[1] •Hyung, I love u... || 윤민 (Yoonmin)©

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Habían pasado por un gran regaño el día de ayer como si fueran niños o adolescentes enamorados haciendo travesuras para luego tener sus castigos y consecuencias por los actos cometidos, sabían perfectamente que no podían tener ni besos, ni mucho menos actuar cariñosos frente a su familia pero su hermano menor los había delatado...

Jihyun se detuvo frente a ambos dudoso de si sentarse a un lado de su hermano mayor y pedirle jugar vídeo juegos o tal vez, pedirle disculpas. Asintió para sí mismo y se sentó en el sofá que daba frente al pelirrosa mirándolo con arrepentimiento ante lo que había causado...

—Jimin-hyung... 

—¿Qué quieres? — mantuvo su ceño fruncido y sus palabras saliendo de forma despectiva desde hace ya un día. Yoongi tomó su mano y la entrelazó, tratando de calmarlo.

—Lo siento... — se disculpó cabizbajo, apenado por lo que ocurría y el que su hermano mayor se molestará con él de tal manera que ni siquiera le hablaba o miraba —, yo no...

—No te preocupes — el pelinegro interrumpió sus palabras y dedicó una sonrisa, simplemente dejaba pasar toda está situación porque era el hermano menor de Jimin, pero si hubiese sido Jungkook, Taehyung o algunos de los chicos, no se habrían salvado de la gran paliza que les hubiese dado.

—¿Vídeo juegos? — preguntó hacia su hermano, esperanzado por hallar una respuesta de aceptación.

—Está bien — suspiró, después de todo había sido culpa de él y Yoongi haber estado de una forma comprometedora para la vista de su querido hermano, quien no supo que hacer más que contarle a su madre, a pesar de que no estuviesen haciendo nada mal. 

—Siempre has sido fácil de convencer — soltó una risa mientras veía como Jihyun encendía la televisión y consola.

—¡Eso no es cierto! — se quejó, recibiendo el mando que su hermano extendió.

—Lo que digas — sonrió — Holly, ven aquí — su mascota corrió ante su llamado —, vamos a dar un paseo — la tomó entre sus brazos mientras acariciaba su pelaje con dulzura y se levantaba del lado de Jimin  —, para convencernos nosotros de que Jimin tiene razón en lo que dice y buscar algún acierto en sus palabras  — la madre del menor soltó una risa al oírlo, llevándose una mala mirada de su hijo.

—¡Mamá, no te rías! — frunció el ceño.

—Lo siento, Minie, pero Yoongi tiene razón. Te convencí de venir aquí — dijo, el pelinegro arqueó una ceja mientras sonreía victorioso ante el apoyo de la madre del menor...

—Vine porque quise... — cruzó sus brazos.

—¿Y qué dices de haber recibido el regaño el día de ayer? — inquirió sin mirarlo, estuvo a punto de protestar, pero se quedó en silencio, había caído en las palabras de su hyung como siempre lo hacía, él lo convenció de recibir el regaño y bañarse juntos. — Eso pensé — sonrió, abriendo la puerta del hogar

—¡Min Yoongi, tú..! — se quedó en silencio al oír la puerta cerrar, soltó un bufido molesto.

—¡Vamos a dar un paseo con Holly! — alzó la voz para luego soltar una risa de solo pensar que Jimin estaría fastidiado.

Jimin miró la pantalla de la televisión con su ceño fruncido.

¿Por qué siempre caía ante todo lo que ese malvado chico de cabello negro, que se hacia llamar su novio, le decía?