Segunda Semana

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Esta vez no soy yo la que provoca un ruido abrupto, quito mis auriculares, asustada mirando al rededor, tenía que irme, alguien podría estar
Ahí conmigo, y mi idea no era compartir este lugar con nadie más que el idiota, a no ser que sea el, pero jamás venía aquí en estos días generalmente sólo venía los domingos jueves y lunes, no me pregunten porque tenía un horario, pero al parecer todos aquellos días a las 12:56 pm estaba aquí.
Busco el origen del ruido proveniente detrás de un tráiler, y la escena que presencié me dejo perpleja, era el idiota, pero no venía solo, tenía compañía, una niña específicamente.
No podía permitir aquello, ambos sabíamos de la presencia del otro, no era tan idiota como lo llamaba, el sabía de mi y sin embargo respetaba mi presencia, a pesar de no haber intercambiado una palabra nunca, ambos sobreentendiamos que era una manera de liberarse el ir a ese lugar, el no me lo habia dicho nunca, pero bastaba ver la fuerza que descargaba en esa guitarra y la pasion con la que utilizaba su voz para descargarse.
Para mi era un lugar demasiado íntimo, pero el muy idiota no entendió en todo este tiempo que no puede usar nuestro lugar de liberación como un prostíbulo para sus niñitas.
Me iba a marchar, pero esta sería la primera y última vez.
Trato de callarme y razonar, hablaría con el si era necesario, no era la dueña del lugar para indicarle que hacer, si queria usar el lugar como un prostíbulo lo haría, y yo no era nadie para decirle que no, pero pondríamos días y horarios, como el tenía los suyos, yo tendría que tener los míos, el estaba ahí primero la noche en la que lo vi, por mas que me cueste aceptarlo, el idiota había estado ahí primero, y lo odiaba tanto, por quitarme el único lugar al que podía escaparme cuando quisiera, lo odiaba por haber llegado primero, lo odiaba por no respetar el único epacio que consideraba mio por unos minutos, lo odiaba por no tomarse en serio su manera de descarga con ese lugar, porque déjenme decirles, que después de ese miércoles, nunca se repetía la chica, era un verdadero idota, con todas las malditas letras y en mayusculas. Pero se había acabado, hablaríamos y le dejaría las cosas claras, dos semanas había podido comportarse conmigo como un chico normal, luego su idiotez de apoderó por completo de su ser y no podía seguir soportando esto.

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⏰ Última actualización: Oct 27, 2018 ⏰

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El Idiota De Buzo Blanco (S.M)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora