✨Starry night🌙

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Nathan se levantaría de repente, sentándose en la cama, y dejando salir un suspiro entrecortado, cosa que alarmaría un poco a Vincent, quien también se incorporaría junto a él.

-¿Estas bien? ¿te hice daño?- le preguntaría con dulzura.

-Estoy bien, no me hiciste daño tonto...- respondería el angelito en voz baja, sintiendo como algunas lágrimas empezaban a salir de sus ojos -Ah, mierda, perdón... estoy arruinado el momento-

-¡No no no!- se apresuraría Vincent, abrazándolo de manera protectora -Hey, es normal sentirse así, ademas, fue tu primera vez, no te preocupes- le diría dejándole besos en la frente.

El pequeño ángel se acomodaría entre los brazos del mayor, llorando en silencio, pero estremeciéndose un poco.

-Voy a prepararte un baño, ¿si? ¿eso te gustaría? No querrás dormir así- le diría con dulzura para poder tratar de calmar al contrario.

Nathan asentiría con la cabeza levemente, soltando un poco al demonio, quien se levantaría para ir al baño. -¡Espera!- llamaría la atención de Vincent antes de que se fuera.

-¿Si? ¿hay algo más?- preguntaría con interés el demonio.

-No me dejes solo, por favor, te lo suplico- admitiría con voz débil, mientras mas lagrimas corrían por su rostro.

-No tardaré nada, lo prometo- se acercaría para acariciarle una mejilla dulcemente.

-No quiero estar solo, por favor- insistiría Nathan.

Luego de pensar un momento, se agacharía un poco, dándole la espalda a Nathan -Entonces ven conmigo- le diría para que se subiera a su espalda.

Nathan, al ver aquello, se animaría un poco y reiría tierno, subiéndose a la espalda de Vincent y aferrándose al chico con fuerza para no caer.

Luego de llegar al baño, Vincent empezaría a llenar la bañera de agua tibia, justo como le había dicho Nathan, y le pondría gel de burbujas, el que tenia olor a manzana verde... Justo como le había dicho Nathan.

Cuando estuvo todo listo, Nathan bajo y se metió a la bañera, Vincent no se apartaría de su lado, y le ayudaría lavando su cabello para relajarlo, robándole algunos besitos de vez en cuando, haciendo al ángel reír.

-Entonces... ¿Cómo estuve?- le preguntaría Nathan con curiosidad.

-¿Tu? si estuviste fantástico, y fue tu primera vez eh- le respondería Vincent sin dudar.

-Vaya, ¿entonces podremos hacerlo de nuevo?- diría Nathan mientras terminaba de bañarse, saliendo de la bañera y secándose con una toalla.

-Claro cariño, si aún tengo muchas cosas que enseñarte- diría con un tono pícaro y juguetón, despeinándole el cabello al más pequeño.

-No te voy a mentir, eso suena interesante la verdad- Admitiría el ángel, riendo un poco, tomando al mayor de la mano como para que no se separara de él en el camino de regreso a su habitación.

Ambos chicos se acostarían, risueños y relajados, de nuevo en la cama, y ahora más unidos, abrazándose bajo las sábanas, donde ambos se sentían cómodos con el otro, y la luz de la luna brillaba sobre ellos como un tipo de protección.

You and I - terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora