Capítulo 50- Hermanas

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Cepeda
Mis padres no tardan en llegar con Aitana y Marta, la pobre se va esta noche de luna de miel y quería vernos antes de irse, a la peque de momento no podrá ser

Nos han dicho que está mejor, que ya no necesita oxígeno y bebe bien los biberones y va cogiendo el pecho, si esto sigue así mañana la subirán a planta y en un par de días podremos irnos a casa

Pueden entrar a ver a los bebés por turnos y así lo vamos a hacer, poquito rato cada uno y sin cogerlos, es la Unidad de Cuidados Intensivos y es mejor no toquetearlos mucho, solo a nosotros, sus padres

Bajamos a la sala de espera y Aitana se queda fuera con mi madre y sus padres mientras yo entro con Aitana

Me agarra el brazo temblorosa mientras me lavo las manos tras hacerlo ella y la miro dándole un beso en la frente

-Cariño ya se que este sitio impone, pero India está bien, ya no lleva cables ni nada

Asiente y pasamos adentro

Es una sala no muy grande aunque con bastantes cunas e incubadoras del hospital Sant Joan de Deú de Barcelona

Hay muchos bebés muy críticos y muchas enfermeras y padres por todos lados, llevamos un día aquí y ya he visto a tres parejas llorar por la muerte de sus hijos, si, bebés, a mi tampoco me entra en la cabeza

Nos acercamos a la cuna de India donde pone su nombre y está con los ojitos abiertos pataleando un poco, nos ha salido espabilada

Le doy un besito en el moflete poniéndole el dedo índice en su manita para que me agarre y miro a Aiti que repite mi gesto con lágrimas en los ojos

Me mira y sonríe

-Es preciosa

No deja de mirarla y la toca con mucho mimo y cuidado

No me había parado hasta ahora en pensar en ella, en mi niña grande
En todo el miedo que habrá pasado por que le pasara algo a su hermana, en vernos así de mal, sobretodo a ella, a la que ya es como su madre
En lo que habrá llorado sin tener a su padre al lado esta noche, y joder, ya me empieza a reconcomer ese sentimiento de culpa, de duda, de si voy a estar a la altura no de una hija, sino de dos, de si no voy a decepcionar a Tana, y tengo miedo a que se sienta remplazada, aunque se que no lo hará

A los diez minutos salimos y entra Aitana con su padre, mi madre y la suya han ido a tomar un café

Aiti se sienta en una de las sillas de la sala de espera y suspira sacando todo lo que llevaba retenido

-¿Estas bien cariño?- me siento a su lado y se acomoda en mi pecho-
-Si, ahora si, estoy deseando poder achucharla
-Mañana, esperemos

Se encoge más sobre mis piernas y la abrazo con fuerza, siempre será mi pequeña, tenga los años que tenga, y tenga los hermanos que tenga

-Esta noche a venido Marc a dormir conmigo para que no estuviera sola
-Es un buen chico
-Si, lo es

Y por fin parece que abro los ojos del todo y veo con claridad la situación. Es una adolescente de casi 17 años experimentando, descubriendo que es el amor y a la vez descubriéndose a ella, y lo está haciendo con una persona que le da confianza, lo he notado en que salga a la calle sin rímel, cosa impensable para ella hace unos meses, en que le guste aún más su pelo y se deje de tonterías planchándoloselo tanto, no se, pequeños detalles que me recuerdan a mi y a la que ahora es mi mujer.
Estos días he podido ver que la quiere, que la respeta. Y es lo único que quiero para ella. Y simplemente aquí estaré para recoger los pedacitos de la primera ruptura si está llega, porque a todos nos han hecho daño alguna vez, y eso no es malo, eso te enseña cosas, te hace más fuerte, te ayuda a crecer.

Aitana sale con su padre que intenta ocultar alguna que otra lagrimilla que se le escapa de los ojos, nos mira con carita tierna y se sienta a mi lado, estiro mi otro brazo y la rodeo con el haciendo que así quedemos los tres juntos, abrazados
Porque 1+1 no son 2, en nuestro caso, 1+1 son 4




Unas horas más tarde, alguna que otra lagrimilla más tras conocer las abuelas a su nueva nieta, y el resto de la tarde pegados a nuestra niña subimos a la habitación a cenar

Aitana es un poco rarita con la comida y está harta, si, llevando solo un día y medio. Así que voy a casa a ducharme mientras ella le daba el pecho a la niña antes de salir de la sala y paso por una hamburguesería de camino al hospital

Aitana
Subo a la habitación y me cambio la horrible bata de hospital que sigo llevando por un pijama mío, si, de esos de Disney que tenía en casa de mis padres y de los que tanto se ríe Luis. Aunque se que en realidad le encantan

Esta vez es de Daisy, con la camiseta gris y el pantalón rosa

Me quito las lentillas y me pongo las gafas después de hacerme una coleta

Escucho la puerta y lo veo entrar con bolsas

-Dime que no es comida porque te juro que me caso
-Son hamburguesas, y por cierto, ya estás casada mi vida

Le salto encima y me coge dejando que me enroseque en él como un koala

Y no se cómo pero acabamos entre cosquillas y besos tirados en la cama y con las gafas hipersucias

-Ahora me las limpias tú listo
-Te limpio lo que quieras mi amor
-Que cariñoso estás tú hoy no
-Como para no, estoy sensiblon
-Esta siendo más duro de lo que pensábamos eh
-Pues si, cuando nos la den no la pienso soltar más
-Pobrecita
-Si claro, ya te gustaría a ti estar todo el día en mis brazos
-Pues si, para que te voy a mentir

Río y me abraza fuerte contra su pecho, inhalando el olor de mi pelo y dándome unos cuantos besos en la frente

-Marc estaba solo en casa y he dejado a Aiti que fuera a dormir con el
-¿En serio?
-Si, lo que hagan lo van a hacer igual allí por la noche que escondidos en un matojo por el día
-Pues tienes razón
-Eso si, le he metido en el bolsillo del chaquetón preservativos

Estallo a carcajadas y ríe también conmigo

-Eres de lo que no hay
-No te lo voy a negar, venga, toma tu hamburguesa que aún se te enfriará

Holi!!! Aquí tenéis otro capítulo... esto se va acabando y me da penita, haré un prólogo aunque aún queda algún capítulo antes... no se si haré Segunda parte. Primero quiero hacer otra que tengo en mente desde hace bastante y se que os va a gustar mucho, o eso espero jo...❤️

Que hable nuestra piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora