Capítulo 4

11K 1.6K 775
                                    

Piensa en cosas bonitas, Jungkook.

Conejitos, florecitas, maripositas, Jimin en pelotas, gatitos... Me da la impresión de que esto no está funcionando.

Traté que mi vista no bajara más allá de su torso lampiño, ¿pero adivinen quién vio su cosita?

¡Maldición, necesito dejar de verlo!

Él se adentró al otro extremo del jacuzzi mientras yo me encogí para que mis piernas kilométricas no tocaran ninguna parte de su cuerpo.

—Kook estás muy sonrojado... ¿estás seguro que te encuentras bien?

Acercándose un poco a mí, pensé que haría otro de sus movimientos espontáneos, pero solo fueron unos pocos centímetros los cuales acortó para posar suavemente el revés de su mano en mi frente.

—Estás un poco caliente, buscaré el termómetro.— Explico saliendo del jacuzzi para empezar con la busqueda del dichoso termómetro.

Gracias a todos los dioses existentes aquél chico no se acercó más de allí, porque qué vergüenza me daría si supiera que el pequeño pero potente mini-kook estaba listo para unas cuántas rondas...

Jimin, estoy caliente... Pero no por lo que tú crees.

A ver, cierto que apenas "tenía" dieciséis, y también cierto que "era" más virgen que el aceite de oliva, pero con un abuelo como el mío, de esos que te pasan el dinero como si fuera merca de drogas, tenía muchas revistas de mujeres en trajes provocativos, y claro, como todo adolescente con las hormonas más alborotadas que las personas en los Black Friday, había visto algún que otro videillo en internet... Si saben a lo que me refiero.

Así que conocía un poco del tema "se me paró", pero tampoco era tan experto para bajarmelo... ¿Por qué llegamos a esta conversación?

¡Ah sí! porque el que se supone es mi esposo se anda paseando en pelotas por todo el baño buscando un termómetro.

¡Mi cuerpo reaccionaba solo! ¡¿okey?!

De solo ver sus redondos y voluminosos gluteos mi piripicho se levantaba tan rápido como cuando mi mamá me echaba agua fría para despertarme en las mañanas.

La diferencia era que ahora en vez de sentir frío estaba ardiendo, ardiendo en pasión... Bueno no, pero podría.

Posando mis ojos en Jimin vi como este se agachaba para revisar en una gabeta que se encontraba bajo el lavabo.

¡Jungkook no veas su agujero! ¡¿qué crees que haces?!

Padre nuestro que estás en los cielos...

Aunque se veía... folla- ¡¿Qué estoy pensando?!

Esos pensamientos definitivamente son del Jungkook mayor, ¡Yo no pienso que un ano se ve f-follable! ¡Ni siquiera sé follar un ano!

Con mis manos empiezo a echarme agua a la cara para eliminar todo pensamiento impuro que rondara en mi mente, y todo iba bien, hasta que Jimin se acercó nuevamente.

—Aquí está, abre la boca Kookie.

No lo malpienses, no lo malpienses, no lo malpienses, Jungkook, tú eres inocente.

Mi quijada tembló un poco al abrir mi boca, pero al parecer Jimin no lo notó, así que con cuidado colocó el termómetro bajo mi lengua.

Me sentía como un niño pequeño el cuál su madre le tomaba la temperatura, con la diferencia que el chico frente a mi tenía pene y yo obviamente no era su hijo sino su esposo.

—A ver, abre.— indicó.— si te sientes muy mal podría llamar al hospital para cancelar tus citas.

¿Sería buena idea ir a trabajar de doctor cuando obviamente no tenía ningún conocimiento del campo?

Make A Wish ➳ Kookmin •☽•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora