Capítulo 2: ¿Nos conocemos?

4 0 0
                                    

-NARRA HYUNSEONG-

Esa chica arrogante y creída me parecía insoportable. Luego que nos presentaron ella hizo algunos gestos que me hicieron sentir ganas de perder mi tranquilidad y decirle unas cuantas cosas. Luego de saludarle noté su rostro pálido y se veía que se sentía mal. Intenté acercarme pero ella cayó en los brazos de su manejador. Alterados la llevaron a una sala para intentar despertarla y regresarla a la casa. Luego que la actividad terminó nosotros nos regresamos a la casa y allí hablamos sobre ella. Todas las cosas que salieron de nuestros labios fueron palabras de poco agrado y no nos imaginábamos haciendo una colaboración con ella. Luego que nos duchamos y nos acostamos, me quedé pensando en ella. Algo en ella me llamaba la atención, sentía que la conozco de hace mucho tiempo pero no puedo recordar en dónde. Entre pensamientos y luchando con mi cerebro me quedé dormido hasta la siguiente mañana.

-NARRA SHARLYN-

Luego que me desmayara, me regresé a la casa. Allí mi padre me vio regresar siendo escoltada por el manejador. Antes de poner un pie en el primer escalón de las escaleras mi padre hace un comentario que sonaba más a un sermón.

Padre: Por algo te pasan las cosas – dijo

Voltee a verlo dentro de mi malestar y respondí que es lo que me gusta hacer y si tengo que pasar por esto varias veces preferiría los malestares que vivir dentro de la hipocresía y mentiras de la política. Seguido subí a mi habitación para quitarme mis ropas y poner algo más cómodo. Cuando salí del closet, el manejador seguía en la habitación.

Manejador: ¿Estas mejor? – preguntó antes de irse

Sharlyn: Si – respondí dirigiéndome a mi cama

Manejador: Entonces descansa y mañana no vayas a empresa, usa el día de mañana para descansar – dijo

Sharlyn: Tengo que ensayar – respondí

Manejador: Todavía falta un mes para el lanzamiento del disco, además que ya pronto debemos empezar a grabar las canciones – respondió

No estaba de acuerdo, pero acepté usar el próximo día para descansar. El manejador se marchó y me dejó sola en la habitación. No tardé mucho en volver a acostarme aunque no sentía mucho sueño. Me quedé en la cama mirando a lo lejos, pensando en porque aquel chico me hizo sentir así, extraña y como si le conociera, pero a la misma vez no. Las horas pasaron cuando me quedé dormida hasta la mañana siguiente. Al despertar hice la rutina; lavarme los dientes, lavar mi cara, preparar el baño para un relajante baño con agua caliente y luego poner unas ropas bastante cómodas. Luego bajé a desayunar, donde extrañamente mi padre estaba sentado comiendo del desayuno.

Sirvienta: Le traemos su desayuno enseguida – dijo mientras yo me sentaba justamente al lado de la silla de mi padre

No dije nada y empecé a comer rápido que me trajeron mi plato de desayuno. Mi padre se levantó sin decir nada y ordenó que tuvieran su auto listo en diez minutos. Cuando creí que iba a poder desayunar con la compañía de mi padre, este se levanta y sin decirme nada me deja sola en la mesa. Lo vi marcharse y en ese momento bajé los cubiertos y seguido me levanté.

Sirvienta: Señorita, ¿no vas a comer? – preguntó

Negué y seguí mi camino hacia mi habitación. Allí me encerré parte de la mañana hasta que me empecé a sentir aburrida. Decidí salir y bajé para que tuvieran listo mi auto. No tenía planeado a donde ir pero aceptaría lo que tuviese que pasar. Una vez que estuve lista para salir, bajé y me dirigí al auto. Sin instrucciones específicas, le pedí al chofer que fuese por algún lugar sin rumbo. En el camino pensé en muchas cosas y justamente cuando pasábamos frente a un hermoso lugar lleno de mucha gente, le pedí al chofer que se detuviera y se fuese luego a estacionar. Bajé del auto y me dirigí a ese lugar. Miraba a la gente ir y venir felices, y yo decidí caminar sin rumbo. Ya un poco cansada y hambrienta me detuve en un puesto de carne de cerdo a comer. Mientras esperaba a que me trajeran mi orden para cocinarla y comerla, apareció aquel chico junto a otro chico que no recuerdo su nombre. Ambos pasaron por frente mío y se sentaron en la mesa que quedaba frente a mí. Así como ellos me ignoraron, yo les ignoré y comí hasta sentirme satisfecha. Luego fui a pagar y antes de lograr salir del local apareció el chofer.

Una leyenda de amorWhere stories live. Discover now