Al principio no sabía qué hacer, se apoyó en uno de los muros del laboratorio, se llevó las manos a la cabeza y lloró, el miedo lentamente entraba por sus venas.
Se dio una cachetada, no se podía dar por vencida, ella tal vez era la única en encontrar alguna cura.
-¡No tengas miedo Lia, tú puedes!- gritó.
Empezó con los experimentos, recordando cada día de los últimos años durante el desarrollo de Farenjet, intentando hallar el error, ese elemento malicioso.
Lo descubrió, era uno que devoraba a los demás, volviéndose ese mismo pero potenciado al máximo.
Lia levantó la vista a la pantalla en una de las paredes, el noticiero mostraba como ponían en cuarentena a todos esos seres, o mejor dicho humanos, era difícil de creer, gracias a Dios que eran dóciles, por el momento.
Cada intento que lograba se lo inyectaba a uno de los nueve ratones que tenía en su laboratorio, cada uno estaba en su propia jaula, uno tras otro daba el mismo resultado que el primero.
Se le ocurrió poner dos ratones juntos en una misma jaula, a uno le inyectó Farenjet, al instante atacó al sano, pero en su defensa le mordió, se alejó por un momento, lentamente su piel tomó otra textura.
Lia, no sabía que ocurría.
El ratón atacó de nuevo, el sano se defendió, pero cuando lo intentó morder, sus dientes no podían penetrar esa extraña piel que le apareció, sin poder hacer nada, su vida terminó en la boca del otro.
El suero aparte de llegar a la máxima evolución, se adaptaba según la situación de peligro, logrando así ser un súper depredador.
El ratón con el suero, empezó a crecer de tamaño, golpeaba su cabeza con el cristal de la jaula, se empezaba a agrietar.
Lia dio un grito, se fue a ver la última dosis que estaba investigando de Farenjet, decidió estimular el elemento sano de Farenjet para que así el malicioso no logre hacerle nada, y así muera por no poder "alimentarse".
El ratón logró romper el cristal de la jaula, se lanzó sobre Lia, lo agarró en el aire, con la otra mano buscaba la jeringa de la última prueba mientras el ratón no dejaba de darle mordiscos en los dedos.
La encontró y se lo inyecto soltándolo en el acto.
Se empezó a retorcer en el suelo, su extraña piel se volvió plomiza como la del primer experimento y luego blanca como la nieve como la tenía originalmente, su aspecto regresó a la normalidad.
Lia no dejaba de jadear, llena de terror y dolor vio su mano lastimada, posiblemente perdería un dedo, pero eso no importaba.
Encontró la cura.
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ANUNCIÓ ESPECIAL:
Siguiente capítulo.
Alicia, una joven universitaria.
Otro punto de vista durante el lanzamiento de Farenjet.
Narrado en primera persona.
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Farenjet
Science Fiction"Un 80% de la población en la tierra ya tiene a su disposición Farenjet, el famoso suero creado por la doctora Lia Isovic, la persona que creo el futuro de la humanidad por favor siga las instrucciones para su adecuado uso..." -Hermano, ¿qué es Fare...