✨Capitulo veinticuatro🌻

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Las sonrisas y besos traviesos que se daban eran prueba notoria de que no se habían olvidado, de que aún se amaban como la primera vez que se dijeron "te amo", parecían dos tórtolos enamorados como si fueran unos adolescentes y se estuvieran escapando de sus padres para vivir juntos y ser, ¿Felices por siempre?, aún se cuestionaba esa palabra ya que solo existían en los cuentos de hadas. Taehyung estacionó el coche en su casa y salió para abrirle la puerta del copiloto a Jungkook, todo un caballero sin duda.

—No pienses que por esto ya estás perdonando Kim, estoy aguantándome las ganas de cortarte las bolas por ser tan idiota.

Taehyung reprimió una carcajada ante las palabras del menor y simplemente sonrió, sabía que era débil ante aquella característica sonrisa cuadrada que le calentaba el corazón, cerró el coche con seguro y enrolló sus brazos en la cintura de el azabache besando ambas mejillas de este mientras caminaban hacia la entrada de la casa.

—Ya sé que debo hacer méritos para que me perdones pero ¿Enserio me harías eso Jeon?

—Sabes que soy capaz de todo Kim, no juegues conmigo ni tampoco te atrevas a retarme.

El azabache hizo un tierno puchero provocando que el castaño se lanzara a sus labios, fundiéndolos en un tierno y suave beso sin ningún sentimiento de lujuria, tan solo se transmitían amor mutuo mientras sus manos subían y bajaban por su espalda.

—No sabes cuanto te extrañe, cuántas noche rogué porque pasara esto, te amo kookie, perdóname por ser tan imbécil.

—Umm....Déjame pensarlo TaeTae.

El menor sonrió mostrando sus dientes mientras que el castaño lo adentraba a la casa, su casa, su hogar, siempre todas las tardes venia una señora a limpiar la casa ya que Taehyung trabajaba y no tenia el tiempo necesario como para limpiarla el mismo además de que era muy perezoso en ese tema, el mayor se adentro a la cocina para servir la cena pues la señora además de asear la casa le dejaba la cena lista, de todas maneras Taehyung era muy vago cuando se trataba del aseo o cocinar pero si hay dinero, ¿Por qué no gastarlo?

Comieron su cena como siempre lo hacían juntos repartiéndose una que otra sonrisa y hablando de algunos temas triviales como que hizo el otro en su ausencia claro omitiendo las partes donde Taehyung lloraba cada noche porque extrañaba al azabache o las veces en que intentaba saciarse en otro cuerpo pero que nunca lo lograba, nadie podría reemplazar al azabache, lo amaba y se decía incontables veces que debía recuperarlo, debía volver a enamorarlo.

Ya terminando la adorable cena el azabache subió las escaleras decidido a darse una buena ducha después del largo viaje que tuvo , mientras que Taehyung por primera vez, ya casi exagerando, empezó a lavar los servicios a pedido de su pequeño, pues aunque se llevaran por dos años, cosa que cualquiera lo ve poco tiempo él lo llamaba así o simplemente apodos tiernos, como cualquier pareja.

Jungkook termino su relajante baño encontrándose con el castaño echado en la cama entretenido con su celular, bufo por falta de atención por su parte y abrió el armario buscando alguna pijama.

—¿Por qué no duermes desnudo?, si te ves precioso.

—No empieces Kim.

—¿Qué paso?, ¿Por qué mi pequeño esta enojado?

El azabache resoplo colocándose el polo y el bóxer mirando de reojo al contrario, básicamente era fácil hacerlo enojar pero a la vez era fácil calmarlo, conocía sus gestos a la perfección como para saber si le gustaba o molestaba algo, debía hasta adivinar que era lo que le molestaba en esos momentos, andaba analizando el entorno. 

Mi dueño (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora