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Mantuvo la mirada en su teléfono, indagando por Internet y soltando gruñidos de frustración al no hallar algo interesante para regalar a Jimin en su aniversario, que claramente se acercaba más y más, estaba a tan sólo unos miserables días, Jimin v...

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Mantuvo la mirada en su teléfono, indagando por Internet y soltando gruñidos de frustración al no hallar algo interesante para regalar a Jimin en su aniversario, que claramente se acercaba más y más, estaba a tan sólo unos miserables días, Jimin volvería el día de mañana a Seúl y sólo le quedaba pensar en algo rápido.

Definitivamente, todo se había ido por la borda. Se suponía que tendría tres semanas para pensar e idear lo que haría para el menor en sus tres años de novios, pero el universo jamás estaba de su lado y todo iba mal.

Estaba bajo presión ¿qué demonios haría o planearía en unos jodidas días? Cuando decía que debía pensar las cosas un mes antes lo decía en serio, pero siempre olvidaba fechas importante y se sentía un mal novio, Jimin se esforzaba tanto en demostrarle y darle todo su amor, pero él nunca tomaba iniciativa alguna ante tanto romanticismo y se lamentaba por eso.

Realmente se lamentaría de por vida si veía el decepcionado rostro de su pequeño al ser un idiota y no preparar una linda sorpresa.

Presionó sus labios por enésima vez en el día al no hallar nada que llamará su atención, mucho menos que fuera lo más cercano a la personalidad de Park Jimin, necesitaba algo que lo hiciera sentir especial...

Este aniversario no era un tipo de broma o día que dejara pasar, Jimin siempre se emocionaba por pasar el día junto a él y de forjar su relación más de lo que ya estaba. Tres años sólo indicaban el avance de su relación, donde debía poner su corazón y esfuerzo por una vez en su vida sólo por ese pelirrosa que tanto amaba.

Los días se la había pasado encerrado en la habitación o alejado de Jimin, dejando que su madre pasara tiempo con él, después de todo se marcharía en unas horas más y se volverían a ver de regreso en Seúl, con sus deberes, trabajos y cientos de cosas que aún quedaban por hacer.

Dispuesto a dejar todo de lado y continuar al día siguiente, la puerta se abrió, dejando ver a un lindo Jimin en la oscuridad con su simple ropa interior y camiseta para dormir, bloqueó su teléfono confuso de verlo y dejó esté sobre la mesita de noche, viendo como el menor cerraba la puerta con seguro y llevaba su dedo índice a los labios para luego sonreír y correr a su lado, cubriéndose con las sábanas.

—¿Está molesto conmigo? — preguntó en un susurro en plena oscuridad de la habitación.

—¿Por qué tendría que estarlo?

—No me ha hablado todos estos días ¿hay algo malo? — negó, si le decía que había olvidado su aniversario y ahora no sabía que hacer, estaría muerto por las pequeñas manos de Park Jimin —, ¿es por qué me iré mañana?

—No — murmuró —, sólo dejé que pasarás este tiempo en familia, tendremos tiempo para nosotros cuando lleguemos a casa...

—Lo dudo, aún tenemos mucho que hacer — hizo figuras invisibles con su dedo índice sobre el pecho de su novio.

—Sabes que sólo quiero que disfrutes tus vacaciones y descanses por unos días, mañana volverás a la realidad antes de que yo lo haga.

—Tiene razón, pasaré una nueva semana sin usted ¿no es genial? — soltó en forma de broma, el mayor pellizco sus mejillas logrando que el menor cubriera sus labios para no quejarse o reírse — Mamá y Jihyun volverán conmigo, estarán unos días en Seúl...

Jimin sólo logró oír el sonoro suspiro que su hyung soltaba ante sus palabras...

—No sabes lo mucho que anhelaría pasar mis días aquí contigo. Sin interrupciones, sin Agencia, sin deberes, sin esconder lo nuestro de medios de comunicaciones, sin cientos de cámaras sobre nosotros, Jimin.

—¿Cree que el efecto pre-aniversario es el que siempre lo vuelve muy dulce y encantador?

—Tal vez — sonrió, mirando el cielo de la habitación.

—¿Sabe? a mí también me gustaría vivir libres, sin restricciones en nuestra relación por parte de la Agencia — suspiró —, ¿cree que en algún momento logremos mostrar nuestro amor al mundo?

—Tal vez...

—No sonó muy convincente — susurró, el mayor se posicionó sobre él y besó sus mejillas — Sé lo que piensa y creo que nos mantendremos así hasta que el tiempo lo decida...

—¿Esperarías tanto tiempo sólo por nuestra relación? — fijó su mirada en la del menor, notando aquel inusual brillo que cada vez se posaba en sus lindos ojos almendrados.

—Si, hyung — musitó con sinceridad —, nos amamos y creo que eso es lo único que necesito para mantenerme firme... — el pelinegro simplemente sonrió.

—Si es así, entonces te amaré como debe ser está noche — besó su cuello con delicadeza y lentitud, marcando parte de esté, para lograr llegar a sus hombros y parte de su clavícula que sobre salía de la camiseta.

—Amor~ — jadeó sorpresivamente con una pequeña sonrisa en sus labios, el mayor sólo sonrió ante la presencia de sus jadeos con sencillas acciones, orgulloso de todo el poder que tenía sobre su pequeño.

Atrapó sus labios con pasión y devoción, sin dejar escapatoria alguna ni mucho menos deteniéndose ante sus actos, sólo queriendo hacer a su pequeño suyo una vez más. Sacó la playera del pelirrosa y acarició cada centímetro de su cuerpo con dulzura, marcando, a su vez, parte de su frágil piel a la que tenía un acceso completo, volviéndola su hermosa debilidad, logrando que los gemidos de su contrario danzarán en sus oídos como dulces melodías, reteniendo estos con sus belfos para no ser oídos, al no estar solos en aquel hogar.

—Hyung, te amo~

Aquella noche sólo la hermosa luna llena que iluminaba la habitación sería cómplice de que sólo eran dos cuerpos que se transformaban en uno y pedían más de ambos al verse envueltos en lo que eran sus más profundos sentimientos de amor.

[1] •Hyung, I love u... || 윤민 (Yoonmin)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora