✨Capítulo once🌻

909 43 1
                                    


Se miraban perdidos como si solo aquellos dos estuvieran en aquella habitación, el chico de ojos miel sonrió levemente provocando un sonrojo en la contraria quien intentó levantarse pero una mano en su muñeca detuvo su acción, volteo mirando al causante de manera extraña, no conocía la razón y quería saberla.

—¿Qué haces acá Taehyung?

—Vine a ver a la pequeña claro, no pude venir antes por el trabajo, me deja cansado tanto papeleo.

—¿Sabe Hoseok que estás acá?

—¿Mi primo?, pues no, ¿Puedes avisarle por favor Jinnie?

—Vamos afuera entonces.

—Tranquilo solo saludaré a _______ mientras tu lo llamas, se que lo harás rápido.

El mayor lo miró entrecerrando los ojos analizando al contrario, no era muy apropiado aquello pero iría rápido y sabía que no intentaría nada, suspiró rendido y subió las escaleras corriendo hacia la habitación de su jefe, mientras que el rubio cerraba lentamente la puerta para acercarse a pasos lentos hacia aquella cama, acarició la mejilla contraria dulcemente dejando un beso en su frente para luego sentarse a su lado.

—Lo siento si llegue tarde pequeña, ¿Te han estado tratado bien?

—S-Si Taehyung.

—Dime Tae, ¿De acuerdo?

—¿Hoseok es tu primo?

—Si por parte de mi tío, su padre adoptivo.

¿Adoptivo?, lo miró frunciendo el ceño, no se esperaba aquella información pero a la vez no conocía casi nada de la vida privada del susodicho, solo que a veces era un bestia en la cama pero más allá de eso no lo conocía, era demasiado extraño y misterioso, sintió al rubio acercarse un poco más a ella alzándola del mentón analizándola por completo, se encontraba nerviosa, temblando un poco por el repentino acto,  dudaba fielmente que intentaría hacerle algo puesto que no reflejaba ninguna malicia en sus ojos y rogaba no equivocarse con ello.

—Eres hermosa, ¿Lo sabes?

—No, no lo soy exageras un poco

—Claro que no, desde la primera vez que te vi no dejaba de admirar tu belleza, tus ojos color café tan perfectos y preciosos, tu piel que me dan ganas de recorrer cada centímetro de tu cuerpo y esos labios tan apetitosos que ansío devorarlos.

—Tae yo...

La cercanía era inevitable, el espacio era nulo y sus respiraciones poco a poco empezaban a mezclarse, sus ojos viajaban de sus labios hacia los ojos contrarios, su estomago lo sentía revuelto en ese instante, se sentía una completa enamorada, creía que estaba viendo a su primer amor, sus labios por fin dieron a conocerse empezando un moviendo rítmico sin querer separarse, se sentía en las nubes donde no quería bajar en ningún momento, si así era el amor ella no quería que acabase, se separaron por falta de aire y sus frentes se juntaron tratando de recobrar el oxígeno no queriendo para aquel momento.

—Eso, eso sin duda fue único.

—Si....

Se miraron fijamente estudiándose, había un brillo inexplicable en los ojos de la contraria que provocó una sonrisa en el rubio, dejó un par de besos en sus mejillas para luego volver a unir sus labios sin querer soltarlos nuevamente, mientras que ella aún no quería que parase.





Mi dueño (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora