Si Necesitas Un Amigo [Brendon Urie]

Capítulo VEINTIUNO

Dallon no sabía que decir pero pareció estar sorprendido por lo que acababa de decir. mientras que yo trataba de no soltarme a llorar. Ryan estaba igual de sorprendido, hasta mis amigos se acercaron a mí tan pronto y escucharon al bajista. Él con un poco de dificultad me dijo.

–Esto... Es una pésima broma. Él. Murió hace años– esa vez lo dijo más claro y fue ahí cuando las lágrimas aparecieron.

–No es ninguna broma yo lo lo he visto hasta me acompañó cuando llegué aquí– mis palabras sonaron torpes porque sentía mucha confusión y tristeza al mismo tiempo.

– tal vez te confundes porque Brendon Urie exactamente hoy cumple cinco años de fallecido– se volvió a limpiar una lágrima. Yo quería hablar de nuevo pero mis amigos me interrumpieron diciendo:

–Oye tal vez Dallon tiene razón, a lo mejor es otro que se llama igual– me enojé un poco pero es que jamás les mencioné su apellido.

–Sé qué se llama Urie él mismo me lo dijo– las lágrimas estaban por toda mi cara y ya no sabía a donde mirar para evitar que siguieran saliendo.

El bajista tenía un semblante muy rígido pero sabía que en el fondo estaba a punto de romperse al igual que yo.

–No puede ser porque él tuvo un accidente de auto. Es imposible. No puedo creerte. – me dijo.

–Brend me dijo que le regaló un perro porque a él le parecía que su familia no estaba del todo completa, así que adoptó a un perro llamado Zero y se lo obsequió– Ryan miró muy sorprendido a su compañero y le tomó del hombro porque Dallon se sobresaltó.

Ya no pude más y comencé a llorar muy fuerte sentía tanta tristeza en mi alma. Mi pecho comenzó a subir y a bajar muy rápido sentía que me faltaba aire eso me dió mucho miedo, no quería que me volviera a ocurrir un ataque. No quería perder el control. Sentí que me estaba volviendo loca. Tenía una sensación de mareo le temía a los mareos porque son horribles, odiaba estar enferma.
Comencé a gritar quería que alguien me ayudara me sentía horrible y me aterraba la idea de que nadie me ayudara.

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Los amigos de Casey se percataron de que ella estaba sufriendo un ataque pero no sabían el porqué, Josh fue el primero en reaccionar y ayudó a Case a sentarse pero eso no la calmaba nada.

Por otro lado el bajista muy alto, tan alto como una jirafa, sólo miraba muy sorprendido pues nadie sabía la historia de Zero más que él y su difunto amigo Brendon. No podía creer lo que esa chica dijo.

–Frijolito, tenemos que irnos ella no está bien, no es capaz de calmarse– el ligeramente rizado le menciona a Tyler ya que él es el que ha estado tratando de hacer que su amiga se relaje pero aún no lo logra, no del todo. Están muy preocupados por ella y saben que no puede quedarse más.

–Sí, le hablaré a Erich para que acerque el auto– sacó su móvil y se apuró a decirle al rubio que era urgente que estuviera frente al estacionamiento.

Dallon y Ryan ayudaron a los dos chicos para calmar y poder llevar a Case al auto, no podían ser indiferentes ente el ataque de ansiedad que estaba sufriendo la chica.

Antes de que Tyler subiera al auto Dallon lo toma del brazo:

–¿Podrías decirme la dirección de tu amiga? necesito que me responda– el chico aceptó y le pidió el móvil para dárselo
–Sólo sé cuidadoso con ella no quiero que le pase nada malo– el bajista asintió. Tyler subió al auto y partieron con rumbo al hogar de su amiga.

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Abrí mi ojos y lo primero que ví fue el techo, el de mi habitación me recosté un poco tratando de ir despertando poco a poco. Al parecer estaba amaneciendo. Para nada me sentía bien el dolor que sentía en mi pecho aún no se iba me tapé hasta cubrir mi nariz con una cobija no quería saber nada de allá afuera no tenía ya nada de sentido.