La tarde siguiente asisto a un té con alguna de las damas seleccionadas por el príncipe mientras él se encontraba en una muestra de arte con algunas pocas. Después de estar lista para la cena que nos esperaba con la reina, salgo hacia el comedor donde se llevará a cabo la cena. Al llegar, me doy cuenta de que la decoración es elegante y sofisticada. La mesa está llena de velas y flores frescas. La reina está en el centro de la mesa y me saluda con una sonrisa amable.
—Hola, querida. ¿Cómo estás hoy? —me pregunta la reina mientras me siento a su lado.
—Su Majestad. Estoy bien, gracias por preguntar. La cena se ve espectacular —respondo.
—Me alegra que te guste. Y dime, ¿cómo te estás adaptando al palacio? ¿Te sientes cómoda aquí?
—Sí, la verdad es que sí. Aunque extraño un poco mi rutina diaria, me estoy adaptando bastante bien. Todos aquí han sido muy amables conmigo.
—Me alegra escuchar eso. Quiero que todas se sientan como en casa aquí —dice la reina con una sonrisa.
Luego, nos sirven la cena. Durante la cena, la reina me pregunta sobre mi vida y mis intereses. Le cuento sobre mi trabajo en la cafetería y cómo me encanta leer. También me pregunta sobre mi familia y cómo me siento de estar lejos de ellos.
—Extraño a mi familia, pero sé que están bien. Y además, estoy disfrutando de mi tiempo aquí —respondo.
—Me alegra escuchar eso. Tengo el presentimiento que pasarás mucho tiempo aquí y quiero que te sientas cómoda y feliz —dice la reina con una sonrisa dejándome con una expresión de sorpresa a mí y a todas las damas presentes.
La cena es deliciosa y la conversación es agradable. Me siento agradecida de tener esta oportunidad única de estar en el castillo y conocer a gente interesante. Después de la cena, me despido de la reina y me dirijo a mi habitación.
Por la mañana desayuno con Marcus y Jenny que pasan por mi habitación, evitando sutilmente que saliera de la habitación y me deja con una extraña sensación. En el transcurso del desayuno me doy cuenta la familiaridad que existe entre ambos aunque Jenny lo mira con algo más que cariño pero Marcus parece no darse cuenta de los sentimientos de ella.
El príncipe y Charlotte habían salieron temprano a cabalgar según nos informó su amigo descuidadamente, explicándonos porque se encontraba sumamente aburrido hoy. Mientras hablan de cosas del palacio y de personas que no conozco, comienzo a preparar mi maleta y cuando ellos se retiran de mi habitación, me preparo un baño. Hoy es el último día que tiene el príncipe para pasar tiempo con las damas antes de decidir cuál será su esposa antes de la coronación el próximo viernes. Después del baño relajante, me cambio tranquilamente con el pijama con intenciones de no moverme de la habitación hasta que llaman a mi puerta. Pensando que era Jenny abro la puerta contestando un mensaje de mi amiga que pasaría a verla un momento antes de volver para Arid mañana temprano. Escucho una voz más grave que la de Jenny carraspear, levantó la vista y se me corta la respiración al ver al príncipe.
—Buenas tardes.
—Uhmm... hola —mierda estaba demasiado nerviosa.
—Espero no molestarte.
—No, en absoluto, su alteza.
—He venido a invitarte a tomar el té —me mira tan fijo que quiero salir corriendo.
—Suena bien, necesito un momento para arreglarme —comienzo a cerrar la puerta.
—Aquí estaré.
Me cambio lo más rápido que puedo y decido ser más yo misma hoy, me pongo una falda blanca con una remera rosa claro. Me pregunto si seremos nosotros dos solamente. Salgo y Alex me está mirando fijo. Tiemblo cuando empieza a repasar de arriba abajo. Siento mis mejillas sonrojarse.
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El precio del silencio
RomanceEn un reino marcado por la opresión, Ayra se ve obligada a enfrentar la elección entre el silencio y la rebelión. Cuando una oportunidad inesperada la lleva al corazón del poder, se encuentra enredada en una red de secretos y ambiciones que amenazan...