Primera Semana

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Miraba fijo a la profesora, por lo menos es lo que creía ella. Apoyando mi cabeza en mi mano estaba durmiendo con los ojos abiertos, completamente perdida y relajada observando su rostro fijamente.
Estaba en la hora de biología, mi cabeza captaba sólo pocas palabras de lo que sucedía allí afuera, palabras las cuales no relacionaba por no estar prestando atención, poco a poco siento como mis ojos se van cerrando y como son cada vez menores las palabras que capto, por lo que mi subconciente me grita
¡No te duermas!
¡estas adelante!
¡incorporate!

Rápidamente abro mis ojos y despierto, busco con la mirada la hoja finjiendo leer, me sentia tan dormida y pensar que mis ojos nunca se cerraron. Estaba pensando en pedirle ir al baño para lavar mi rostro, anoche no me había acostado tan tarde como otras noches a pesar de haber llevado a cabo el pequeño escape.

Luego de media horas eternas, el timbre finalmente suena y soy la primera en salir, me dirijo rápidamente a la cafetería, mi estómago exigía por alimento prácticamente desde que comenzaron las dos horas de biolgia. Luego de conseguir mi comida, tomo asiento junto con los demás chicos, era divertido estar con ellos, siempre Bromeaban y jugaban, yo lo disfrutaba sólo sentandome con ellos y sonriendo por cada estupieces que sus bocas escupian, manteniendome invisible de algún modo, invisibles es como lo llamarían ustedes, para mi es simplemente otro modo de disfrutar las cosas, me distraigo de su conversación y observando un punto fijo comienzo a pensar en lo raro que había sido estar en ese lugar con aquel niño, de verdad había llamado mi atención, era raro mantener el tipo de relación sólo con miradas, pero desde el instante en el que lo vi, sentí que era suficiente sólo con verlo. Después de varios minutos imganiando como sería el echo de que intercambiaramos palabras, aunque creo que para eso faltaba demasiado, o a probablemente no sucedería nunca, prácticamente nos ignormábamos cada vez que compartíamos el espacio, a no ser las veces en donde lo observaba... Pero a eso no es a lo que quiero llegar; lo que opino es que como ninguno de los dos necesita no ve necesario entablar una relación con el otro, jamás sería más que mi compañero de estacionamiento y al chico que obsebaba por provocarme curiosidad, no veia ni quería una relación de otro modo, estaba comoda de ese modo.

Al tocar el timbte volviendo al salón me encuentro con mis amigas ya que nuestras clases estaban separadas e íbamos o cursos diferentes y de verdad lo agradecía, si les soy sincera creo que esto no se trataba de una amistad, si no de varias sesiones de psicología gratuitas, era como su Consejo escolar privado, conmigo podían, desahogarse y contarme todos sus problemas, guardaba sus secretos más oscuros, y las tres sabíamos muy bien que jamás sería capaz de decir o contar algo, por mas voluntad que pusiera, jamás, jamás en la vida contaria algo privado de sus vidas, ni de la de nadie, no podía, pensarán que ellas también tenían oídos para mi, pero además de no tener ganada su confianza tampoco tenían intenciones de escucharme, por lo que nuestra relación simplemente se basaba en eso, y estaba realmente agotada.

Ya era miércoles, solo quedaban algunas semana de clases y el verano comenzaria, no estaba demasiado entusiasmada, solo estaría en mi casa, acomodando y leyendo libros.
Eran las 1:55 pm me encontraba de nuevo en el estacionamiento, estaba centada en un rincón observando a los autos pasar desde lo lejos, miro hacia el cielo, la noche estaba despejada y las estrellas ocupaban gran parte de la superficie, me quedo obserbandolas por un rato, no había rastros del idiota, por lo menos no hoy, el lunes pasado gracias a mi torpeza miestras me alejaba para volver a mi casa patee una piedra que retumbo contra un tráiler provocando un ruido espantoso, en ese momento todo mi cuerpo se había paralizado y mis ojos se abrieron abruptamente al oír que dejo de tocar su guitarra, comience a correr hacia el enrejado y lo salte rapidamente escondiendome, en ningún momento siguió mis pasos, seguramente habrá creído que era un gato, por lo que después de algunos minutos continuó con lo suyo y yo pude marcharme a mi casa.

Ahora estaba nuevamente aquí, yo no llevaba el tiempo durante el cual había estado viniendo ni tampoco tenía horarios, solo venía cuando lo necesitaba.
Coloco mis auriculares y decido levantarme para pasear por ahí, sintiendo el frío y el viento sobre mi rostro nuevamente, amaba verdaderamente esa sensación, sólo permanecer ahí, oyendo música, observando a mi alrededor, de pie, sin hacer absolutamente nada, sólo disfrutar, era mi nueva terapia.

La primera vez que intercambiamos miradas fue la tercera vez que fui, estaba leyendo un libro sentada en un tráiler cuando siento un mirada sobre mi y al alzar mi cabeza lo veo por primera vez, me miraba tratando de estudiarme, preguntando con la mirada que rayos hacia ahí, sólo la doy una sonrisa tímida y bajo mi cabeza a mi libro, luego de unos minutos se marchó detrás de su tráiler donde se encontraba la primera vez que lo vi, consideré eso como una especie de bienvenida, para las siguientes veces siempre intercambiabamos miradas, pero no era la gran cosa, sólo lo miraba como en forma de decir, "ey llegué, aquí estoy, sólo voy a dar unas vueltas por aquí ¿de acuerdo?" luego de pasar por el tráiler en el que estaba apoyado, es como si no estuviera allí, o al menos me sentía cómoda con su presencia, no era agresiva ni me incomodaba porque sabía que el utilizaba este lugar para lo mismo que yo, escapar, o bueno al menos eso era lo que creía.

El Idiota De Buzo Blanco (S.M)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora