Capítulo TREINTA Y TRES

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Ese día terminó pronto, no pudimos seguir platicando más con Sarah, ya no me sentía bien, los demás también estaban afectados, Por lo que lo mejor era terminar, pero ahora ella fue la que nos dijo que regresáramos al día siguiente.

Sarah nos llamó al tercer día, Dallon tenía un asunto con Ryan, por lo que no pudimos ir antes. Nos dijo que la acompañaríamos a un lugar. No nos dijo a dónde.

[...]

Hacía mucho calor, mi celular decía que estábamos a 35°C demasiado para mí, apenas eran inicios de mayo. En Berlín las olas de calor llegaban hasta el verano, osea hasta un mes después.

-Mira esto, jsjajajsjaja- Josh acababa de compararse una Nintendo Switch, por lo que no dejaron de jugar. Y solo tenía un juego "Animal Crossing."

Ellos estaban tan entretenidos que me llegó la curiosidad y le pedí la pequeña consola, he de admitir que es un juego muy entretenido.

-Oigan, ya casi llegamos a la casa de nuevo, mejor guarden eso chicos- los estaba observando desde el retrovisor, iba al lado de Dall, en el asiento del copiloto. Brendon iba a un lado de los chicos, aún no sabían cómo reaccionar, así que entiendo que hayan estado jugando todo el camino.

-¿Te dijo a dónde vamos a ir?- le pregunté cuando todo volvía a estar en silencio.

-No, solo me dijo que nos esperaba en su casa y de ahí nos iríamos- seguía mirando al frente pero trataba de ser amable al responder.

Había un poco de tráfico, llevábamos casi media hora en el coche, el tráfico al parecer era muy común.

No tardamos mucho en llegar a la casa, Dallon se estacionó y todo bajaron menos Brendon, así que también me esperé.

-Creo que debemos bajar- le sonreí pero el negó.

-Vamos, debes de enfrentar las cosas, debes de dejarla ir también. Ella se lo merece, sé que duele y mucho pero sólo así las heridas podrán sanar.

-Wowo, ¿De verdad eres Casey? Pensé que sólo yo podría dar consejos- soltamos una carcajada y esta vez no me contuve estaba segura que todos me habían oído.

Solo me encogí de hombros como respuesta.

Suspiró profundamente y me dijo: -Muy bien, salgamos entonces- le dediqué una sonrisa de apoyo.

Salimos del coche, noté que estaba muy nervioso, lo único que se me ocurrió hacer, fue darle un apretón en su hombro.

Entramos y dos perritos salieron corriendo hacia mí, se me subían a las piernas, no supe que hacer. Me quedé inmóvil y sólo voltee a ver a Brend, se les quedaba viendo y una sonrisa triste hizo aparición.

-Creo que les caes muy bien, Case- Josh se acercó a acariciar al perrito color negro. Con un poco de inseguridad me puse de cuclillas y empecé a acariciar al otro.

-Este es un Bulldog francés, y el otro es un Terrier chileno o algo así, son muy lindos- Josh me estaba explicando, al parecer se encontraba emocionado de ver a los dos perros.

En eso Sarah venía bajando las escaleras, su semblante estaba un tanto serio, incluso hasta triste pero no quería que se diera cuenta que lo había notado. Así que me levanté y le sonreí, ella me correspondió y se acercó, cargó al perrito que estaba acariciando y se sentó en un sillón, de inmediato nos invitó a que nos sentáramos.

-Case, ¿verdad?- asentí rápidamente y ella prosiguió -Este pequeño se llama Bogart, era de Brendon, lo tenía desde que era un cachorro y la que tiene el otro se llama Penny- bajó a Bogart y de inmediato regresó a a mí aunque no del todo.

Si Necesitas Un Amigo [Brendon Urie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora