I

2.4K 289 16
                                    

— Por el amor de Dios, ¿se pueden poner ya para la puta foto? Media hora niños, MEDIA HORA— reclamaba Seokjin mientras intentaba que todos se pusieran en posición para poder tomar la foto con la que llevaba insistiendo en toda la celebración.

— Yaaaah, no te enojes— le respondió Namjoon— ¡Vamos! ¡Si no nos tomamos la foto, Jin se enojará; y ya saben las consecuencias! — Todos se reunieron inmediatamente ante el llamado de Namjoon, poniéndose en posiciones para posar y salir perfectos

— Por favor, el recién graduado, ponte en medio— ordenó nuevamente Seokjin, haciendo referencia a Jimin.

Era la graduación de Jimin, quien por fin se había graduado y había terminado sus carreras. Sí, dije "carreras" en plural porque después de pensarlo tanto y poder reunir el valor que necesitaba, Jimin volvió a apuntarse a danza. Fue muy duro estudiar ambas carreras a la misma vez, pero pudo conseguirlo gracias a la ayuda de sus amigos.

Respecto a su no tan amorosa madre, esta le reprochó la decisión y le regañó severamente, como siempre lo hizo; pero con la diferencia que a la hora de hablar con su madre, contó con el apoyo de Yoongi, el cual fue muy bien recibido en la familia de los Park.

A sus 25 años, Jimin era oficialmente un ingeniero industrial con una nota excelente y un bailarín con gran talento.

En esos 2 años, los lazos que habían estrechado los 7 chicos fueron tan fuertes que se habían convertido en una familia; hermanos de distinta sangre, pero de mismo corazón. Y toda la familia tenía su pareja: Yoongi estaba con Jimin, Taehyung y Hoseok cumplían 5 años de relación, Namjoon y Seokjin apenas se habían atrevido a confesarse y hace no más de 3 meses que eran pareja, pero se querían mucho; y Junhee... bueno, él tenía salud. Ah, y al ahora ex-tutor de Jimin, por el que llevaba colado desde el inicio de la universidad.

Todo iba tremendamente bien.

En cuanto a la relación de Jimin y Yoongi... bueno, iba muy bien.
Hubieron momentos en los que tuvieron sus peleas e indiferencias, pero estas no duraban más de 2 horas ya que ninguno era capaz de enojarse con el otro. 

Todo eran mimos, palabras dulces y mucho, mucho amor.

Gracias al Dr. Wang, Jimin pudo recuperarse de tantos años de depresión y autocrítica constante, donde en su vida sólo existía oscuridad. Sus consultas nunca fueron como las de un psicólogo normal, ya que él había pasado algo parecido y comprendía mejor el estado de Jimin. Nunca se le pasó por la cabeza la idea de internarlo, ya que tuvo una experiencia así y desde entonces, no le deseaba a nadie la mala suerte de ser internado en un hospital; y mucho menos a un paciente tan querido como lo era Jimin.

Fue dado de alta de la consulta de Wang hacia apenas 2 semanas, ya que el chico había logrado superar sus traumas pasados.

Jimin se encontraba bien. Su autoestima había mejorado considerablemente y había recuperado esa seguridad que en tiempos de adolescencia tuvo. Las críticas de los demás ya no le afectaban, y lo que hace unos años era una vida monótona y sin color; ahora era una llena de vida.
Nunca se había sentido tan vivo, tan bien. Irradiaba felicidad, aunque en eso a Hoseok no le ganaba nadie. Era un sol andante.

Volviendo a la graduación, ahora se estaban despidiendo y cada uno volvía a sus respectivas casas. Se me había olvidado mencionar que, después de tanto trabajo duro, Jimin y Yoongi pudieron comprarse un auto. No era lujoso ni nada por el estilo, era un BMW de 2010, negro. Yoongi lo amó en cuanto lo vio, y ambos desde ese momento se esforzaron para comprarlo.

Y allí estaban, destino de su casa en su preciado auto. Después de unos minutos, lo dejaron aparcado y subieron al apartamento.

Se pusieron ropa cómoda, prepararon palomitas y se acomodaron abrazados en el sillón, pusieron una película y comenzaron a disfrutarla juntos.

— Muchas felicidades, mi vida — le felicitó Yoongi— Yo sabia que lo conseguirías

— Gracias— le agradeció, acurrucándose más en el pecho del mayor

— Pero no he tenido la oportunidad de darte mi regalo de graduación— aquello Jimin definitivamente no se lo esperaba. Yoongi se levantó del sillón y desapareció entre los pasillos de la casa, volviendo al poco tiempo.

— ¿Qué es?— preguntó emocionado mientras se sentaba en el sofá, preparado para abrir su regalo. Yoongi se sentó a su lado

— Tu sabes que te amo más que a nada, ¿verdad? — asintió con la cabeza— Sabes que haría cualquier cosa por ti, ¿cierto? Incluso daría mi vida por ti— Jimin asintió por segunda vez, avergonzado con las palabras tan bonitas que su novio le estaba dedicando— Yo de verdad que no me quiero alejar nunca de ti. Quiero despertar cada mañana contigo a tu lado, sentir tu calor abrazándome y tus besos cubrir toda mi cara. Quiero ser quien te consuele en los momentos de tristeza y quien te limpie los mocos mientras ves películas románticas. Quiero pasar cada segundo restante de mi vida a tu lado. Por eso... Park Jimin, ¿me concederías el honor de concederme un lugar fijo en tu vida, casándote conmigo? — Yoongi sacó del bolsillo de su pijama una pequeña cajita de terciopelo rojo y la abrió, mostrando un precioso anillo de plata con circonitas incrustadas por toda la estructura.

Jimin estaba en shock. Las lágrimas se le habían empezado a salir en cuanto supo el propósito de las palabras de Yoongi. Eran silenciosas, pero expresaban emoción. Sus manos se mantenían en su boca, haciendo un intento fallido de esconder su gran sorpresa, y su corazón latía muy fuerte.

Yoongi se estaba poniendo nervioso. Ya habían pasado 5 minutos desde la propuesta y Jimin no había dicho ni una palabra. Hasta que lo vio romper en llanto.

— Jimin c-cariño... S-si no quieres, no pasa nada, m-mas adelante será— dijo Yoongi nervioso ante la reacción de su pareja

— Claro que quiero estúpido...— le susurró mirándolo fijamente a los ojos, ganándose esa amplia sonrisa de su novio que tanto amaba. Este le limpió las lágrimas y le dio un beso en la frente.

Le colocó el anillo en su dedo anular izquierdo y se abrazaron:— ¿Como pudiste pensar que no quiero casarme contigo?— le preguntó Jimin golpeándole levemente en el hombro

— No lo se... te echaste a llorar y me puse nervioso— confesó

— Lo siento

— Sabes que no hace falta que te disculpes, no importa. Lo que sí importa ahora mismo es que dentro de poco seremos oficialmente un matrimonio. Ya no te podrás escapar de mis garras aunque quieras— bromeó, haciendo reír al menor

— No tenía la intención de hacerlo de todas maneras—le respondió cariñosamente.

Se vieron a los ojos con delicadeza y se fundieron en un beso, que celebraba su reciente compromiso.

Después de todo, ni aunque le ofrecieran todo el helado de vainilla con virutas de chocolate y el helado de chocolate con virutas de vainilla del mundo, jamás se alejaría de Yoongi.

Porque escrito está, Yoongi yace con Jimin y Jimin yace con Yoongi, así lo decidió el destino y así es como sucederá.

Después de todo, ambos eran el uno para el otro.

Abandoned Number ; myg + pjm Donde viven las historias. Descúbrelo ahora