Capítulo 1

11.8K 1.8K 921
                                    

Mis ojos se sentían pesados, tan pesados como si tuviera una tonelada en cada parpado, cosa que no me permitía abrirlos aunque lo intentase.

Podía percibir el calor que yo suponía eran los rayos del sol colándose por mis ventanas. Seguramente mi madre volvió a quitar mis cortinas para lavarlas.

Sentía todo mi cuerpo cansado, tal como si hubiera corrido una maratón, bastante ilógico para lo flojo que era en los deportes.

Revolviendome en mi cama de una plaza quedé en posición fetal aferrándome a mi almohada, bastante calentita y suave para ser verdad, esta desprendía un olor bastante tranquilizador, mi consciente lo denominó como manzanilla. Mi madre me hacía manzanilla cuando enfermaba con gripe, su sabor era extraño, pero me gustaba tanto como su olor.

Por lo que pareció un momento volví a dormirme, caí nuevamente profundo en mis sueños donde una manada de elefantes me perseguía. Así de normales eran mis sueños cada que veía documentales de animales junto al abuelo. Pero justo cuando los enormes elefantes parecían pisarme los talones sentí algo humedo en mi pie. Siempre he sido de sueño ligero, así que cualquier cosa podría despertarme.

Un poco extrañado en medio de mi sueño frunzo mi ceño, pero me concentro que los elefantes no lleguen a pisarme, hasta que vuelvo a sentir de nuevo como algo lamía mi pie.

El problema es que no recordaba yo que mis padres me dejaran alguna vez tener mascota, cosa me empezaba a inquietar, ¿podrían ellos regalarme una mascota por mi cumpleaños? Si es así entonces iría ya mismo a llenarlos de abrazos. Sinceramente la idea de tener algún lindo animalito para mimar y jugar me llenaba de ánimo.

Perezosamente solté mi almohada y me volteé hacia la orilla entreabriendo mis ojos, tratando de que mis retinas no se quemaran por la intensidad de la claridad de la mañana. Parpadeé repetidas veces, adaptandome a la insistente luz solar, hasta que mi vista se aclaró.

Lo primero que vi fueron los ojitos castaños de un cachorrito de pastor alemán. Dios, que cosita más linda me regalaron mis padres.

Entusiasmado me siento y agarro al cachorro entre mis manos para colocarlo en mi regazo. El cachorro movía su colita de un lado al otro, estaba feliz, tanto como yo de tener una mascota.

—Hola pequ-

Mi voz... ¿esa es mi voz? ¡¿esa es mi voz?! No, no puede, mi voz no es tan grave, mi voz es la de un puberto de dieciséis.

Abro de par a par los ojos por la impresión mientras que el pequeño cachorro se escurre entre las sabanas. Yo sumergido en mis dudas empiezo a analizar mi entorno.

¿Donde carajos estoy?

Seguro como el infierno esta no es mi habitación. No tiene mis posters de videojuegos ni mucho menos las ropas por el piso. No recuerdo quedarme en alguna otra casa, luego de que mi familia cantara cumpleaños y yo pedir el estúpido deseo simplemente comí pastel hasta que mi estómago no pudiera más y me lancé en mi cama a dormir. Y evidentemente esta no es mi cama, mi cama es tan pequeña que parece de un duende, y gracias a eso mis pies sobresalían, pero esta parecía la más grande y cómoda que alguna vez había visto.

Mi mirada se posó en la mesita de noche a mi derecha, necesitaba encontrar mi teléfono, pero lo único que encontré fue uno que parecía diez mil veces mejor al mío de pantalla estrellada. Esa cosa seguro hasta podría caminar por sí sola.

Mis manos tomaron aquél aparato desconocido, y al colocarlo frente a mi rostro casi pude sentir el grito salir de mi garganta al ver el reflejo que me ofrecía la pantalla.

¿Quién mierda es ese chico tan apuesto y por qué se parece tanto a mi pero una versión mejorada y sin granos?

El teléfono resbaló de mis manos, que notandolas estas se veían grandes, con venas marcadas y dedos largos y estilizados. La última vez que las vi eran rellenas y esponjosas cual algodón de azúcar.

Algo estaba mal. No entendía nada.

Mis manos, ahora varoniles, agarraron nuevamente aquella cosa tecnológicamente más avanzada que mi antiguo teléfono, y presionando el botón lateral se encendió la pantalla, donde como fondo de esta tenía dos manos entrelazadas.

Madre del amor hermoso... tengo novia. Y el abuelo decía que si seguía con mis videojuegos moriría virgen.

En realidad no sabía cómo tomarme lo que me estaba pasando. Capaz era un sueño y nada era real, capaz era solo mi mente creando estupideces gracias al deseo que pedí ayer al soplar las velas, capaz... Espera, ¿donde está mi ropa interior?

Mirando bajo las mullidas sabanas blancas me encontré con mi fiel amigo, y vaya que no lo recordaba tan dotado.

Mis manos se delizaron por mis muslos. ¡Woah! que también mis piernas parecían de piedra, al parecer me había puesto a hacer ejercicio, cosa que no acostumbraba mmmh... nunca.

Un fino ladrido llamó mi atención hacía el piso, donde estaba el pequeño cachorrito sosteniendo en su hocico lo que parecían mis boxers.

Que cachorrito tan amigable y servicial.

Tomando mi ropa interior acaricié sus orejitas en modo de agradecimiento.

—Colibebé deja de ladrar tan temprano, estoy cansado.

Me quedé totalmente petrificado al escuchar una voz masculina del otro lado de la cama. ¿Me estás diciendo que en serio no noté que alguien más estaba en la misma cama donde me encuentro totalmente desnudo?

El cachorro, que ahora tenía como nombre Colibebé, saltó hacia la cama para buscar la fuente de donde aquella voz un poco ronca por el sueño provino.

Ni siquiera sabía si tenía ganas algunas de descubrir lo que era obvio. Pero como acción inconsciente de mi cuerpo mi cabeza giró de manera rápida hasta toparme con una corta cabellera azabache entre las muchas sabanas y almohadas blancas.

Y ahora que me daba cuenta, él era aquella almohada la cual abrazaba como si mi vida dependiera de ello.

Abracé a un hombre, que dormía a mi lado, mientras yo estaba desnudo.

Definitivamente algo estaba mal.

🌼

A ver, se suponía que no publicaría el primer capítulo al menos hasta la semana siguiente, pero vi que a la mayoría le ha gustado y han apoyado, así que aquí está el primer capítulo.

Espero les llame la atención y les guste.

Una vez más gracias por los 900 seguidores, son unas cositas tiernas :3

Gracias a cualquier personita que lea, vote o comente esto 🐾💚

Make A Wish ➳ Kookmin •☽•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora