El apocalipsis (Harry Styles y tú)

Capítulo 10

Comí en completo silencio, entramos todos corriendo cuando se escuchó gritar a Harry.

-¡Malía!

Mis ojos se abrieron al tope y salí corriendo adentro de la prisión, al igual que todos.

Al llegar no sabíamos lo que pasaba, Harry nos lo contó.

-Estaba diciendo cosas raras, después se sentó, gritó y se volvió a tumbar de golpe, no sé si respira

Me acerqué corriendo a ella y la tomé el pulso.

-¡No respira!- grito.

Carol y Lori estuvieron haciendo algo que no sabía que era, yo mientras tanto solo miraba.

-Vuelve a respirar- suspira Lori.

Solté todo el aire de golpe y me acerqué a mi hermana.

-¿Malía? ¿Estás despierta?- no abría los ojos y menos decía alguna palabra.

-Tranquila, si todo sale bien despertará en unas horas- me informa Carol.

-Venga, vamos fuera. Tenemos que organizarnos para salir a por provisiones- dice Rick.

-Quiero ir con vosotros, necesito salir de aquí- dice Harry, quien se estaba incorporando.

-No Harry, necesitas quedarte aquí a reposar- dice Lori.

-Yo cubriré su puesto- dice Maggie.

-No, tú te quedas aquí- se niega Glenn.

-Glenn, deja que Maggie haga lo que quiera- le digo.

-Agh está bien- se rinde Glenn, Maggie sonrió y todos nos fuimos fuera.

~~~

Pasaron dos días, yo no hice absolutamente nada y ya quería salir de allí. Harry ya estaba estable y se podía mover a la perfección, y Malía se había puesto enferma después de despertar y seguía descansando, pero ya estaba mucho mejor.

Ahora me encuentro fuera, en la parte de las mesas, Rick está organizando una salida para ir a por comida y a por provisiones de nuevo, ya que cada vez hay menos.

-Quiero ir, necesito hacer algo que no sea estar aquí encerrada sin hacer nada- digo sentándome con los que estaban ahí.

-¿Ahora te quieres hacer la valiente?- pregunta Harry riendo.

-No te lo estaba diciendo a ti

-Lo que tú digas

-Ya basta, ven con nosotros si quieres- dice Rick.

-¿A dónde iremos?- pregunta Glenn.

-A una pequeña ciudad a unos kilómetros de aquí, tardaremos al menos 2 horas en ir y luego lo que tardemos en ver las casas, que no son muchas- informa.

-Seguro que volveremos por la noche- dice Daryl, al parecer no le importaba mucho que su hermano se haya ido.

-Lo más probable, los que hacéis guardia estar atentos- dice Harry.

-Bien, iremos Glenn, Harry, Daryl, Beth y yo, necesito que te quedes aquí Ethan, confío en ti- dice Rick, Ethan asintió.

-Creo que yo también debería quedarme por si pasa cualquier cosa- propone Glenn.

-Decide tú

-Me quedaré entonces

-Vale, pues coger una mochila con las cosas necesarias y nos vemos aquí en quince minutos- ordena Rick terminando la conversación.

Me levanté de la mesa y fui a por mi mochila, en la cual metí la chaqueta que me dio Harry y un poco de comida. En el pantalón me puse un cuchillo por si sucedía algo y salí, fui la primera.

-¿No vas a llevar nada más?- pregunta Lori a mi lado.

-No, creo que es suficiente, además no os podemos quitar toda la comida, ya encontraremos por ahí. Y bueno, me puedo quedar con esta ropa y tengo una chaqueta

-¿Y las armas?

-Con un cuchillo me bastará también, tranquila Lori, todo estará bien- sonrío para tranqulizarla.

-Está bien, nos veremos- dice sonriendo también.

-Venga chicos- dice Rick en la puerta con Daryl, Harry y yo fuimos hasta ellos y salimos a la parte del coche.

Antes de subir Harry me miró.

-Toma, por si te hace falta- dice Harry dándome una pistola.

-Gracias- digo seca, me metí al coche en la parte de atrás con Harry, que mala suerte.

Todo el camino lo tuvimos en silencio, Harry y yo nos dormimos y cuando llegamos nos despertamos.

Ahora eran las cuatro de la tarde ya que habíamos salido a las dos de la tarde, por lo que teníamos hambre.

-Comer algo antes de bajar, algo ligero si puede ser- ordena Daryl.

Cogí de mi mochila una lata que contenía sopa, la abrí y me la comí en menos de diez minutos, la compartí con Daryl para ahorrar.

-Vale, hay siete casas en total ya que más bien es un pequeño pueblo, así que elegiros dos casas cada uno, yo elegiré tres- dice Rick.

Elegimos nuestras respectivas casas y salimos del coche, yo no esperé ninguna señal y entré como si fuera mi casa.

No había nadie, entré tranquilamente en la cocina y miré en la nevera, no había comida que se pudiera comer. En los estantes no había nada, ni siquiera había bebidas.

Detrás de mi escuché gruñidos, me di la vuelta y era un zombie, el cual se paró al instante.

Seguí buscando y no había nada, busqué en las habitaciones y solo había ropa vieja y desgastada por el tiempo, al parecer los propietarios de la casa huyeron con todo.

El zombie de antes volvió a estar detrás de mi, le miré y se paró.

-Que pesado eres- digo acercándome a él y matándole con mi cuchillo.

Salí de la casa y entré en la otra, justo Harry estaba haciendo lo mismo que yo.

Cuando entré, me hice una pequeña herida en el brazo con la rama de un pequeño árbol plantado en la entrada.

Sin hacerle mucho caso, entré y empecé de nuevo por la cocina. Esta vez en los estantes había mucha comida, la cogí y la metí en la mochila, me puse la chaqueta de Harry aunque no hiciera frío, era por el espacio de la mochila.

En la nevera había leche que estaba bien y comida que también lo estaba, lo metí todo en la mochila y paré todos mis movimientos al escuchar el llanto de un bebé.

Todas esas casas tenían dos pisos, y sabía que este llanto provenía de arriba. Cogí mi pistola y subí, entré en la habitación de los llantos y había una cuna con un bebé dentro.

Era precioso, en realidad preciosa porque era chica.

Me asomé a la ventana porque justo salían Harry y Rick de sus segundas casas, y les dije lo del bebé pero lo que vino después fue lo peor...