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07 de noviembre 2038

CASA DE KAMSKI - DETROIT

Con toda la revolución androide, era inevitable que el hombre más asediado por la prensa fuera su creador. Pero a pesar de ello era casi inaccesible su ubicación.

Kamski reposaba sobre su silla frente al escritorio, en las manos sostenía la carta mientras bebía wiski, suspiro cansado y dejo la hoja sobre la mesa, se quitó las gafas y se tallo el puente de la nariz, bebió el último trago, echo la cabeza hacia atrás y cerró los ojos.

Una Chloe entro a la habitación rompiendo el silencio, Kamski sin abrir los ojos, movió la cabeza en señal de que estaba prestando atención.

Elijah tienes una llamada – Chloe se acercó hasta quedar a un paso del escritorio.

"¿Quién es?"

"El director general de Los Ángeles Time"

Kamski suspiro y abrió los ojos, se acomodó en la silla y miro a Chloe "La tomare aquí, gracias"

Chloe asintió, su led paso momentáneamente a amarillo.

Kamski tomo el teléfono "Diga" se puso el teléfono sobre el oído.

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LOS ANGELES TIME – DIRECCIÓN GENERAL

John, un hombre obeso de unos 50 años sostenía con nerviosismo el teléfono, se limpiaba el sudor de vez en cuando con el pañuelo que cargaba en el bolsillo, sintió que el cuerpo le peso más cuando escucho la voz de la mujer diciendo que Kamski recibiría su llamada.

John hizo una seña al otro hombre en la habitación, Billy, el subdirector, quien le hizo una seña con el pulgar, tratando de animarlo.

John trago saliva y después de un momentáneo silencio del otro lado de la línea escucho la voz.

"Buenas tardes Mr. Kamski... Mi nombre es John Williams, director general de Los Angeles Time, sab... si... - el hombre escuchaba atentamente... - Si Mr. Kamski... Entiendo... Me parece excelente... Muchísimas gracias... Hast..." Escucho el tono de término. Bajo la bocina y la puso sobre el descanso.

"¿Y bien?" Billy trataba de adivinar los gestos de John.

"Mary" John presiono el botón llamando a su secretaria "Junta general ¡Ahora!"

La sala de juntas se llenó lentamente, todos susurraban, mientras John de pie dándole la espalda a la mesa, miraba el paisaje que ofrecía el décimo piso del edificio.

"¿Quién falta?" John pregunto sin girarse.

"Clarice" Billy respondió.

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Después del desastroso incidente del baile, te mudaste ese mismo verano a Los Ángeles con una tía, terminaste la preparatoria y entraste a la universidad siguiendo tu sueño, ser una periodista, lograste trabajar en algunos periódicos pequeños, pero gracias a tu habilidad e inteligencia poco a poco comenzaste a labrarte una reputación, a pesar de ello siempre existió la sombra de incertidumbre, luchando por conseguir todo con tu esfuerzo netamente laboral, para evitar cualquier duda, decidiste ocultar lo más posible tu identidad, firmando con simplemente las iniciales de tu nombre y apellido.

Rápidamente ascendiste y cuando por fin tuviste oportunidad en el periódico más importante de Los Ángeles, quedaste atrapada en el mismo puesto durante años, la vida había sido algo monótona pero a la larga parecías acostumbrarte a ello.

Entraste de prisa a la sala, te sentaste en una de las sillas del final, todos guardaron silencio y dirigieron su vista a John.

"Bien señores" John se giró hacia ellos "Tengo buenas noticias, hemos logrado obtener una exclusiva con Mr. Kamski"

Todos alrededor comenzaron a murmurar alegres, excepto tú, que de solo escuchar aquel nombre se te revolvió el estómago. Sabías que quien fuera a mandar se llenaría de una notoriedad y prestigio en el periódico, entrevistar al hombre más importante y el foco de atención en ese momento.

Reíste por dentro, nostálgica, recordaste una situación similar años atrás, dispuesta a entrevistar aquel hombre tan arisco que accedió después de hacerte pasar varios conflictos, pero allí estabas, mirando a tus actuales compañeros partiéndose las cabezas por ser los elegidos para tan prestigiosa misión, tu solo te dedicaste a cruzar los brazos y mirar hacia la puerta, pensando como redactar el nuevo artículo que tenías en mente.

"Señores, señores, por favor" John trataba de calmar a la mesa "Mr. Kamski me pidió una única cosa para poder conceder la entrevista... la única persona que puede ir es Clarice"

Un silencio abrupto se formó, aquello te hizo reaccionar y mirar a todo aquellos ojos que te juzgaban con aborrecimiento. Sin comprender muy bien aquello, miraste a John.

"¿Perdón?" sacudiste ligeramente la cabeza.

"El Sr. Kamski ha pedido estrictamente que solo tú puedes entrevistarlo, no recibirá a nadie más" John se llevó las manos detrás de la espalda.

"¿Qué?" te sostuviste de la mesa "No, no quiero" frunciste el ceño.

¿Cómo sabía que estabas allí? ¿Quizás John le dijo?

No, era imposible ¿por qué le diría?

Estabas casi seguirá que planeaba enviar a su mano derecha, Billy. Te reusabas a ver a aquel hombre de nuevo, tantos años de pena volvían a florecer, a pesar de ver su imagen estampada por todos lados, nunca tuviste la oportunidad de escribir un artículo sobre él, todos se peleaban por hacerlo y tú no tenías el menor interés, así pasaste aquellos años, ignorando sutilmente su existencia.

Saliste de la sala casi corriendo, ignorando los comentarios del resto que aun segunda peleando la oportunidad. Estabas dispuesta a incluso renunciar si era necesario, pero a ese hombre, no lo verías jamás, eso te asegurabas.

Un brazo te alcanzo y te detuvo, John ligeramente cansado por el trote, buscaba el aliento necesario para hablar, detrás aparecía Billy que te miraba seriamente.

"Por favor Clarice es una oportunidad única" John dijo entre respiros.

"Lo siento John pero... No puedo hacerlo"

"¿La maravillosa Clarice no puedo hacer una jodida entrevista?" bufo Billy.

"No... No quiero"

"Por favor... piensa como crecerá tu carrera con esto... el prestigio..."

"No me interesa, no si tengo que sacrificar mi estabilidad, no quiero ver a ese hombre por favor... no me obligues" más que una petición, era una súplica.

"Te daré lo que sea... un mejor sueldo... más espacio en tu columna..."

"¿Lo que sea?" repetiste aquellas palabras en tu mente, quizás era una oportunidad para sacar de aquel bache tu carrera, pero ¿estabas dispuesta a pagar el precio?

"Hay algo..."

"Dime "

"Quiero su puesto" señalaste a Billy sin ningún reparo, aquel hombre había llegado allí después de ti y sus esfuerzos eran mínimos, ahora era la mano derecha sin siquiera conocer el duro trabajo de reportear bajo cualquier circunstancia, era un niño bonito que solo se sentaba como una sobra a lamer los zapatos de John, cosa que pudiste haber hecho tú, pero definitivamente no tomarías el camino fácil, aunque esto lo parecía un poco.

Aunque viéndolo desde esa perspectiva, no era acaso así como quería quitarle el puesto ahora. No, por supuesto que no, tú harías el mejor reportaje que jamás haya visto este periódico, además al hombre más importante en ese momento, eso era más que merecido.

John miro a Billy por encima del hombro, estaba pálido y con el rostro preocupado. John volvió su vista a ti, suspiro profundamente.

"Hecho" extendió su mano hacia ti.


La mujer perfecta (D:BH Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora