Wrap up under a cloak

Chiquitita

La bebé ya se había pasado del tiempo límite para nacer, lo que hacía que tú y Damian estuvieran más irritantes y conflictivos todo el tiempo. Tú por el embarazo y él por ti. Eras un poco frustrante.

—¿¡Podrías comportarte como una adulta!? —irónico que el niño de la casa te lo gritara mientras te llamaba por tu apellido.

—¡Al menos lo mío es hormonal, no por celos de una bebé! —escupiste infantil, tal vez tocado un tema sensible del que nadie había querido hablar.

Bruce, Tim y Alfred, quienes estaban más tiempo con ustedes pues habitaban en la mansión, ya no sabían qué hacer más que esconderse de ustedes en la enorme mansión.

Obviamente ninguno sería una obstrucción en tu proceso de desahogarte, pues ellos no entendían del todo cómo era tener una bebé. Intentaban ser empáticos y comprender que aquello no era sencillo. Por otro lado, tratando de entender la posición del menor, todos se ponían en sus zapatos después de todas sus vivencias previas. Además sabían cuán importante era para él tener una familia.

Dick y Jason solían molestarlo bastante (volviéndolo más volátil, si era posible), debido a que solo estaban de visita hasta que naciera la bebé. Se permitían disfrutar un poco más de la situación porque ellos no pagarían las consecuencias a la larga.

—¡Ah, mierda! ¿Por qué no quiere nacer la bebé? —gritaste de la nada, recordando tu situación. Todos observaron como pasabas de casi prenderte en llamas (literalmente) a tener los ojos llorosos—. Mierda, la bebé me va a escuchar decir malas palabras y las va a repetir —parecía que bromeabas, pero ahogaste un sollozo mordiendo la manga de tu suéter.

—No seas ridícula, los bebés no hacen eso —su voz era un intento de sonar amistosa. Como respuesta te giraste furiosa hacia Tim. El pobre solo pudo hacerse pequeño en su asiento.

—¡Solo piénsalo, tonto! ¡Mira quiénes son sus padres! Será más lista que todos juntos, no podremos vencerla. ¡Oh dioses! ¿Y si nos supera y no podemos controlarla? ¿Qué vamos a hacer cuando se vuelva delincuente? ¿Robará autos?

Los demás comenzaron a tomar distancia de ti por su seguridad. Podías estar embarazada, pero aún tenías superpoderes.

—Tranquila —comenzó Dick llamándote por tu apodo—, si es como Mar'i, a ella le irá genial.

Todos en la mesa comprendían que tenía buenas intenciones, pero veían claramente el ataque que le caería encima. Pusiste los ojos en blanco molesta

—Tu no puedes opinar, Grayson, fuiste un bebé llorón cuando ella nació —pudiste ver cómo adquiría una expresión incómoda para concordar contigo y evitarse más problemas. Sonreíste casi con malicia cuando todos asintieron con la cabeza, más para molestarlo que para estar de acuerdo (Grayson era muy inteligente), pero no sentiste la más mínima empatía. Era casi como si disfrutarás de que se sintiera mal y ellos aprovechaban que no se te podía contradecir para enfadar a su mayor. Luego cambiaste de opinión—: Lo siento.

Comenzaste a quitarte las nuevas lágrimas que derramaste. Nunca habías sido una persona de llorar, pero en esos momentos no te importaba mucho que te vieran hacerlo. Era como si no pudieras estar de acuerdo contigo misma por más de un minuto. Incluso pudiste escuchar a Damian susurrar por lo bajo "malditos embarazos de supers", pero lo dejaste pasar.

Por su parte, Bruce comía tranquilo, como si aquello fuera lo más normal del mundo. A simple vista era el que parecía que se había adaptado más pronto. Como una vez le dijo Dinah vulgarmente: "tú la embarazas, tú pagas". Era de los que menos sufrían tus agresiones. Tal vez porque era más prudente, pues no peleaba como el menor, no se burlaba como Jay y no se le salían cosas, como a Dick y Tim.