Capítulo 1

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30 de Agosto 2018
12:09 am

Al ver mis manos llenas de sangre me siento asustado, aterrado y sin salida.
Todo esto es mi culpa y no la puedo perder.

- No es tu culpa- susurra

Última vez que puedo escuchar y ver sus labios moverse, ultima vez que la pude observar con sus cálidos cabellos castaños y su piel pálida.

Última vez que la vi con una herida entre sus costillas y toda su blusa manchada de sangre.

-¿Por qué lo hiciste?- dije mientras la sostenía de la mano y corría a emergencias.

-Tu no tienes la culpa y...

Mis lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.

-Sí es mi culpa- mi voz sonaba entrecortada- es mi culpa...

-Joven- dijo un doctor deteniéndose al frente mio- no puede pasar...

-Tengo que pasar- su mano se deslizaba de la mía- tengo que pasar- el miedo me consume cada vez más- ¡Tengo que pasar!

Mis piernas, mis manos y mi cuerpo entero corren hasta la sala de emergencias.

-Tengo que pasar- estoy desesperado- tengo que pasar, es mi culpa...

-Joven usted no puede pasar

Un guardia me tomo por los brazos y me aparto de la puerta.

-Tengo que pasar- mi corazón latía mas rápido- ¡Tengo que pasar!- y el miedo me consume- ¡Es mi culpa, yo tengo que estar allí! ¡Ella no!

Mi desesperación aumenta más y más mientras yo este aquí gritando porque:

-¡Todo es mi culpa!- grito desesperado- Ella no ¡Ella no! ¡Ella noooooo!

En el último grito aumento mi pulso y me hizo volver a la realidad...

-Hijo ¿te encuentras bien?- dice mi madre preocupada y tomando mi cara entre sus manos

-Hijo habla por favor- me ruega mi padre

- ¿Otra vez la pesadilla?- dice mi hermana más preocupada.

-Habla Sebástian, por favor...

Mi madre con más cuidado me rodea con sus abrazos y para más después sentí más peso contra mi. Era los brazos de mi padre con los de mi hermana.

Como siempre dándome todo su apoyo y alomemos en estos últimos diez años y en estas fechas.

No, no me encuentro bien... quiero desahogarme con alguien que me entienda ya que de los tantos psiquiatras que tengo y que hasta ahora ellos tratan de entenderme pero no lo hacen y no me ayudan... sí, sí es otra vez la misma pesadilla que me atormenta por tantos años y en estas fechas y siempre para la maldita suerte en estas fechas, donde todos los recuerdos se me reúnen.

Desde hace diez años, mi fobia a cambiado; desde hace diez años, ya no soy el mismo; desde hace diez años, cambie de casa; desde hace diez años, tengo varias admiradoras; desde hace diez años, soy el más mencionado en toda parte a la que voy; desde hace diez años,he cambiado mi forma de vestir; desde hace diez años, algunas palabras dejaron de existir para mi; desde hace diez años, el tiempo va más lento; desde hace diez años, mis hábitos ya no son los mismos; desde hace diez años, mis padres no quieren a ninguna chica como nuera; desde hace diez años, mi hermana me sobre-protege demasiado; desde hace diez años, mi hermana no quiere tener otra cuñada; desde hace diez años, mi familia quiere verme nuevamente feliz. Desde hace diez años ha cambiado totalmente mi vida.

¿Por qué todo esto no podía ser de otra manera? ¿Por qué siempre es tres días antes? Capaz mi cabeza ya tiene un horario específico.

Sentí que una ligera sonrisa se formaba en mi rostro, sentí como el agua fría corría entre mi cuerpo. 

- ¡Eso es!

Todo tiene que pasar, todo tiene que llegar a un fin. Tal como cada año mi familia me dice y como hoy por la mañana otra vez me lo recordaron. Dios sabe por que lo hace, no es que seamos tan católicos pero nos sabemos defender, Él sabe hasta que punto debe continuar todo esto y hasta que punto podemos llegar. 

Pero... hace diez años he sentido que todo lo que me paso es solo un vació, que sirve para mejorar la historia, que no es real y se acabara la angustia que me atormenta junto con el pasado que siempre me trae pesadillas.

-Sebastian... nuestra madre dice que ya bajes a comer porque ya se tienen que ir

La voz de mi hermana me saco de mis supuestas conclusiones que estaba por tener sobre mi vida para dejar mi pasado.

-¿Sigues vivo?- dice algo divertida

-Ya voy... - digo mientras cerraba la llave de la ducha- pero antes de nada... ¿podrías dejarme solo para poderme cambiar?

No se escucho, ni una sola respuesta, pero si la puerta cerrarse por lo que comprendí que mi querida hermana ya se había retirado de mi cuarto.

Tome la toalla, me puse en la cintura y buscaba algo para ponerme como de costumbre. 

Un jean, un buso y algo para combinar con mi pelo café oscuro revoloteado por la tolla con que me seque.

-¡Vaya! hasta yo me hubiera arreglado mejor con ese tiempo que estuviste en tu cuarto.

Pude visualizar que en el comedor se encontraba mi padre, mi hermana pero no mi madre...

Como siempre, mi hermana... Gebriela-Gaby... una persona tolerante, sabia, sin pretendiente (según ella) y que por lastima no pasa en el país (enserio, ella es la mejor) porque trabaja en el extranjero y todo lo que recauda regresa a las manos de mis padres. El cual ellos lo distribuyen tanto como para sus cosas como para mi universidad ya que no quieren que trabaje a mis 25 años.

-Al parecer has dormido bien hijo...

Dice mi padre para romper el silencio del desayuno 

- Al parecer sí- digo algo sonriente- después de lo que paso...- pero no divertido- Sí, sí puede dormir bien.

-Que bueno hijo. Lo bueno es que despertaste así

De echo, mi padre... Fernando... es otra de las personas que también me hizo falta pero ya no, ahora ya no, ya se jubilo y ahora se mantiene de los arriendos de estudiantes que se encuentran en este edificio. No hay forma en la que me enoje con él, por que siempre me saca una sonrisa porque es casi como yo: de callado y reservado, amable y honesto; justo y un buen padre de familia.

Y respecto a su afirmación de "a ver dormido bien", bien pero bien no lo diría, solo se podría decir que si concilie el sueño siquiera por algunas horas pero lo hice. Ya que mi madre en la madrugada se quedo conmigo.

-Espero que hoy no te desveles- dijo mi madre en mi oído.

Note su sonrisa con algo de complicidad con mi padre y con mi hermana...

-Acaso... ¿tienen algo que decirme?

No duró mucho el silencio en la mesa y por fin mi madre lo dijo:

- Alejandra...

Mi madre... Angela... es una de las personas que mas adoro de todo el mundo. Desde darme  la vida y sus consejos con su apoyo hasta ahora. Una persona que muy solidaria, amigable, social honesta, humilde y mas virtudes por decir que me quedaría corto. Pero sobre todo que se gana el cariño de todo el mundo que la conoce pero ella no da el cariño fácilmente a las personas con quien se encuentra hasta entrar en confianza.

Por lo que mi madre me dejo sorprendido al momento en que menciono ese nombre con una sonrisa. Porque desde tiempo atrás no nombra a ninguna de mis novias así de esa forma, bueno las que yo he tenido oficialmente, que hasta ahora han sido dos. 

El pasado de mis pesadillas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora