[1] •Hyung, I love u... || 윤민 (Yoonmin)©

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—Esto debe acabar, no vuelvas a buscarme, no vuelvas a llamarme o enviarme mensajes, sólo eres parte de mi pasado. — dicho eso caminó, alejándose del chico.

Jae se interpuso en su camino rápidamente, impidiéndole avanzar; envolvió sus brazos alrededor del cuerpo del menor, quién se quedó estático, tardando en reaccionar ante su sorpresiva acción, no se lo había esperado.

—¿Qué haces? suéltame — está vez, trató de zafarse de su abrazo

—Haré como si nunca hubieses dicho una sola palabra, Jiminie.

—Jae, déjame, te lo dije, no quiero verte más

—No puedes alejarte de mi tan fácilmente

—Si puedo, ya no hay nada entre nosotros, demonios Jae, tengo novio y... — lo soltó bruscamente

—¡Deja de mencionarlo, maldita sea! — alzó la voz molesto

—De esto habló, ¿por qué crees que te dejé? — frunció el ceño —, todo lo que hiciste fue hacerme daño, ¿no te das cuenta?, tus notas no expresan el amor que me tienes, tus notas son...

—Jimin, basta — interrumpió, sujetando sus brazos, sacudiendo un poco su cuerpo —, en verdad, te quiero conmigo, ¡porque tienes que mencionar al imbécil!

—Jae... me haces daño... — murmuró con dolor ante la presión de sus manos

—¡Puedes por favor dejar a ese idiota y prestar atención en mi!

—J-Jae — sus ojos se cristalizaron ante la fuerza que ejercía —, sólo... déjame...

—No lo haré, Jimin, no me rendiré, no está vez, en verdad no.

Sus lágrimas comenzaron a caer debido al daño que le ocasionaba en sus brazos, no podía zafarse, si bien la fuerza que ejercía era bastante, ahora, un mínimo movimiento provocaba que su dolor fuera en aumento cada vez más.

—¡Me haces daño! — alzó la voz desesperado — ¡Suéltame! — sus lágrimas caían pero el chico de cabello marrón canela no reaccionaba, simplemente presionaba los brazos de Jimin como si estuviese cegado en las palabras que había dicho con anterioridad, quedando con la idea de que el pelirrubio frente a sus ojos era solo suyo y de nadie más, pensando que Jimin aún lo amaba y quería junto con él dejando fuera a Yoongi, quién se acercaba cada vez más a ellos, quedando estático ante la escena del chico gritándole una y otra vez que no lo dejaría mientras su pequeño lloraba con desolación.

Avanzó hasta ellos con el ceño fruncido, estaba molesto, el idiota le hacía daño a su precioso novio.

—J-jae, po-por favor — suplicó con su voz entrecortada.

—¿¡No lo oíste, imbécil!? — soltó el agarre que ejercía en los brazos del menor — ¡déjalo en paz! — alzó la voz — ¡no vuelvas a acercarte a él, jamás! — lo empujó, logrando que volviera a sus sentidos, dejándolo totalmente desconcertado ante lo ocurrido.

Tomó a Jimin de la mano y salió con él de plena avenida, guiandolo hacia un lugar seguro lejos de aquel idiota.

Al estar pasos alejados, el menor soltó sus sollozos abrazando en cuestión de segundos a su novio ante el miedo, estaba tan asustado y atemorizado de ese chico, quería huir, alejarse del idiota que acababa de hacerle daño...

—Tranquilo... — acarició sus brazos, tratando de dar pequeños masajes para quitarle el dolor que apareció luego de tanta fuerza recibida, el menor solo lo mantuvo abrazado con fuerza —, no volverás a verlo, no dejaré que lo hagas — trató de calmarlo —, estaré siempre contigo — susurró dulcemente, logrando que sus sollozos descendieran.

—Qui-quiero salir... de aquí...

—Bebé... — murmuró —, vamos a casa — sólo asintió apartándose de él, Yoongi limpió sus lágrimas para luego besar sus pómulos ya rosados por las mismas.

Entrelazó sus dedos sin importar el exterior, estaba preocupado y su pequeño lo necesitaba junto a él más que a nada en el mundo.