-¡Lo quiero!- Gritó histérico arrojándole una almohada a la pelirroja quien con buena disposición había entrado a la habitación a llevarle un jugo. -Araña, quiero a mi ¡¡Steve!!- Exclamó una vez más tomando un peluche con forma de dona gigante para abrazarse a el. -Lo quiero ya!- Lloriqueo frotando su rostro enrojecido a causa del llanto. -Necesito a mi Steve ugh!- Confesó acongojado sosteniéndose el pecho en señal de dolor ante la mirada comprensiva de la pelirroja quién acercándose, se sentó a su lado en la cama acariciándole la espalda para calmarlo.
-Lo se Tony- Confirmó con voz suave, llevando sus ojos hacia Bruce y Clint que le miraban desde la puerta con semblante preocupado. -Sabes que esta en una misión, regresará pronto- Intentó calmarlo sin resultado alguno, incluso su llanto se había elevado, entre lamentos y ruegos interminables.
-Banner...- Pronunció en un hilo de voz mirando con sus ojos cristalinos
y expresión dolida al doctor quién enseguida se acerco a la cama colocándose en cuchillas ante él. -Banner tu puedes traer a Rogers cierto? Tu puedes...- Gimoteo desconsolado tomando de la mano al otro quien con un nudo en la garganta y el corazón en la mano no sabia que decirle. -Por favor...por todo lo bueno...traelo si? Lo extraño mucho ugh!- Imploró desesperado sin saber que mas decir, sin ser capaz de expresar en palabra el ardor en su corazón.-Tony...- Le acarició las manos buscando confortarle, mirando de momentos a la pelirroja que no se había apartado de su lado. -Sabes...que no podemos cancelar las misiones, no esta permitido...- Y con aquella frase una nueva ola de sollozos se derramó en la habitación.
-Tranquilo Tony, el ya viene en camino...ten calma, salió ayer para acá, solo hay que esperar- Intentó negociar con la bolita temblorosa de lágrimas frente de si.
-¡Lo quiero ya!- Se tiró de rostro al colchón teniendo cuidado de no apretujar su vientre ahora de seis meses. Llorando sobre las mantas hasta humedecerlas. -Steve no va a regresar cierto?- Se acomodó apenas para verle. -Ya no lo veré... ni siquiera me despedí- Suspiro aferrándose a las sabanas. -Ya nunca más... Escucharé sus regaños tontos...ni sus bromas anticuadas... Ya no lo veré nunca más...- Expresó en un hilo de voz, ante la mirada acongojada de sus compañeros que sabían bien, que aquello era solo una crisis por el embarazo, una de tantas, pero el capitán había sido solicitado para una misión de dos semanas y los días habían sido largos y tortuoso cuidando de Tony. -Y no le dije...cuanto lo quería, no le dije..."vuelve pronto"- Sus lágrimas caían una tras otra y no parecían detenerse.
-No te angusties Tony- Esta vez habló Clint desde la puerta evitando acercarse o sucumbiría ante el llanto del castaño. -Volverás a verlo, seguramente llegue mañana por la noche, solo espera un poco más- Le pidió rogando al cielo que le escuchase.
-Si, además...también nos tienes a nosotros- Sonrió la pelirroja acariciándole el cabello.
-Yo quiero a mi Steve...- Pronunció bajito hundiendo el rostro en la almohada.
-Y yo te quiero a ti- Aclaró con su voz suave desde la puerta, atrayendo la mira del resto que se hicieron a un lado para que pasare hasta la cama. Camino rápidamente, los gritos desde el primer piso le habían alarmado, por lo cual subió quedando sin aliento. Se acercó, dejando su escudo a un lado de la cama pues ni el traje le había dado tiempo de cambiarse. Había terminado la misión antes de tiempo, angustiado he inquieto, sabia, sentía que su esposo le llamaba con desespero.
Le sonrió al saberse observado por el castaño, se sentó a su lado escuchándole sollozar. -Tranquilo mi amor estoy de vuelta- Le ayudó a incorporarse tomándolo con firmeza entre sus brazos para confortarlo. El resto de vengadores se vieron al rostro sonriendo aliviados pensando que al "Hulk" de Tony solo podía arrullarlo el capitán y saliendo de la habitación les dejaron a solas.-Pensé que no te vería de nuevo...- Confesó afligindo humedeciendo con sus lágrimas el uniforme del otro. -Creí que jamas sentiría un abrazo tuyo otra vez...que te esfumarías de un momento a otro, en un bago suspiro. Que me dejarias sin tan siquiera un último recuerdo de tu rostro...te extrañe tanto, que mi pecho quemaba y no podía hacer nada al respecto. Te sentí tan lejos y silencioso que pensé habias muerto...que bueno que no.-Sonrió amargamente- Que bueno que estas aquí para abrazarte y pelear contigo, para que me critiques o perdones...que bien que no me apartaste de tu camino y aunque tardío, regresaste a mi encuentro, que agradable saberte vivo y junto a mi aunque te vuelva loco aveces-Sus lágrimas desbordaban con total espontaneidad- Aunque te saque de quicio o te moleste con mis caprichos...te extrañe tanto y en silenció que incluso lloré antes de que te marcharas, pensando en no verte nunca mas, sentí la soledad de tu figura aun antes de irte y pasaron tantos días en los que no sabia de ti que me sentí anestesiado aun cuando todos decían que venias pronto, no les creí, jure que jamas llegarías, que no tendría la dicha de verte una vez más...-Se removió entre sus brazos como para sentir que fuese verdad su tacto -Incluso ahora, me cuesta creer que estas aquí, que eres cierto como el dolor que llevo dentro.-Tomó aire como para saberse vivo.
-Tony...-Expreso en un hilo de voz, tomándole del rostro con sus manos frías y nerviosas -Mirame, soy real. Estoy bien y estoy aquí, con ustedes- desvío su mirada al bulto en su vientre. -Seguiré aquí contigo, para que me peles o me aturdas con tus malcruadeces, o para que me des cariño...Aquí estoy, mirame Anthony, soy real. Todo eso que pensaste, no pasará, estoy aqui- Y dicho aquello le besó tomando de sus lagrimas y sintió toda la angustia del otro recorrer sus labios, la ansiedad y desesperanza, el dolor de algo que solo albergaba en su mente frágil y asustada y lloró, porque aquel dolor no se lo deseaba a nadie, aunque fuese una simple ilusión una jugarreta nada mas, aun sin verle y kilómetros de distancia podía sentirle y saber que lo necesitaba, para abrigarlo entre sus brazos y despejar su corazón atemorizado. -Estoy aquí mi amor.. -Y con aquellas palabras, la tormenta que parecía incontrolable se convirtió en suave calma entre sus brazos.
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¡Quiero a mi Steve!
FanfictionPequeños y no tanto, relatos sueltos sobre esta pareja. Con forme se me ocurran los iré subiendo, ojo, no llevan una secuencia como tal, simplemente son escritos repentinos sobre estos dos lidiando con los síntomas y situaciones de un embarazo u otr...