✨Capítulo Tres🌻

1.7K 55 0
                                    

—En pocas palabras la raptaron, Dios mío debe de estar aterrada.

—Eso no me interesa lo importa acá es que Hoseok esta satisfecho, la mocosa es linda se maneja un cuerpo y era virgen no podría pedir más hicimos un buen trabajo.

—¿QUE?!, ¡¿Por qué hicieron eso Yoongi?!

—Ya sabes que no debes meterte, recuerdas lo qué pasó la última vez ¿No?, dudo que lo quieras repetir.

—Si, si, lo sé al menos agradezco seguir vivo pero igual me preocupa déjame darle de comer por favor estoy preocupado.

—¡No!, te conozco SeokJin no te quiero ver muerto luego.

—Te prometo que solo le daré de comer enserio.

Yoongi no mentía, odiaría que al mayor le sucediera algo, ya le había tomado demasiado cariño como para que estuviera muerto por cometer tremenda estupidez, suspiró volviéndolo a los ojos, le estaba suplicando básicamente por él haría lo que fuera, chasqueo la lengua rendido.

—Está bien, está bien anda pero te estaré vigilando.

—De acuerdo.

El mayor corrió hacia la cocina sirviendo una pequeña porción que debía llevarle claro dejando todo exacto para su jefe primero, todos los que trabajaban para él sabían que no debían hacerlo enojar, podría ser un buen amigo, un buen jefe, excelente en todo, pero hacerlo enojar era un infierno total, Seokjin nunca olvidara el momento en que casi pierde la vida por una tontería inocente que cometió según él, había cometido el error de haberse enamorado.

SeokJin miraba con furia al pelirojo mientras apretaba los puños mientras el contrario seguía revisando aquellos papeles que le habían enviado, se encontraba tan concentrado que ignoraba por completo al contrario pero en realidad si lo había visto llegar y lo escuchaba atentamente solo que aparentaba no hacerlo.

—Por favor Hoseok déjame ser feliz con ella yo la amo, déjame darle una mejor vida, déjame llevármela te lo imploro, no nos verás te lo prometo.

El pelirrojo dejó a un lado los papeles dejando sus gafas a un lado para agarrarse el puente de la nariz algo molesto, intentaba respirar tranquilo para calmarse pero era inevitable no hacerlo cuando lo único que salía de su boca eran sandeces. 

—¿Eres idiota o qué?, ¿Cuándo mierda me has visto que yo eh regalado lo mío?, esa perra me pertenece no es mi problema si te lavo el cerebro, si quieres lárgate, pero a ella no te la llevas, aprovecha que te estoy dando la oportunidad de salir vivo de aquí.

—Hoseok por favor...

El contrario lo miraba suplicando intentando calmar su enojo apretando fuertemente los puños, ¿Qué le costaba hacerlo?, mucho, no podía irse porque quería con aquella chica, los guardias no lo dejarían y podrían hasta matarlo por querer hacerlo, por ello estaba allí implorándole a su jefe quien hacía caso omiso a sus palabras, estaba harto.

—Todavía que me traicionas, casi se escapa la maldita sea por tu culpa agradece que aún tengo un poco de cordura y...

—Eres un bastardo que no sabe tratar a una mujer, ¿No ves cómo sufre?, ella está enamorada de mí y yo de ella así que quieras o no me la llevaré.

Seokjin no supo lo que le esperaba en ese momento si lo hubiera sabido se hubiera arrepentido incontablemente por haber dicho esas palabras, Hoseok no se quedó tranquilo estaba cargado de furia por haber escuchado esas palabras que para él fueron estupideces, se levantó de su asiento acercándose rápidamente hacía el contrario quien no tuvo ni oportunidad de escapar, lo agarró de los cabellos tirándolo al suelo de un tirón, intentó levantarle como pudo pero su cara fue estampada nuevamente contra el suelo.

Su cabeza no dejaba de hacerla rebotar contra el suelo, las lágrimas de dolor no tardaron en salir, este intentaba cómo podía quitárselo de encima pero Hoseok cargado de enojo era más fuerte, empezó a golpearlo tirándole puñetazos en todo el rostro, la sangre corría por sus manos pero a él poco lo importaba los gritos de dolor del mayor.

El pelirrojo se levantó mirándolo desde arriba, Seokjin pensó que ya lo dejaría y podría respirar tranquilo, pero no, eso no acabó, empezó a patearlo una y otra vez, el mayor solo sentía que sus costillas se romperían si seguía golpeándolo, la tortura no paraba la furia que lo cargaba era enorme, lloraba de impotencia rogándole que parara pero este hacía oídos sordos.

—Ho-Hoseok.....para....por favor...

La sangre seguía corriendo por el suelo, sus manos estaban manchadas por la sangre del mayor paro por fin  cuando ya no escucho sus quejidos quedándose mirándolo en el suelo tirado retorciéndose de dolor con las lágrimas brotando de sus ojos, chasqueo la lengua agachándose nuevamente tomándolo de los cabellos.

¿Aún quieres llevarte a mi perra?

SeokJin lloró de impotencia al no poder defenderla, le dolía en el alma no hacerlo, los ojos del mayo le aterraban y sabía que lo mataría sin pensarlo dos veces, tragó con dificultad agachando la mirada sintiéndose un completo cobarde.

—N-no...

Eso es para que veas que nadie absolutamente nadie se mete con lo mío, ¿Entendiste?

S-Si jefe...

Muy bien, agradece que te tuve piedad y no te mate, ahora lárgate que tengo que hacer y no quiero escuchar llantos por tu parte.

El pelirosa asintió como pudo mirando como Hoseok se alejaba volviendo nuevamente a su silla colocándose nuevamente sus gafas mientras que el mayor deseaba haberse mordido la lengua y ahorrándose la golpiza pero lo hacía por ella, por su amada, su futuro junto a ello lo veía más lejano ahora, se levantó agarrándose de la pared tanto podía su sangre seguía goteando mientras caminaba a su habitación, la amaba enserio la amaba pero prefería seguir viviendo al menos para seguir viéndola no se esperaba que aquel hombre fuera tan cruel ahora entendía porque los demás decían "No hagas enojar al jefe" nunca debió retarlo si no ahora no estuviera curando sus heridas ahogando sus gemidos de dolor para no seguir haciendo enojar a "su jefe" mientras lloraba de impotencia por el dolor de su adorada.

Mi dueño (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora