✨Capítulo seis🌻

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Miraba sus piernas recostada en aquella cama como si fuera lo más interesante que había,  fuera de ello aquellos pensamientos no la dejaban tranquila, ¿Por qué se atrevió a ser bueno con ella?, ¿En realidad fue bueno?, no lo sabía pero sentía un poco de tranquilidad al saber que Yoongi no volverá de nuevo, sonrió levemente por aquella petición aceptada no parecía tan malo después de todo pero ¿Por qué Seokjin me dijo eso?, tal vez sólo era un paranoico, aún no sabía el porqué capaz pronto se enteré o quizás nunca lo sepa.

No sabía cuando saldría de allí, conocía a su madre y que la buscaría por donde fuera, se odia infinitamente el imaginarla llorando por no saber su paradero, las noches en vela pensando que ya volvería, no debió salir pero tampoco podría estar encerrada en su casa toda su vida, había ido inocentemente a comprarse unos dulces y ya pensaba que fue el peor error que cometió, tampoco sabía si aquel chico de ojos miel volvería nuevamente, ansió verlo ya que se habúa quedado embobada pensando en aquellas fracciones de su bello rostro, sus labios, sus ojos, sus pequeños lunares que lo hacían ver simplemente perfecto, nunca antes había conocido a un chico así.

—Taehyung, ¿Volverás algún día?

Dejó aquellos pensamientos de lado al escuchar el sonido de la puerta abrirse, Hoseok traía algo de ropa y la guardo en un cajón de aquella mesita de noche, vio que entonces si hablaba enserio con eso, se levantó acercándose hacia él pero en ningún momento la miró a los ojos lo cual lo encontraba bastante extraño, ¿En que estará pensando?, no lo sabía y dudo mucho que lo quiera saber, él era un tanto misterioso más su personalidad que aún no lograba descifrar, la sujetó de la muñeca para salir de aquel cuarto, empezaron a subir las escaleras hacia la planta alta.

¿Estuve todo este tiempo se encontraba en un sótano?, era obvio y aquella debió suponerlo pero no es como si llegarás a ser secuestraba cada cierto tiempo, ¿Dónde más la podría tener secuestrada?, admiró cada detalle de la casa, era hermosa a simple vista, grande y acogedora, totalmente diferente a lo que se imaginaba de lo que era pensaba que sería un desastre, una casa de un criminal o un asesino en serie con varios guardias o escuchar gritos agonizantes, quizás si había visto demasiadas películas pero igual esta era un tanto extraña, una casa como la de todos los ricos pero estaba vacía, no había nadie caminando por los pasillos, aunque por las ventanas logró divisar varios hombres de negro.

Siguieron  caminando por aquellos pasillos subiendo al segundo piso, al fin se detuvieron en una de las tantas puertas, giro la perilla abriéndola por completo admirando una luz blanca.

—Bien, este es el baño, haz lo que tengas que hacer te esperare acá, pobre de ti que intentes algo así que hazlo rápido, todo lo que necesitas está allí, te dejé un cambio de ropa más adentro.

Asintió tranquila sin ningún reproche acatando todo lo dicho ingresando aquella habitación, un cuarto blanco y pulcro que simplemente podría ser una habitación más, tenía un espejo grande y los utensilios en su lugar, sin duda cualquiera se podría quedar toda la noche allí admirando cada detalle, empezó a llenar la bañera para darse un relajante baño, si al menos se quedaría allí  podría tener esa comodidad, ¿No?, creo que ya hasta cualquiera quisiera ser secuestrada de vez en cuando con aquella comodidad, solo por ello.

Terminó de asearse y ya cambiar empezó a secarse el cabello con la toalla, se quedó quieta al mirarse en el espejo notando los moretones aún presente en su cuerpo, se detalló tristemente cada mancha púrpura que tenía ni se había percatado que tenía el labio hinchado junto con una mancha allí, abrió la puerta lentamente al haber ya terminado y encontró al pelirrojo recostado en la pared mirando su celular, levantó la mirada encontrándose con la contrario quien tragó con dificultad saliendo por completo de la habitación.

Mi dueño (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora