Capítulo 2

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30 de Agosto 2018
05:30 pm


Sí, Alejandra es mi novia actual y la más duradera de 4 años. Desde que tenía 21 años.

Como les dije solo he tenido dos novias oficiales; la primera que no hay mucho que decir, sólo que se llama Fernanda, era muy bonita pero su carácter no era muy lindo; y de ahí se encuentra Alejandra.

Tiene sus ojos claros, una silueta perfecta, su forma de ser, su carácter y su cabello que es lo que más me gusta de ella.

- ¿Que tienes Sebas?

Me pregunta Alejandra mientras yo la estaba viendo de pies a cabeza su belleza.
No es porque sea mi novia pero es muy hermosa.

- Mi amor... ¿Qué te pasa?

Sus manos rodearon mi cuello.

-¿Tu que crees?

Le respondo algo divertido mientras mis manos rodean su cintura.

- Nose, Tú dímelo...

Su nariz empezó a rozar la mía.

-Eres muy hermosa- digo mientras acaricio su labio con mi mano -y eres mi novia...

Note que sus cachetes se tiñeron de un color rojo, tomé su cara entre mis manos y uni sus labios con los míos.

Sus labios saben a fresas y eso me gusta más de un beso y lo mejor es que es de ella.

-A...quí- dice Alejandra entre mis labios- no...- su frente posó en mis labios- sabes que no me gusta estar con demasiado público...

Le di un beso en su frente y después la abrace con todas mis fuerzas.

- Ya lo sé mi amor...- otra vez le doy un beso en su frente

- Si ya lo sabes...- me mira directamente- ¿Por qué lo haces?- balbucea como niña pequeña.

-Por que me gusta- respondo como un bebé.

-Ya mi bebé- pellizca mi cachete con una gran sonrisa- pero ahora... ¿podemos ir a comer?

- Claro- no dije más porque yo también tengo hambre.

Mi madre arreglo una cita sorpresa con Alejandra para hacerme olvidar ciertas pesadillas que parecen tan reales.

Por lo que después de la Universidad pase por Alejandra y llegamos a la plaza desde las 3pm. Y se podría decir que no hemos almorzado nada todavía.

-¿Que quieres Sebas?

Me quedé en un momento de silencio viendo la cartelera, de echo no me apetece nada y si tengo hambre pero no me da ganas de nada.

Sentí un apretón en mi mano derecha y regrese a ver a Alejandra.

-¿Que quieres amor?

-Lo que tu quieras...

Y de cierta manera lo que ella nos pida para servirnos está bien.

Me dedico una sonrisa mi bella novia y saludo a la cajera para pedir la orden.

-Por favor ayúdame con unos nugets y sodas, por favor

-Claro señorita- le responde la cajera amablemente- son cinco con sesenta, por favor- extiende su mano.

- Claro- digo y le doy un billete de veinte a la cajera.

Sinceramente es lo único que llevo en efectivo.

-Sebas...- dice Alejandra algo enfadada- comenzaste...

-¿Ahora que hice?- tuve que alzar mis hombros

Sabía que está molesta porque ella no pago y porque no le gusta que traiga efectivo...

-Sabes muy bien que...- respiro- no me gusta que traigas efectivo y mucho menos a la Plaza y lo sabes muy bien...

- Tranquila no pasa nada- pase un brazo por encima de su cuello.

-Tenga señorita- dice la cajera con la bandeja en sus manos.

- Gracias..- murmura enojada

No le importó mi brazo encima de su cuello y se puso a caminar en dirección a una mesa que da vista al parque de la plaza.

Me senté en silencio porque la conosco y se que por unos tres minutos va a estar así para después otra vez  estar feliz como siempre.

- Y si después...- mi mano intenta buscar la suya - vamos de shopping- la última palabra le dije como lo dice su amiga Ana.

De manera que en su rostro se dibuja una sonrisa.

-Apura- la molesto como un niño pequeño- ¿sí, sí,siiiii?

-Sabes que no me puedo resistir- puso su cara con una sonrisa y puso en mi boca una papa frita.

En el peque almuerzo terminamos como a las 6 y 40 pm el cual ya no se llamaría almuerzo sino merienda.
Eso no me importa en total de ver a mi novia feliz y contenta.

Son mas de mas 7 de la noche y Alejandra ya está más de quince minutos en el vestidor.

-¿Que te parece este?

Me pregunta mientras yo me quedo embobado viendola...
Ese vestido resalta su figura, sus piernas y su pelo.

-Sebas...- chasquea sus dedos- me quedaré con este

Volví a ver sus ojos y estos se encontraron con los míos.

- Te ves hermosa...- digo sin más

-Ya los sabía- me sonríe y nuevamente entra al vestidor.

Esta vez no se demoró mucho en el vestidor pero si nos demoramos en pagar el vestido. De echo nos demoramos más al pasar por la caja registradora.
Que salimos de la plaza a las 8 y 10pm.

- Primero mi novia- digo mientras abro al pierta del automóvil.

-Gracias - me regala un beso en el cachete.

Siempre me gusta tenerla de copiloto mientras yo manejo.

- Bien...- respiro profundo - se terminó el día - digo algo desilusionado.

-Mañana es otro día... - dice tomando mi mejilla con con su mano- y mañana me podrás ver otra vez, vele el lado bueno.

-Solo lo tú entonces...- acaricio su barbilla y la acercó a mis labios.

Seguía teniendo el mismo sabor en sus labios, su olor que ne drogaba, sus labios se sienten tan suaves y van de acuerdo con los míos.

El beso en sus labios fue despacio que me deje llevar hasta terminar mis labios en su cuello.

- Se...Se...Sebas- escucho un murmullo que sale de sus labios- no... no...

Sentí que una mano se puso en mi pecho y me separó lentamente de su cuello.

-Sabes que te amo...- dice poniendo su mano en mi pecho- pero... no así por favor.

- Ya lo sé Ale...- digo sosteniendo su mano- y lo respeto...- bese su mano.

Asentó lentamente con su cabeza...

- Es mejor que ya regresemos a nuestras casas- dice algo avergonzada.

- Claro- me límite a contestar más.

De echo si tenemos que llegar a su casa y siempre antes de la 1am porque sus padres se preocupan demasiado por ella y también es porque Alejandra vive con sus padres.

Y se a que llega su carácter del momento... de cierta manera llevamos más de cuatro años saliendo y ella siendo mi novia oficial.
En esos últimos meses, bueno llendo a  hacer cinco años, de mi salían propuestas para estar a solas en mi departamento o irnos a algún lugar pero de igual manera solos.
No es que este tan desesperado como para tener relaciones íntimas pero cuatro años son años de noviazgo.
Ella sólo quiere que la respete, yo la respeto, quiere que la espere, yo la espero, y quiere que la ame, yo la amo... No importa cuanto la espere porque yo la amo a ella y ella a mi.

El pasado de mis pesadillas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora