Good Enough (Sam Pottorff)

Capítulo 5: She.

Narra ____
El frío ya se había hecho presente en LA, ya estábamos en noviembre, y faltaba poco para fin de año y para mi cumpleaños. Y déjenme decirles que fue el mejor año.

El sábado sin duda fue uno de los mejores días de mi vida, pero mi felicidad se esfumó cuando llegó el domingo ya que no pude ver a Sam, sino hasta el Lunes.

Como todos los días, aparqué mi auto en el estacionamiento escolar, y como de costumbre, Nash y Matt bajaron corriendo de este sin siquiera agradecerme el haberlos traído. Bajé con mi bolso ya en mi hombro, y mi celular en una mano. Cerré la puerta y puse el seguro. Al girarme para ir a mi casillero, me topé con Sam y una chica rubia con los brazos entrelazados y riendo como un par de locos.

—¡Princesa, llegaste! -exclamó Sam y me abrazó.

—Hola, mi amor. -lo besé, sólo... para que sepan lo que es mío.

—Mira, ella es Brittany, fuimos novios hasta que ella tuvo que mudarse.

—Oh, ¿hace cuánto? -pregunté incómoda manteniendo una sonrisa falsa.

—Dios, no lo sé, ¿dos años? -dijo la rubia.

—Tres. -corrigió Sam. —Regresó porque su papá ha sido transferido y ahora estudiará aquí con nosotros, ¿no es genial? -me miró.

—Sí, cool.

Ellos de nuevo se pusieron a hablar exluyéndome, así que deduje que Sam no me acompañaría hasta mi salón. Sin despedirme de ambos, apresuré mi paso hasta llegar a mi salón. Ahí ya estaban Matt, Nash y Lox en los mismos puestos que siempre. Me senté con Mahogany, y esperé en silencio a que llegara el profesor.

[...]

—Muero de hambre. -dijo Nash. —Hoy sirven pizza.

—Adelántense, iré a guardar éstos libros. -hablé ahora yo.

Fui a mi casillero. Aún seguía algo molesta con Sam, bueno, más bien celosa. Esa chica no me daba buena espina. Introduje bruscamente mis libros, cuando escuché de nuevo esas risas.

—Y este es el pasillo principal. -oí decir a Sam. —Hey, bonita. -dijo y sentí un beso en mi mejilla.

—Hola, ____. -me sonrió Brittany.

—Hola, ¿qué hacen? -pregunté.

—Sólo le mostraba el instituto a Brittany, oh, y éste es tu casillero. -espetó Sam señalando un casillero a un lado del mío.

—Está al lado mío. -sonreí incómoda.

—Oh, lo olvidaba, mi padre me llevará a un paseo en helicóptero sobre Los Ángeles, ¿no quieres venir? -dijo la rubia diriéndose a mi novio ignorándome por completo.

—Claro, ¿cuándo?

—Mañana, después de la escuela.

—Lo siento, no, pasaré el día con ____. -me abrazó y sonreí triunfante.

—¿Porqué no vienes con nosotros al helicóptero? -me preguntó.

—¿En serio? -asintió. —¡Claro que sí!

—Excelente, les enviaré los detalles. -dicho esto se fue por el corredor.

Fui a la cafetería con Sam, compramos nuestro almuerzo, y nos sentamos en la mesa con los chicos, él, por supuesto, al lado mío.

—¿Qué te pasó? En la mañana te has ido sin despedirte. -comentó Sam.

—No quise molestar en su conversación.

—No lo hacias, hermosa. -besó mi mejilla. —¿Te ha caído bien?

—Bueno, supongo que podría ser una buena amiga. -me encogí de hombros. —Quiero decir, aún no la conozco del todo.

—Te agradará, estoy seguro. -sonrió.

Con que no se metiera entre nosotros, todo estaría bien.