53. Somos un completo desastre.

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"Creo que es la decisión más sensata que he tomado."

"Pero..."

"Vámonos juntos, podemos crear una vida basada en nuestra amistad, podemos aprender a amarnos, podemos..."

"Lyv..."

"Por favor, ven conmigo, acompáñame..." tomé sus manos, "Vamos a Nueva York, ¿te gusta la ciudad? Tengo un departamento allá, podemos ser felices juntos, tal vez nunca llegué a ser Leah, pero podemos intentarlo, podemos..."

"Lyv..."

"Podemos hacer todo bien, podemos despedirnos diciendo que somos pareja, podemos despedirnos y decirles que no nos vuelvan a meter en sus problemas, me duele verte herido... Podemos..."

"Olivia." me detuvo y se separó de mi

"James."

"No me quiero ir, ¿no te das cuenta? Escapar de nuestros problemas no solucionara nada. Si empezamos a salir solo para superar a alguien más terminaremos como nuestros amigos: tristes, celosos, vengativos..." me miró "No te vayas..."

"Me duele verlos así, me duele tener que guardar el secreto día tras día..."

"Quédate por favor, solo dura unos días más, será muy sospechoso que te vayas un día después del baile."

"Ya terminé el libro, y tengo que regresar para poder entregarlo a la editora."

"Por favor no me dejes solo."

"¿Puedo hacerte cambiar de opinión? ¿Puedo convencerte a que vengas conmigo?" negó

"Creo que no podré hacer nada para detenerte, ¿verdad?"

"Me conoces demasiado bien."

Me ayudó a levantarme y caminamos por el departamento hasta el pasillo, la puerta del cuarto de Leah seguía abierta.

"¿En serio te irás?" preguntó al llegar a la puerta del que había sido mi cuarto

"Por favor, necesito que Alik y tú se levanten temprano, invítalo por café; necesito recoger mis cosas y me despediré solo de Leah, será más fácil."

"Te extrañaré." se acercó y me dio un beso en la mejilla, "Cuídate, y háblame en cuanto el avión aterricé."

"Lo haré."

Me fui a la recamara de Leah, me vestí con la piyama que me había dado Jim y recogí las cosas que estaban en el suelo, tomé el vestido y lo colgué.

Me recosté en la cama, la cual rechinaba y se sentía fría, incomoda... me levanté y me dirigí al sofá frente a la ventana, lo pasé con mis manos y me acomodé en el. Pude apreciar los libros que tenía alrededor, eran libros de Shakespeare, Oscar Wilde, Emily Dickinson, y una pila completamente dedicada a Jane Austen.

Era el lugar de Alik, voltee a la recamara, la cual se podía apreciar que era mayormente al gusto de Leah, pero este rincón, desencajaba con toda la habitación, parecía como si lo hubieran integrado a prisa y sin medir, estorbaba un poco para el camino al armario, y apenas se podía caminar con todos los libros que estaban en el suelo.

No pude dormir, no en esa habitación.

Salí hacía la cocina, no había nadie, ¿Dónde estaba Leah?

Saqué mi celular y le marqué, me mandó a buzón.

Volví a marcar, otra vez buzón.

¿Le pasó algo?

Volví a llamar, pero me mandó directo a buzón, lo había apagado.

Estaba molesta, ¿había sido tan fuerte la pelea entre ellos?

El novio de mi mejor amiga. // TERMINADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora