Fantasmas

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Apolline cumple con su tarea rápidamente y en completo silencio. Maquilla las pequeñas marcas que aun no sanan en mi rostro, corta mi cabello, y lo peina meticulosamente, sin dejar un solo cabello fuera de su lugar. Cuando llega el tiempo de retirarse no me dirige la mirada, y tampoco se despide, se mantiene fría hasta el final. Lamento mucho que ella piense que soy completamente responsable de la situación, lamento ser parcialmente culpable, lamento que hace un año decidí entregarme al sueño de vivir junto a Katniss, de seguir enamorado y enamorarla en el camino.

Cinco minutos después de la partida de Apolline, un perchero móvil con varias prendas es introducido a la habitación por una mujer pálida y rubia que lo empuja. Su cabeza se mantiene baja, podría jurar que es un avox por  la sumisión en sus maneras, pero al levantar el rostro sus ojos celestes se encuentran conmigo y la reconozco de inmediato, Portia. La imagen de aquel ángel sin alas quedo en el pasado, ahora parece un alma en pena, un fantasma al cual no se le permitió seguir su camino. Ella siempre fue pálida, su piel era un blanco luminiscente pero  su color ahora es una especie de gris enfermizo, su cabello se ve sin vida, y su rostro completamente abatido, esta mujer no es Portia. Esta usando un vestido negro a la altura de las rodillas, luce tan diferente a la mujer que conocí hace un año ¡Luce diferente a la mujer que deje en la sala de lanzamientos hace una semana!  Me acerco a ella y mientras nuestras miradas se mantienen fijas la una en la otra, muevo un mechón de cabello de su cara y ella instintivamente se deja caer en mi mano, buscando una caricia como un animal herido. Al retirar mi mano, sus ojos empiezan a emanar lagrimas y se lanza a mi abrazándome y acariciándome la nuca en donde la línea del cabello se termina.

—Pensé que no iba a verte nunca mas— me dice en silenciosos sollozos

—Era mi intención, Portia.— respondo intentando de hacerla reir, pero no funciona —Estoy aquí, estoy bien— anuncio acariciando su espalda —No te ves bien— digo mientras la tomo por los hombros y la observo con cuidado

—Yo estoy bien, enferma de preocuparme por ti, pero estoy bien— responde ella intentando de sonreir —Tengo que vestirte, creo que tendrás una pequeña entrevista con Caesar—

—Así que de eso se trata esto— murmuro para mi mismo. Portia empieza a sacar camisas del perchero, tienen diferentes estilos, pero todas son de color blanco.

—¿Por qué blanco?— inquiero con tono sarcástico ya que la moda extravagante del Capitolio no se luciría en todo su esplendor con colores como el blanco

—Asociación de colores, las imágenes que llegaron de los rebeldes han sido de personas vestidas de negro. Algunas de ellas completamente sucias, bañadas en sangre, asumo que el presidente quiere usar todos los recursos que le sean posibles para poner a la audiencia de su parte— responde Portia que parece haberle dado mucha reflexión al tema.

—¿Asi que sabes de los rebeldes? Podrías explicarme que es lo que esta sucediendo, Portia— pregunto intentando no sonar muy demandante ella no es responsable que los demás decidieran ocultarme información. Me niego a tratar a mi estilista de la misma manera que Apolline me trato a mi.

—No se nada Peeta, esa es la verdad.— dice mientras saca varios pares de pantalones y los expone en la cama junto a unos sacos bastante elegantes —La rebelión ha sido organizada por el distrito trece…—

—El distrito trece, pero si..—

—Ah! parece que se un poco mas que tu después de todo. El distrito trece esta intacto, nos hicieron creer que fue destruido, pero ellos prometieron mantenerse alejados del resto de Panem a cambio de una especie de libertad—

—¿Como pudieron organizar una rebelión  estando aislados, estando tan lejos de todo?—

—No lo se, solo se que esperaban por el momento indicado para atacar al capitolio, para organizar a los distritos, y ese momento llego cuando…—

—Cuando Katniss saco las bayas de su bolsillo, venciendo a los organizadores de los juegos, obligándolos a cumplir con su promesa—

—Exacto. No sé cómo se organizaron, Peeta, solo sé que lo hicieron. Los estilistas y los ayudantes no sabíamos nada, con excepción de Cinna.—

—¿Dónde está él? Apolline dijo que escucho rumores, sobre algo malo que le sucedió— pregunto y cuando levanto la mirada veo como Portia limpia las lágrimas que caen nuevamente sobre sus mejillas —¿Portia?— pregunto mientras me acerco más a ella intentando leer sus expresiones —¿Dónde esta Cinna?— inquiero nuevamente

—Él.. él esta muerto Peeta—responde Portia con voz temblorosa y ojos vidriosos por las renovadas lagrimas

—¿Cuándo? ¿Qué sucedió?— pregunto mientras me siento completamente abrumado en la cama sobre una de las camisas.

—No lo se, fue después del lanzamiento… lo vi minutos antes que fuera a despedirte, me dijo que todo estaba bien.  Me dijo que todo estaría bien…— cuenta Portia mientras se sienta a sollozar sin control a lado mio.  Pongo mi brazo sobre sus hombros, sin saber que decir, sin saber si existen palabras para impartir suficiente pésame  para tal perdida, sin siquiera saber que tan grande fue la perdida ¿Qué significaba Cinna en la vida de Portia?  El llanto de mi estilista cesa al escuchar sonidos tras la puerta, se levanta tocando su brazo derecho  de manera  nerviosa y continua con su tarea como si nada hubiera sucedido.

—Creo que es hora que elijamos que vas a usar esta noche— anuncia con voz muy baja y sus ojos esquivando los mios a toda costa. Cuando elige el atuendo completo, me quito mis ropas de prisionero y escucho el pequeño grito ahogado proveniente de sus labios

—¡Me lo prometieron!— exclama con voz medida  —¡Me prometieron que no te harían daño si les decía lo que querían!— espeta Portia cubriéndose la boca mientras mira las marcas de los abusos de los agentes de paz. El color morado de los hematomas esta desvaneciéndose en ciertos sectores, no luce tan mal como al principio, y es el menor de todos mis pesares en este momento.

—¿Que les dijiste?¿Que querían saber?— pregunto intrigado mientras me pongo una camisa para evitar la mirada de lastima de mi estilista

—Querían saber dónde esta Effie, pero no se donde esta, la vi un par de veces después del inicio de los juegos pero ella también estaba demasiado preocupada para eventos sociales— confiesa Portia

—¿No querían saber nada mas? ¿Eso fue todo?—

—Querían confirmación sobre el distrito trece, sobre los involucrados… No podía confirmar nada ya que no se nada con completa certeza… Y también querían saber desde cuando conocía a Plutarch Heavensbee. Lo conocí en el tour de la victoria, el mismo día que Katniss y tu lo conocieron— dice ella mientras escrudiña mi tórax a pesar de que ahora se encentra cubierto por la fina tela de una camisa —¿Duele?—

—No tanto como quisiera— confieso— Mi familia… Mi familia está muerta ¿Sabías eso?— le pregunto sin poder evitar que mi voz se quiebre en la ultima palabra. Portia no puede mirarme a los ojos ni siquiera pronunciar las palabras, solo asiente con la cabeza baja.

Ambos nos mantenemos en silencio, sin nada mas que decir, la guerra acaba de empezar pero hay tantos muertos en esta habitación, tantos fantasmas que hacen las palabras sean obsoletas en comparación con este insoportable dolor ¿Es esto lo que le sucederá a los sobrevivientes?¿ Vivirán solo para convivir en silencio? ¿Solo para funcionar un dia a la vez evitando el contacto humano, solo porque el dolor de los recuerdos será demasiado?… ¿Y que hay con la culpa? El dolor es suficiente para alejarte de aquellos que permanecerán con vida ¿Cómo nos dañara la culpa de no haber buscado una solución mas rápida? ¿Qué hay de la culpa de haber tomado vidas inocentes solo por recibir ordenes? ¿Y que sucede con aquellos que quedaran atormentados por haber decidido salvarse a si mismos cuando tenían la posibilidad de ayudar a los demás?  ¿Que pasara con todos nosotros ahora que queremos transformar a todo Panem en un gran escenario de los Juegos del Hambre?

Sinsajo perspectiva de Peeta MellarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora