// BEAUTY IS DANGEROUS, BUT INTELLIGENCE IS LETHAL \\
« Son seres seductores y mortíferos capaces de sembrar el miedo y el caos entre los hombres »
- No traicionaría a Scott por el Alfa. Le traicionaría por mi hermano.
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"I'm headed straight for the castle They wanna make me their queen And there's an old man sitting on the throne That's saying that I probably shouldn't be so mean"
"Caminaba decidida, sin prisa y haciendo resonar sus tacones sobre el frío suelo de Eichen House. Ya no le intimidaba aquel lugar, los primeros días un escalofrió recorría su espalda constantemente, finalmente acabo por acostumbrase a las sensaciones negativas que recibía de aquel lugar.
Al final del pasillo, en una de las últimas celdas la esperaba Elena, como cada jueves a las seis. Sentada en el medio de la habitación parecía estar dormida con los ojos cerrados.
Kayah se detuvo frente al resistente cristal que las separaba, espero hasta que la otra Lamia acabara sus minutos de meditación, según ella, lo única que la calmaba.
- Llegas tarde. - sonrió la mujer abriendo los ojos finalmente.
- El idiota de seguridad no quería dejarme pasar con los tacones. - explico señalando sus pies. - Decía que el tacón era demasiado fino y alguno de los pacientes podría intentar quitármelos para lastimarse o algo así. - bufó rodando los ojos. - Intento quitármelos.
- Ya veo que no lo consiguió.
- Obviamente, le dije que la única forma que tendría de poner una mano sobre mis zapatos era sobre mi frío cadáver.
- Tú siempre tan encantadora. - se burló la mayor. - Bien... Ya hemos hablado sobre las colas, el veneno, la parálisis... ¿Qué quieres saber hoy?
- En realidad... - los ojos de la joven vagaron por toda la estancia de Elena, sin clavar su mirada en ella. - Venia a despedirme.
- ¿Qué? - dijo con voz ahogada incorporándose como un resorte del suelo.
- Lo siento Elena... No voy a regresar. - revelo finalmente.
- ¿Por qué? - quiso saber acercándose a ella.
- Simplemente no lo hare.
- ¡No! - exclamo la mayor golpeando el cristal que las separaba.
- Lo siento... - susurro Kayah empezando a alejarse.
- ¡Me lo prometiste! ¡Prometiste sacarme de aquí! ¡Kayah!
- Lo siento....
- ¡No me dejes! ¡No me dejes! ¡No quiero estar sola! ¡No me dejes morir sola!
Kayah no miro atrás, pero pudo sentir como sus lágrimas se acumulaban con violencia en sus ojos luchando por ser liberadas. Perdóname Elena... pero debo hacerlo."
