Thomas sonreía como podía a las distintas fans que lo esperaban en el aeropuerto, habían unas quince chicas pidiéndole un video o una foto, llegaba a un punto donde lograban estresarlo, aunque la mayoría estaban demasiado ocupadas con su compañero de cast, Dylan O'Brien, quien era mucho más reconocido que él.
Llegó al carro prácticamente arrastrándose, y una vez que entró se dio cuenta que faltaba alguien. Faltaba Dylan. Y los nervios comenzaron a formase en un santiamén, distintos pensamientos negativos llenaron su mente hasta llegó a una conclusión: si a él, las fans le habían hecho de todo, no se imaginaba lo que le podrían haber hecho a Dylan. Ni si quiera sabía porque le importaba tanto la estabilidad del castaño, pero sabia que después de este episodio él no se encontraría bien; probablemente estaría nervioso, tenso y ansioso por unos días más.
Interrumpiendo su "análisis" la puerta de la camioneta se abrió, dejando que un asustado Dylan entrara y se sentara rápidamente al costado del rubio. Aún se escuchaban los gritos y algunos llantos que provenían de afuera.
O'Brien cerró los ojos fuertemente y apoyó su cabeza en el hombro de Thomas. Sangster lo rodeó con sus brazos y empezó a acariciar su cabello buscando calmarlo. Siempre que se sentía de alguna manera disturbado, buscaba su roca en medio de la tormenta, quien claramente era el británico. A veces Ki llegaba a fastidiarlos diciendo que parecían una pareja o que buscaran un cuarto, pero a pesar que Dylan le sacara el dedo corazón o le respondiera con algún insulto, no le molestaba en lo absoluto. Todos en el cast sabían del gigantesco crush que él mantenía en el rubio desde el primer día en el que lo vio, y ya habían pasado tres años desde entonces, cada día creciendo más y más. Pero lamentablemente, el británico no parecía hacer nada al respecto a pesar de saber con certeza los sentimientos del castaño hacia él.
Dylan trataba por todos los medios de deshacerse de esas paredes británicas que cubrían al rubio, y había logrado un gran avance, ya que este parecía quererlo a su manera extraña.
—Dyl... —susurró el acento marcado contra su oreja—. Ya pasó.
Dylan sintió derretirse.
—Tengo frío —Dylan se acurrucó lo más que podia en el pecho de Thomas.
Thomas no dijo nada, simplemente se quitó la chaqueta de Newt, y se la puso encima. Estaba tan acostumbrado a cuidar a Dylan —sin tampoco saber el porqué— que ya no le importo si él mismo sentía frío, tan solo debía proteger al menor sobretodos y sobre todas las cosas.
—Gracias.
—Les dije el nombre del hotel —murmuró Kaya, quien estaba sentada en la parte de atrás de la van con su esposo e hijo.
Los dos chicos se sintieron culpables por no haberse preocupado como debían por el bienestar de la familia y tan solo pensar en el otro. Se habían olvidado por completo de su presencia.
—¿Crees que vayan? —preguntó el esposo de Kaya.
—No lo dudaría —habló Thomas.
Desde ese momento, el silencio reino en el carro, permitiendo que Dylan quedara dormido entre los brazos del rubio quien en ningún momento paró las caricias.
[...]
—Dyl, despierta —Thomas susurró moviendo un poco a Dylan, estaban a unas cuadras del hotel—. Probablemente hayan fans esperando, así que prepárate. No te separes de mi, ¿entendido?
El aludido tan solo asintió con la cabeza, aún un poco intranquilo por los ruidos de afuera y lo ocurrido anteriormente.
Llegó a la recepción, y justo cuando estaba abriendo la puerta, un ruido le llamó la atención:
