ethereal ー renmin

3. proposal

«Todo sea por tu felicidad»

Corrió, corrió y corrió hasta que sus piernas dijeron basta. Su pulso estaba acelerado y gotas de sudor caían de su sien. La tonos grises y oscuros pintaban el ambiente, dándole un aura sombría. La fuerte luz del foco iluminaba un poco el lugar monocromático, permitiéndole ver el lugar en el que se encontraba. Lo desconocía. No sabía cuánto había huido, pero el caso es que estaba muy lejos, y no tenía idea de en dónde se encontraba.

Suspiró, tratando de controlar su respiración agitada. El corazón aún le latía a mil por hora, y la adrenalina todavía la podía sentirla recorrer sus venas. Empezó a caminar en círculos alrededor del foco de luz, el único encendido en toda la larga calle. Pero el caminar así no lo calmaba, sólo hacía que se marease y se desorientara aún más.

Esa cosa... Esa sombra. La que hace unos momentos lo persiguió, hasta que lo perdió de su vista. No tenía ningún conocimiento de quién era, y, por la forma de su cuerpo, no era alguien que él conocía. Pensó primero en Jeno, pero él es más alto y con menos cuerpo. Renjun tal vez, pero éste estuvo descartado al momento, él no era tan corpulento como esa cosa. Bueno, en realidad ni sabía si lo que lo seguía era un humano, pero era lo obvio, ¿no?

Lo miraba de su ventana, con la mirada fija en él. Su mirada sombría y profunda lo intimidaba, poniéndole los pelos de punta y alterándolo. El chico lo miró fijamente a los ojos, tratando de intimidarlo, pero fue en vano, de hecho, parecía como si el ente se acercara más y más cada vez que le echaba un ojo.

Y por eso, huyó. Y corrió lo que más pudo, lo más que sus piernas le dieron, y por eso, ahora está ahí, totalmente perdido, si saber a dónde ir. Se devolvería por donde llegó, pero la verdad era que tenía miedo. Estaba asustado por si esa cosa volvía a aparecer y amenazarlo, siguiéndolo.

Agarró sus cabellos, tirando de ellos en un acto de frustración. ¿Qué haría? ¿Para dónde iría? Hacía frío, y no se había traído nada para abrigarse. Era obvio, nadie se para para buscar un chaleco en medio de una huida, menos si en ese momento te están persiguiendo.

¿Podría ser esto un sueño? Deseaba que fuese así. Pellizcó su piel seguidas veces, esperando a que eso lo despertase. Pero es que todo se sentía tan real...

Miró que había otra calle, podría devolverse por ahí. Rezaría para que no volviera a aparecer y lo atormentara de nuevo. La persona que lo seguía vestía toda de negro, y sólo podía ver sus ojos, pero tampoco con tanto detalle.

¿Por qué lo seguía? No lo sabía. Y lo más extraño de todo, ¿quién era el que se escondía detrás de ese oscuro traje?

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Logró llegar a casa, y por suerte, ahora estaba en paz. Con el mayor sigilo posible caminó hacia su pieza, tratando de no despertar a nadie en casa. Cerró la puerta de su habitación y se sentó en el edredón. Suspiró.

Las semanas habían pasado, y con ello los abusos. Hace más o menos unas dos semanas que pillaron al grupito de Jeno golpeando a Jaemin. El director los suspendió, y diciéndoles que si volvían a ver al chico con algún golpe se irían de inmediato. Ahora ellos sólo lo miraban con odio cuando pasaba por los pasillos, pero nada más que eso.

Jaemin se sentía más aliviado, ahora podía ir a la escuela con la certeza de que no volvería a casa con un nuevo moretón para la colección.