[1] •Hyung, I love u... || 윤민 (Yoonmin)©

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Habían pasado tan sólo tres días desde la llegada de Jimin a la Isla Jeju con su familia, llevándose así, la sorpresa de que ambas madres tenían normativas, específicamente, para ambos:

1. Pasar tiempo en familia, no en pareja (como normalmente lo hacían).

2. No gestos amorosos.

3. No dormir en la misma cama.

Había tratado de convencerse de que aquellas tres reglas no eran tan malas, después de todo, sólo debían estar en diferentes habitaciones y verse por la mañana hasta que la noche caía, porque así habían sido aquellos tres días, respetando cada palabra dicha de sus madres, pero realmente, no lo soportaba. Tenía a Jimin en la habitación al frente de la suya queriendo abrazarlo y no podía.

Soltó un bufido de molestia, no había logrado conciliar el sueño y ya eran las dos de la madrugada, se dio vueltas en la cama una y otra vez, teniendo a Holly a un lado de él.

Suspiró, volviendo a mirar el cielo de la habitación.

Pasaba todos los días dormido a un lado de Jimin en casa y dejar una de sus tantas rutinas era complicado. Se levantó de la cama con la almohada ya entre sus brazos.

Caminó hacia la puerta y abrió está tratando de no hacer mucho ruido, la cerró detrás de él al ver que no había rastro de alguien deambulando por el pasillo, dándole a entender que todos dormían. Avanzó los pasos de distancias con la puerta de enfrente y abrió está sin más, se escabulló en la habitación para luego cerrarla lo más silencioso posible.

Al darse la vuelta y ver a su pequeño pelirrosa dormido, sonrió. Se acercó a él y recostó a su lado, acomodando su almohada en su cabeza y pasando su mano por la cintura del menor.

—Mmh~ — se quejó como un niño mientras se removía en la cama, quedando está vez con el rostro ocultó en su pecho.

—Y luego soy yo el insensible cuando me quedo dormido y no te presto atención ¿verdad, pequeño demonio? — susurró cerca de él, tocando su sedoso cabello desordenado, logrando como respuesta a sus palabras un nuevo quejido y un ceño levemente fruncido, sonrió un poco ante su ternura estando dormido.

Se acomodó a su lado y simplemente cerró sus ojos ante la calidez que su novio transmitía.