La granja 20 cuentos infantiles

VIII. Vida Salvaje

Había una vez  un caballo que vivía en la pradera, este tenia un estilo de vida muy salvaje, corría libremente en los prados.



Un día empezó la sequía, todo estaba seco y sin vida, el agua se seco y el pasto también. El caballo tenía que buscar un nuevo hogar y así empezó su viaje.

Se convirtió en un bagamundo, sin un hogar ni lugar donde vivir.

De tantas horas de trotar encontró un río de agua cristalina cerca de una granja. Se acercó a tomar agua cuando escucho unos pasos acercándose a él... es el granjero, con una cuerda sujeto al caballo domandolo por unos minutos, el caballo ya cansado sede la pelea dejándose atrapar.

Ahora empezaría una nueva vida.

Después de atrapar al caballo la hija del granjero le puso por nombre Corcet, él no se siente a gusto con el nombre y tampoco en la granja.

Este fue llevado al potrero, allí colocaban a los caballos y las yeguas. Todos los días el caballo Corcet luchaba para escapar, pues el no está acostumbrado a vivir encerrado, el es un espíritu libre.

Cada vez que luchaba más se daba por vencido hasta que un día dejo de intertar.

El granjero al ver la acción de Corcet lo dejo salir a pastar, Corcet no intento uir, pero ya no tenía ánimo.

Un día se le acercó el Ganso Manso y vio muy triste a Corcet, este procedió a preguntar:
-¿Qué te pasa?

Corcet muy deprimido responde:
-Parezco un loro enjaulado, perdí mi libertad.

Ganso Manso contesta:
-Tu cediste tu libertad, dejaste de luchar contra el viento para ser uno con el viento.

Días después Corcet entendió la frase del Ganso Manso, pues con el tiempo él aprendería amar su nuevo hogar.

¡Dios aprieta, pero no ahorca!