Caminaba muy lento con las flores blancas en mis manos, todo en mi quería salir corriendo pero sabía que tenía que ser fuerte, ellos de seguro no les hubiese gustado que su hija fuese débil y cobarde pero lamentablemente, la triste realidad era esa.
Las hojas de los árboles ahora estaban en el suelo, su tiempo de vida había terminado, el otoño estaba en su máxima expresión, las hojas ya no cubrían las copas de los árboles y ahora yacían entre la nieve. Cada vez que caminaba el único ruido que se escuchaba era el crujido de éstas cada vez que daba un paso.
Tomé aún con más fuerza el tallo del ramo y tomé una gran calada de aire, eso se sentía como si me sofocara, mis pies se detuvieron cuando por fin habían llegado al lugar, a la última morada de mis padres. No supe que hacer sólo me quedé parada enfrente observando cada detalle de ellas, sus nombres, eran los más bonitos que alguna persona hubiese tenido, las palabras que tenían eran verdad fueron grandes padres. Mis padres.
De mis ojos no cayó ni una sola lágrima, no supe cómo pero es como si de un momento a otro me hubiese secado, también me había quedado sin palabras porque no sabía que decir ni mucho menos que hacer me quedé inmóvil. Salí de mi estado de "shook" y lo primero que hice fue dejar las flores en la lápida, mis manos temblaban, además de que tenía frío, estaba nerviosa nos sabía que más hacer.
Ahora me sentía lista para decir algo, no sé si de alguna forma ellos me escucharían pero en el fondo yo sentía que ellos estaban conmigo y que me escuchaban. Abrí mi boca para finalmente decir algo pero sólo salió de mi un gran sollozo, mi pecho comenzó a doler y una fuerte presión hizo que cayera en un gran llanto, en poco tiempo mi cara se volvió un mar de lágrimas y comencé a llorar tan fuerte como nunca antes lo había hecho, podría decir que jamás había llorado de esa forma. Cuando al fin estuve lista para hablar me preparé para decir algo que siempre quise pero jamás me atreví.
– Mamá, papá, aquí estoy soy Casey... Perdón... Por hacerme daño, les juro que estoy luchando pero no sé cómo, a veces siento que está ganando...
Estaba diciendo todo lo que sentía y ahora volví a llorar pero seguí con lo que tenía que decir debía hacerlo.
– Quisiera que ustedes jamás se hubiesen ido, que los abuelos estuviesen todavía aquí acompañándome... POR QUÉ??? POR QUÉ TUVIERON QUE ABANDONARME!! ACASO CREEN QUE NO LOS NECESITO!Caí de rodillas en el piso con lágrimas que no podía controlar salían sin que yo pudiera controlarlo. Estaba ahora enojada con todo, con todos, con mi vida, era un completo fracaso. No sabía que hacer conmigo misma, necesitaba que alguien me abrazara y que me dijera que todo estaba bien que era un sueño y que iba a despertar, que mi vida volviera a la de hace diez años, pero lamentablemente eso era la realidad y no estaba dispuesta a resistir, a seguir sola.
Me levanté como pude del piso que estaba cubierto de una capa delgada de nieve, sequé con fuerza las lágrimas de mis rostro y salí corriendo de ahí. Nunca miré atrás, corrí como si todo dependiera de eso, creo que jamás había corrido de esa forma y cada vez me alejaba de todo de esas tumbas, me dirigía a la salida del cementerio a gran velocidad llorando sin un consuelo, llegué a la entrada pero no me detuve seguí hasta que llegué a la carretera, me paré enseguida, de pronto oí un sonido parecido a un claxon y un fuerte golpe sentí en mis caderas, en todo el cuerpo, y sin darme cuenta estaba en el suelo, mi cabeza dolía y juré que estaba rodeada de sangre. Mis ojos pesaban y se estaban cerrando poco a poco.
Podía ver débilmente que se estaba acercando alguien, era Brendon y escuché que me decía algo.
– Casey sigue conmigo, no cierres los ojos, todo estará bien... Yo estoy contigo–
Esas palabras me alegraron mucho, no sé si sonreí pero no pude, no aguanté más, mis ojos se cerraron.
* Heyyyy jajajajaj
Cómo están uff sé que es un poco corto pero sabía que tenía que actualizar. Gracias te quiero chauu
Gracias por leer-BJ💜
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Si Necesitas Un Amigo [Brendon Urie]
FanficCasey Miller, es una chica de 18 años que quedó huérfana a los 10. Cada vez que no encuentra su lugar en el mundo siempre busca a su mejor amigo.