La mujer perfecta (D:BH Fanfic)

6- De mal a casi peor

¿Cómo que ya no puedo pertenecer a este club? – golpeaste la mesa que funcionaba como escritorio a Todd.

De verdad lo siento muchísimo Clarice – se echó hacia atrás recargándose en el respaldo – He calculado mal y me sobra una persona, tendrás que esperar hasta el próximo semestre.

Por amor a dios Todd... No puedes hacerme esto... Necesito los créditos... - te pasaste la mano por el cabello.

Lo se... por eso me di la tarea de buscar algún lugar donde puedas entrar, tengo tres opciones y... - extendió unas hojas hacia ti.

¡Olvídalo! – te giraste en dirección a la puerta de salida.

¿Qué pasa? – Mark se paró frente a ti en el marco de la puerta.

Sentías el ardor en tus ojos por las ganas de llorar, negaste con la cabeza y saliste de allí.

Durante el almuerzo te refugiaste en la biblioteca, tomaste un libro y te sentaste en uno de los cubículos de lectura. Tu teléfono vibro un par de veces, fastidiada del ligero sonido que emitía, lo apagaste sin mirar el identificador. La campana sonó para la siguiente clase, Física. Perfecto, el profesor Jackson, que te tenía en la mira por ser la "novia" de Kamski, siempre te tenía como blanco de sus preguntas.

Así fue, más que nunca, tenías unas inmensas ganas de meterle el borrador en la garganta, estaba más pesado que de costumbre, incluso tus compañeros lo notaron.

Si no prestara atención a mi clase puede retirarse – te advirtió con voz severa – Ser novia del joven Elijah no la exime de mi clase – camino hacia ti con las manos detrás de la espalda.

Rodaste los ojos y te guardaste el muy insultante comentario que podría lanzar una adolescente – Disculpe – escupiste con sarcasmo.

Al fin, la campana sonó, te pusiste de pie de prisa, necesitabas respirar aire fresco. Corriste hacia el patio principal, te sentaste en una de las bancas junto a la fuente. Observaste alrededor, estaba tranquilo, tus ojos recayeron en una melena pelirroja con un rostro pecoso.

Mierda – te mordiste el labio, venia directo a ti, con su mirada de idiota.

¡Tú! – te señalo con el dedo.

¿Tu? – ladeaste la cabeza, tratando de recordar su nombre.

¿Cómo es que te aceptaron? Ni siquiera eres buena en ciencias – se cruzó de brazos.

¿Y eso tu como lo sabes? Espera... ¿Aceptarme? – arqueaste la ceja.

No te hagas la idiota – golpeo el piso con el pie a modo de berrinche – Ese puesto es mío, yo debería ser su asistente no tu – te empujo.

¿De qué carajos me estás hablando? – te pusiste de pie.

Rogers pareció perder la paciencia y te empujo con fuerza, diste un par de pasos hacia atrás y chocaste con el borde de la fuente, lo siguiente que viste fue el cielo, mientras caías dentro de la fuente, era lo suficientemente profunda para que te llegara a la cadera. Trataste de levantarte, pero no atinabas de donde apoyarte, una mano se extendió frente a ti y la tomaste sin pensarlo.

¿Estas bien? – Mark te saco de la fuente.

No... - estabas completamente empapada, buen día para una camiseta blanca y un sostén color piel, cerraste tu suéter rápidamente.

Quítate eso, te resfriaras – Mark se quitó la chaqueta y te la ofreció.

Te acompaño hasta el baño donde trataste de secar tu ropa con el secador de manos, lo más húmedo eran tus pantalones, que quedaron húmedos, te quitaste la blusa y solo te pusiste el sostén, que fue lo único que se secó bien. Te pusiste la chaqueta de Mark y la abotonaste.

Saliste del baño y Mark aun te esperaba afuera.

Se te ve bien – alzo su pulgar - ¿Por qué te empujo?

No lo sé... - te pasaste la mano por el cabello mojado.

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Al terminar las clases te dirigiste al salón de ingeniería, tocaste la puerta y Kamski abrió la puerta.

Clarice – sonrió – Pasa... Linda chaqueta – dijo en tono juguetón.

¿Me podrías explicar que carajos le pasa a tu estúpido amigo? – te cruzaste de brazos.

¿Disculpa? – mantuvo su sonrisa.

Al pelirrojo, me empujo a la fuente, dice que le quite su puesto – te recargaste en la mesa.

¿Rogers? ¿Cómo que te empujo a la fuente? ¿Este bien? – Kamski te observo de arriba abajo buscando alguna herida, mientras te tomaba de las manos.

¡Suéltame! Son unos malditos locos – apartaste tus manos.

Tranquilízate, el entendió mal... - negó con la cabeza - Todd vino a hablar conmigo esta mañana, me dijo que te habían sacado de periodismo y que necesitabas los créditos, así que me pidió que te aceptara aquí, como redactora o algo así – se recargo junto a ti.

¿Lo planeaste? – entrecerraste los ojos.

Claro que no... es casualidad, el destino quizás – te guiño un ojo.

Aunque no me creas, los que si leyeron tu nota, quedaron fascinados con habilidad, así que colaboraremos con el periódico con nuestros proyectos y tú serás la única redactora oficial a la que le permitiéremos el acceso – puso la palma de su mano sobre la mesa y se acercó más a ti.

¿Por qué haces esto? – te inclinaste hacia atrás para alejarte.

Porque eres lista – tomo tu mentón – Sería una lástima que se desperdiciara tu talento – sonrió.

Kamski acerco su rostro al tuyo, deposito un beso en la comisura de tus labios, instintivamente cerraste los ojos – No... aun no – sentiste su aliento en tu mejilla.