Mi próxima tarea era dejar completamente desnudo a Chanyeol, la ropa me comenzaba a estorbar en la tarea de reconocimiento de su anatomía. En ese mismo momento hice un poco de fuerza entre el cuerpo y el colchón para empujar la camiseta y deshacerme de ella. Con un poco de esfuerzo y un poco de apoyo mudo del cuerpo debajo de mí, lo logré. Sonreí y me acerqué pegando mi cuerpo contra el suyo.
El calor gratificante me hizo ronronear de placer, enrede mis manos en su cabello y respire el cálido olor de Chanyeol. Nunca imaginé que sería tan satisfactorio sentir la respiración agitada, las rítmicas sacudidas del cuerpo y el olor cálido de Chanyeol. Me quedé quieto disfrutando de la sensación de su cercanía, de poder disfrutar de esos pequeños detalles que normalmente la impaciencia y exceso de energía de Chanyeol me impedían apreciar.
Esperé también algún tipo de respuesta pero no hubo ninguna, por tanto, seguí adelante.
Comencé a besar la espalda de Chanyeol, nunca antes lo había hecho, normalmente la voz cantante en el sexo la llevaba él y yo solo podía retorcerme de placer cuando eran llevadas a la prácticas las ideas pervertidas de mi novio. Pero ahora podía disfrutar como los músculos se marcaban bajo la poca luz que se filtraba por debajo la puerta y no podía más que sentirme complacido con aquella vista.
La espalda era uno de las principales partes del cuerpo de Chanyeol que habían llamado mi atención, cuando aún siquiera estaba seguro del por qué me detenía a observar esos detalles de mi molesto amigo. Cuando ya supe el por qué, simplemente no había tenido la oportunidad de apreciarlo y no era precisamente porque yo no quisiera. Es que simplemente Chanyeol no me daba tiempo a tomar la iniciativa, él siempre la tomaba primero y me arrastraba a sus locuras.
Locuras que amaba, vale aclarar.
Pero todo parecía que este era el momento indicado. Estaba bastante seguro que Chanyeol ya no estaba molesto, incluso había cooperado, los más probable es que mi salvaje novio le costaba admitir que estaba disfrutando tanto de la situación como lo estaba haciendo yo.
Colé mis manos nuevamente entre su cuerpo y el colchón atrapé ambos pezones con mis dedos, comencé a acariciarlos mientras lamía, besaba y mordía completamente su espalda. Chanyeol se retorcía con cada una de las caricias, su respiración se volvía más agitada y ya no tenía ninguna duda de que estaba disfrutando más de lo que era capaz de admitir en voz alta.
Sonreí ante las ideas que revoloteaban en mi cabeza y me separé para poder deshacerme de sus pantalones y la ropa interior. Esta vez, Chanyeol también cooperó cuando sintió que me resultaba trabajoso desnudarle, pero seguía manteniéndose en silencio.
Una vez desnudo introduje la mano entre su cadera y el colchón atrapando el erecto miembro. Me sentí complacido al notar que aunque no lo dijera con palabras el cuerpo de Chanyeol me estaba dando la seguridad para seguir adelante con mis planes.
Deslicé la mano por la piel aterciopelada, disfrutando de la suave sensación de su pene en mi mano, de las irregularidades de sus venas repletas de sangre listo para la penetración. Pero esos no eran mis planes, no esta noche. Tal vez sí esta noche, pero después.
Seguí jugando con las manos haciendo movimientos errantes que le irritaba y desesperaba, su respiración y gemidos me lo confirmaban. Incluso escuche algunas maldiciones ahogadas. Cuando Chanyeol comenzó a moverse embistiendo mi mano e intentando poder un ritmo que le complaciera decidí que era hora de seguir adelante.
Con ayuda de mi mano libre trate de elevar sus caderas, Chanyeol pensando que era una señal de que el final estaba cerca por lo que cooperó inmediatamente y elevó las caderas obedientemente.
No pude evitar sonreír ante su frustración cuando tomé su miembro erecto y lo acomodé entre sus piernas apuntando al sur, de manera de que estuviera accesible aún cuando él permanecía de espalda. Entonces me incorporé sobre las rodillas y admiré el cuerpo tendido entre mis piernas.
En ese momento deseé poder tener más luz en la habitación, para apreciar cada uno de los detalles de su cuerpo. Quería aprenderlo de memoria para recordarlo siempre así, desnudo debajo de mí. Pero la luz no era una buena idea, la oscuridad daba la privacidad suficiente como para que no se volviera incómoda la situación.
La oscuridad es una buena amiga para camuflar los miedos.
Recorrí con las manos los muslos duros ascendentemente hasta llegar a la curvatura de las nalgas, las tomé una en cada mano y las apreté. Inmediatamente recordé los cientos de veces que las grandes manos de Chanyeol apretaban las mías con los ojos perdidos por el placer. Ahora mismo estaba entrando en una sensación empática sorprendente al sentir el placer de mis dedos enterrándose en la suave piel de sus nalgas mientras recordaba la sensación de sus manos sobre las mías.
Los gemidos de diferentes direcciones comenzaron a inundar la habitación con cada movimiento de mis dedos contra su piel. En un momento dado me confundí al pensar que había alguien más en la habitación, escuchaba otra respiración anormalmente agitada además de la de Chanyeol y me zumbaban los oídos con fuerza. Pero cuando mi mente atolondrada se dio cuenta que era yo, se me escapó un gemido demasiado alto para mi gusto.
Chanyeol levantó la cabeza mirando sobre su hombro al escucharlo, vi como la luz se reflejó en las pupilas que me miraban e incluso creí ver una sonrisa brillar. Entonces sentí como los músculos de las nalgas se contrajeron bajo mis manos mientras él regresaba a la posición en la que anteriormente se encontraba.
Regresé mi atención hacia ellas en un recorrido hasta el centro y después descendentemente hasta llegar a la llorosa punta de su miembro. Las ganas de probar el sabor almizclado de Chanyeol hizo a mi boca comenzar a salivar con anticipación y me relamí los labios antes de hundir mi cabeza entre sus piernas.
El sabor conocido me hizo recordar mi pene deslizándose en sus labios mientras mis manos acariciaban su pelo. Esa había sido el primer encuentro sexual que habíamos tenido. Hacía poco tiempo que había aceptado llevar a algo más que una amistad nuestra relación y los avances sexuales de Chanyeol habían sido cortados siempre por mi vergüenza.
Eran demasiadas cosas nuevas e inesperadas unidas a algunas inseguridades las que me hacían rehuir de la intimidad, pero ese día no puede decir que no. Recuerdo a Chanyeol después de una acalorada sesión de besos caer de rodillas ante mí enterrando su cabeza en mi abdomen desesperado. Recuerdo haber tomado su cara en mis manos obligarlo a que me mirara a los ojos y entonces vi su desesperación y deseo. Deje de lado mis miedos y con un asentimiento le di permiso de seguir adelante.
De ese día lo recuerdo todo.
Como sus manos temblorosas bajaron la cremallera y contemplaron con ojos curiosos y expectante mi erección.
Como su lengua jugueteó con el glande y su mano se deslizaba sobre la piel con un ritmo constante.
Como sus labios se hundieron hasta que la erección desapareció completamente entre ellos.
Como su cuerpo tembló cuando llegó bien profundo en su garganta tras cada succión.
Como su mano se deslizó entre sus propios pantalones y se dio placer al compás de cada succión.
Como mis manos se colaron entre sus cabellos intentando apartarlo cuando estaba a punto de correrme.
Como se tragó hasta la última gota de mi semen mientras se retorcía en su propio orgasmo.
Como tomé su mano embadurnada de semen, la llevé a mi boca y por primera vez supe cual era su sabor.
Desde ese día desterré todos los miedos y vergüenzas que me habían impedido disfrutar del sexo con Chanyeol. Por eso, seguí succionando, deleitándome con el sabor mientras comencé a deslizar mi lengua hacia arriba olvidándome de todos los miedos que me habían resurgidos ante la idea de lo que iba a hacer ahora.

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A solas conmigo
Fiksi PenggemarKyungsoo solo quería leer. Hoy era su día libre y amaba la sensación de sumergirse en un mundo lleno de fantasías completamente alejado de la realidad. Chanyeol también tenía planes para su día libre y para sus planes era indispensable tener la ate...