El apocalipsis (Harry Styles y tú)

Capítulo 18

Harry nos invitó a entrar a la cabaña, allí él y yo nos sentamos en el sofá mientras los niños jugaban en la pequeña habitación contigua.

-Miranda...

-Dime que no la has matado

-Emm...era un zombie Harry, esa ya no era Miranda

-¡Si que era Miranda!- grita para después abalanzarse sobre mi y quedar encima mío, ambos tumbados y muy cerca.

-Ya veo que te importa mucho Miranda- me le quité de encima con dolor por la herida.

-A ti que te importa

-¡Piensa un poco en mi! ¡Estaba herida con cuatro niños a mi cargo! No podía más y me senté en el suelo mientras ella caminaba hacia mi para atacarme, como comprenderás no voy a dejar que me muerda, ya estoy lo suficientemente herida- grito en el mismo tono que él lo había hecho, le dejé sin palabras unos segundos y luego volvió a hablar en un tono normal.

-Pues sabiendo que tenías probabilidades de morir, haberte buscado un refugio

-Lo único que me importaba en esos momentos era encontraros a todos, ni siquiera me importaba estar herida

-No tendrías que haber matado a Miranda

-¿Por qué? ¿Es que habías tenido un rollo con ella? Que guay- digo enfadada, se supone que él tenía ese rollo conmigo, porque recuerdo que me besó dos veces.

-¿Estás celosa?

-¿De qué tendría que estar celosa?

-De que después de todo lo que pasó salvara a Miranda y no a ti, y me quedara con ella sin importarme otra cosa

Sus palabras dolieron más que mi herida infectada, incluso duele más que si me clavaran un cuchillo en ella.

-Ya veo cuanto te importa Miranda, deberías de haberla salvado y matarme a mi por quererla matar siendo un zombie- me levanto del sofá dispuesta a irme.

-¿A donde crees que vas?

-Me voy lejos, de ti y de todos, a ver si por suerte me muero por la herida

-Beth...

-Bethany, para ti es Bethany

-Bethany, piensa que si Miranda te hubiera morido no te hubiera hecho nada y lo sabes- dice fastidiado.

-Eres un gilipollas- le insulto, él solo suspiró.

-Toma, póntela, es la única que me queda- dice dándome una venda, tanto él como yo sabíamos que no me la podía poner sola, así que no la cogí.

-¿A que estás jugando?

-¿Yo? A nada, te estoy dando lo único que me queda respecto a medicamentos y no lo aceptas, eso es lo que está pasando.

-Si, si- ruedo los ojos antes de coger la venda.

-Túmbate, te la pondré yo- se ofrece.

-Prefiero ponérmela yo mal, a que me la pongas tú

-Oh venga, no voy a ver ni hacer nada- al final acepté, también es verdad que no quería ponerme mal la venda pero tampoco quería que él me tocara.

Me tumbé en el sofá y se puso encima de mi, la situación era muy incómoda pero a él no parecía importarle.

-Te voy a levantar la camiseta, dime si te hago daño- las palabras salen suavemente de su boca, y temo por la razón de ello.

-¿Por qué estás tranquilo?

-Me gusta tomarme todo con tranquilidad en un apocalipsis

-Ya veo- digo rodando los ojos de nuevo, Harry me levantó la camiseta con mucha delicadeza y lentamente, tanto que apenas me hizo daño.

-¿Estás bien?- pregunta.

-Si, por ahora

-Levanta un poco la espalda- me ordena, le hago caso haciendo que nuestras intimidafes rozaran, aunque no le hicimos caso a ello, y me puso la venda alrededor del estómago y espalda.

Cuando terminó, me levanté tan rápido que quedamos muy cerca, ya que a él no le había dado tiempo a reaccionar y levantarse.

Nuestras miradas penetraban en la mirada del otro, como si quisiéramos saber que hay dentro de nosotros.

-¿Te puedes quitar de encima?- pregunto volviendo a la realidad.

-De nada- se queja Harry para después levantarse.

-Bueno, tenemos que irnos ya

-¿No lo dirás en serio?

-Yo jamás iría más en serio

Fui a por los niños y llegué de nuevo a donde estaba Harry, le miré con odio por lo que me había hecho.

-¿De verdad os vais?- pregunta vacilando.

-Si, y no estás invitado- digo con dolor, la herida me estaba matando, tanto literalmente como no.

-Tienes que descansar, estás herida

-Cómete una mierda guapo- le digo con odio, ¿ahora se iba a preocupar por mi?

-Lo que tú digas, guapa- se burla.

-Vamos chicos, tenemos que seguir la búsqueda

-¿Harry no viene?- pregunta Carl cuando salimos por la puerta.

-Es demasiado tonto para estar con nosotros cariño

×××

Días y días, en concreto siete, andando sin encontrar nada. Algún que otro zombie pero nada, apenas nos quedaba agua y munición, menos comida que no teníamos directamente.

-Tengo hambre- dice Carl mientras Wendy comienzaba a llorar, no podía hacer nada.

-No tenemos comida, tenemos que encontrar- le digo, mi herida cada vez iba peor y no se curaba, ¿por qué? Pues no tenía ni idea.

La venda que me puso Harry en la cabaña una semana atrás ya estaba completa de sangre, así que los zombies habían vuelto a andar hacia nosotros como ahora...¿cómo ahora? ¡Cómo ahora!

Una manada de zombies venían a por nosotros y no se paraban, Carl y yo matamos a unos cuantos pero se nos acabó la munición a ambos.

Me tiré al suelo porque estaba cansada y porque la herida dolía por el esfuerzo, alguien mató a todos los zombies, más bien eran dos personas...

Cerré los ojos y me tumbé en el suelo, ya no sé que más pasó.

Cuando abrí los ojos de nuevo, estaba en brazos de alguien.

-Ya estamos llegando, no te preocupes- me sonaba su voz, pero no sabía quien era porque estaba pensando en los niños, no sabía donde estaban y apenas podía moverme para comprobarlo.

Cerré los ojos de nuevo pero no me dormí, escuché el sonido de unas vallas abriéndose, el hombre que me llevaba se paró y luego volvió a andar.

Se volvieron a escuchar las vallas y luego el completo silencio, acto seguido se escucharon unas voces, de las cuales tenía muchas ganas de escuchar...