ethereal ー renmin

11. bitter

Lo que sucede es que, el rompecabezas estaba armado, solo era cuestión de actuar y ya, pero a veces las cosas no siempre funcionan, y es ahí donde está el problema, es ahí donde todo lo que uno tenía dado por hecho se enreda como un hilo y todo se desordena por completo.

Mientras todos dormían plácidamente en sus camas, él se dedicaba a trabajar. Era en la noche cuando su mente se abría, y daba paso a todos esos pensamientos perversos que luego llevaría a cabo luego.

Su mente divagaba por aquellas fantasías, imaginándose cómo sería la causa de muerte de su próxima víctima. No podía dejar de pensar en el rostro ensangrentado del chico, en cómo pediría socorro con una voz desesperada, en sus inútiles llantos y súplicas, en el placer que sentiría cuando enterrara el cuchillo y acabase con su vida de una vez por todas. Porque se lo merecía, merecía caer en el infierno, y merecía morir de la peor forma.

JaeMin sólo se preocupaba de lo suyo, estaba tan inmerso que se le había olvidado que tenía a alguien más a su lado, y ese alguien no estaba muy bien que digamos.

El chico, alejado un poco, yacía en la orilla de la cama, abrazando sus piernas y dándole la espalda a JaeMin. Hace ya bastante tiempo que estaba así y él no entendía por qué. Era su amigo, pero simplemente nunca se había comportado de esa forma. Lo peor de todo es que, a pesar de estar en esa condición, JaeMin no parecía preocuparse.

—RenJun... —susurró—. ¿Tienes hambre? ¿Te traigo algo? Debes de tener hambre...

—No. No quiero. —RenJun ni siquiera se inmutó de moverse un centímetro. JaeMin frunció el entrecejo ante la respuesta tan seca.

—¿Seguro? Porque puedo hacerlo —JaeMin se paró de su asiento, caminando furtivamente hacia él.

—Ya te dije que no —parecía molesto, aunque en su voz aún se podía notar tristeza—. ¿Por qué no te preocupas de lo tuyo? Si al fin y al cabo, sólo me prestas atención cuando te da la gana.

Eso le dolió.

—RenJun, yo... no... —suspiró—. Sabes que eso no es así.