
-Estaba todo el día hablando de ti, y ahora entiendo por que mi hija se llama Aitana, te quería mucho Aitana, y por lo que veo te sigue queriendo, no a cualquiera le deja acercarse demasiado a Aiti, me tengo que ir, encantada de conocerte, de verdad
-Igualmente Paula, que vaya genial el viaje
-Gracias- se dan dos besos y se va

Entro al salón y veo a Aitana con cara de aburrida en el sofá
-Aiti alegra esa cara, he traído películas ñoñas, palomitas y chuches
-¿¡En serio!?

Me siento a su lado y me abraza como puede sin mover mucho la pierna
Luis entra al salón con mala cara

-Estoy hasta los cojones, tengo que irme a una reunión, ¿Aitana te importa quedarte con ella? No me gusta dejarla sola con la pierna así
-No no, claro que me quedo, tenemos plan
-Uy ya haciendo planes y os acabáis de conocer, miedo me dais
-Papá vete ya anda
-Ay chica vale vale, Aitana como si estuvieras en tu casa eh, coge lo que quieras
-Tranquilo Luis, que estaremos bien

Cepeda
Vuelvo a casa a las nueve y media, con dolor de cabeza y la cena del McDonald's
Al abrir la puerta solo oigo una película de fondo, dejo las llaves y la chaqueta en la entrada y paso al salón
No puedo explicar lo que siento al verlas así. Aiti sentada en el lado de cheslon con la pierna estirada y Aitana con la cabeza en sus piernas, mi hija con los dedos enredados en el pelo de Aitana y las dos dormidas profundamente. Ah y unos cuantos pañuelos usados a su alrededor.

Apago la tele y me acerco a despertarlas
Acaricio la mejilla de Aitana y abre los ojos poco a poco, sonríe de medio lado y se incorpora, Aiti al notar el movimiento se despierta también

-Hola papá
-Hola cariño, ¿ha estado bien la película no?
-No seas tonto papá, hemos visto una entera eh
-Y los pañuelos se tiran a la papelera coño, seréis guarras las dos tirarlos usados por el sofá

Los recojo y voy hacia la cocina

-Si que te has vuelto gruñón estos años

Me giro y la veo descalza delante mío, demasiado cerca diría yo

Que hable nuestra piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora