✨Prólogo 🌻

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Desperté con un ligero dolor de cabeza, observaba el techo donde había una luz que parpadeaba poco como si fuera a quemarse aquel único foco que alumbraba aquella habitación donde me encontraba. Levanté un poco la cabeza encontrándome con un hombre al cual no conocía en lo absoluto, ¿Qué me estaba haciendo?, él se encontraba  encima mío, me....me.....estaba ¿violando?, se sorprendió al verme despierta y paró, por fin podía ver su rostro mirándome con una sonrisa ladina, ¿Cómo no había sentido cierto dolor?, tragué duro sintiendo poco a poco aquel dolor presentado.

—Veo que ya despertaste perrita

No dije nada me quede mirándolo fijamente mientras él continuaba con lo suyo, no decía ninguna palabra ningún gemido de dolor o placer algo que a él le empezaba a molestar, ¿Qué más podía hacer?, el dolor seguía presente pero yo tan solo tenía unas inmensas ganas de llorar, no quería verme débil pero frente a él ya me encontraba vulnerable.

—¿Por qué mierda no hablas?, ¡¡Vamos gime para mi estúpida!!

Y ahí seguía yo, sin ningún brillo en mis ojos ni de dolor ni de gusto, él cada vez lo hacía más y más fuerte, escuchaba sus gruñidos, sus intentos de hacerme soltar un gemido, levantó a verme observando como mis lágrimas salían, pero no sentía nada las lágrimas salían solas, no tenía ninguna expresión solo aquellas lágrimas que reflejaban mi dolor interno, me dolía en el alma lo que estaba sucediendo pensando que capaz yo tenía lo culpa de ello.

—¡¡Maldita sea di algo!!

Nada, no había nada que decir allí, ¿Qué me dolía?, ¿Qué parara?, bien sabía que eso no pasaría por más que dijera algo, me miro fijo y viendo su ojos llenos de furia dio unas últimas embestidas hasta venirse en mi, se paro y siguió mirándome con esos ojos penetrantes, yo no sentía nada mis ojos estaban oscuros y sin brillo, sentí que eso hizo efecto en él ya que vi cómo relajaba  su expresión de enojo, se levanto los pantalones y salió de la habitación cerrando fuertemente la puerta dejándome confundida.

Me levante como pude soltando quejidos bajos buscando mi ropa que estaba regada por la habitación, me la coloqué mientras miraba  cada rincón, aquel lugar apestaba, era horrible, estaba asquerosa yo misma, pero más me preguntaba el ¿Cómo llegue acá?, mi madre se preocupara, no recuerdo nada de lo que pasó, me senté en aquella cama abrazando mis piernas tratando de recordar lo que había sucedido pero la más grande duda que tuve era ¿Quién era aquel hombre?, ¿Por qué me hizo esto?, no quiero estar acá....no quiero, por favor.

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Mi dueño (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora