Tal y como le prometí a Sam, fui con el doctor acompañada de mi madre. Me hizo una revisión, y rápidamente dedujo que había ingerido algo en mal estado. Me preguntó acerca de la última comida, entonces recordé que habían sido los chocolates, y me dijo: "Probablemente eso te hizo malestar".
Esa maldita arpía lo había hecho a propósito.
Tuve que esperar otros dos días para recuperarme del todo y volver a ver a Sam. Lo invité a mi casa, y estuvimos viendo películas, hasta que sacó a tema de los chocolates enfermizos.
—¿Fuiste con el doctor, princesa?
—Sí, Sammy.
—¿Y todo está en orden?
—Estoy perfectamente bien. -le sonreí.
—¿Qué fue lo que te hizo daño?
—Eres muy preguntón. -reí. —Pero está bien, te diré, ¿recuerdas los chocolates que me dio Brittany? -asintió confundido. —Pues estaban caducados.
—¿Qué? -frunció el ceño. —No me digas que pretendes echarle la culpa a ella de que te hayas enfermado.
—¡Es cierto! ¡fue lo último que comí ese día!
—Seguramente fueron esos dulces que compraste. -rodó los ojos.
—No te atrevas a culpar a los mexicanos y sus deliciosos dulces, Samuel, sé que fue ella, lo hizo a propósito. -le dije molesta.
—Ahí vas de nuevo. -me crucé de brazos ofendida y él bufó. —Brittany no quiere sabotearte, ____. -me limité a rodar los ojos. —Okay, andando. -se levantó, y jaló de mi brazo e hizo levantarme.
—¿A dónde vamos?
—Con Brittany, hablaremos con ella y aclararemos todo esto.
—Yo no iré a casa de ese monstruo. -me quedé de pie y cruzada nuevamente de brazos.
De un momento a otro, Sam ya me tenía sobre su hombro. Comencé a patalear y a gritarle que me bajara, y cuando lo hizo, estaba sobre su auto.
—¿Sabes qué? -me bajé. —Estoy segura de lo que pienso, allá tú si no me quieres creer. -caminé hasta la puerta de mi casa.
—____...
—No, Sam. -lo interrumpí. —Háblame de nuevo cuando te des cuenta que tengo razón, y espero una disculpa.
Entré a la casa molesta, furiosa, enfadada, y todo lo relacionado al sentimiento de rabia. Fui a la sala, y apagué la televisión. Luego fui a mi habitación, donde cerré la puerta de un gran portazo. Me tiré a la cama, y abracé la almohada. Segundos después escuché la puerta abrirse.
—Hey, ¿qué tienes? ese portazo me causó un enorme susto. -sonreí a medias. —Escuché gritos abajo.
—Acabo de pelear con Sam. -confesé.
—Sabes que con todo gusto puedo patearle su masculinidad. -reí con él.
—Me encantaría que lo hicieras, Hayes. -bromeé. —Debe aprender a creer en mí.
—Bueno, espero que no estés planeando tener hijos con él en un futuro, porque será estéril a partir de mañana. -solté una carcajada.
Después de eso seguimos charlando y divirtiéndonos. Hace mucho no pasaba tiempo con mi pequeño Hayes.
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Good Enough (Sam Pottorff)
FanfictionParece que no fuimos los suficientemente buenos para el otro. © Derechos Reservados. 2014/2015. ItsThatSummer.