// BEAUTY IS DANGEROUS, BUT INTELLIGENCE IS LETHAL \\
« Son seres seductores y mortíferos capaces de sembrar el miedo y el caos entre los hombres »
- No traicionaría a Scott por el Alfa. Le traicionaría por mi hermano.
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"They send me away to find them a fortune A chest filled with diamonds and gold The house was awake, the shadows and monsters The hallways, they echoed and groaned ... And I tried to hold these secrets inside me My mind's like a deadly disease"
Kayah esperaba a Stiles sentada en la sala espera de la terapeuta escolar, podía escuchar cada palabra que el humano le decía a la psicóloga, en algunos momentos decidía que era mejor desconectar y no escuchar la conversación que ambos mantenían, pero en otro le era imposible mantenerse al margen.
- Has podido sacar algo provecho de todo esto ¿no? - inquirió la mujer mientras Stiles arreglaba la red de su stick de lacrosse. Kayah supuso que se refería a que el padre de Stiles había recuperado su puesto como sheriff.
- Si... si, pero todavía hay algo mal entre nosotros, existe una tirantez cuando hablamos... también pasa con Scott.
- ¿Aún no has hablado con él?
- No la verdad es que no. La cosa es que él tiene otros problemas. - ambos suspiraron prácticamente al unísono. Scott estaba teniendo problemas con su madre, ella le había visto transformado y no lo estaba llevando demasiado bien, no le hablaba, no le miraba... era horrible. - Tampoco creo que haya hablado con Allison, pero puede que sea una decisión de ella ¿sabe? - continuó diciendo mientras arreglaba otra cuerda del stick. - Habrá sido dura la muerte de su madre, pero ahora estará más unida a su padre. - y eso en cierta forma era algo que les preocupaba a todos. - ¿Jackson? Jackson no es el mismo últimamente, es más, lo curioso es que ahora Lydia es la que parece la más normal.
- ¿Y con Kayah? Últimamente pasabais mucho tiempo juntos.
- Las cosas con Kayah tampoco van bien. - esta vez la única en suspirar fue la chica. Tanto Scott como Stiles la habían estado evitando tras lo sucedido en la comisaria y no podía culparles, pero le gustaría poder hablar con ellos, aunque tampoco sabría que decirles. - Ella nos mintió y ahora... es difícil volver a confiar en ella.
- ¿Y qué hay de ti, Stiles? - preguntó la terapeuta. - ¿Tienes algo de ansiedad por el partido que se juega mañana?
- ¿Por qué me pregunta eso? - murmuró el chico con una de las cuerdas de su stick en la boca. - Ah... no, yo no nunca suelo jugar. Pero bueno... ya que uno de mis compañeros a muerto y otro ha desaparecido, tal vez juegue.
- ¿Hablas de Isaac? No has oído hablar de él... ¿verdad?
- ¿Cómo es que no está tomando notas de nada? - cambió de tema el chico.
- Lo hago después de la sesión. - asintió la mujer con una sonrisa.
- ¿Tan buena memoria tiene? - dijo con ironía Stiles.
