[1] •Hyung, I love u... || 윤민 (Yoonmin)©

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Se lanzó sobre la cama cansado luego de haberse dado un baño. Sólo a su madre y hermano mayor se le ocurría visitar Jeju, caminar toda una tarde y llevarlo a la rastra, se suponía que había ido a descansar no a caminar, correr y sudar, para eso tenía los bailes y conciertos. En momentos agotadores como estos sólo necesitaba a su pequeño novio a su lado para tomar una siesta o simplemente para que le hiciera mimos.

La cama se hundió repentinamente, delatando a Holly quien ya se encontraba sobre su pecho ladrando para luego tratar de acomodarse, sonrió. No tenía a Jimin a su lado pero al menos Holly lo acompañaba.

Acarició el pelaje de su mascota, logrando que se quedara tranquilo y encontrara su cómodo lugar aún lado de él.

Al menos, sabía que al estar en Seúl llegaría a casa luego de un día agotado en el estudio y vería a Jimin, porque estar en la misma ciudad no era problema para ambos, sólo se encontraban a pocos kilómetros de distancia, podían hacer sus cosas con normalidad y luego volver a encontrarse por la tarde o noche, a no ser que tuvieran muchas actividades y no lograran verse, sin embargo, ahora estaba consiente de lo mucho que apreciaba el tiempo con Jimin en Seúl, más ahora que cientos de kilómetros los separaban de su pelirrosa.

Definitivamente, había sido timado por su propia familia, quienes le prometieron visitar Jeju con la intensión de descansar, no de hacer senderismo.

Suspiró.

Estaba claro, que por un lado, sólo debía abandonar los pensamientos sobre Jimin, podía vivir sin él y debía de demostrarlo. Luego de varios días volvería a verlo y pasar su tiempo con él, a parte cumplirían tres años en su relación sólo cinco días después de llegar a Seúl de sus vacaciones...

Se levantó de la cama rápidamente y buscó su teléfono en los bolsillos de sus pantalones y por toda la habitación, juntó sus cejas confuso al no encontrarlo. Bajó las escaleras de la cabaña en la que se hospedaban y caminó hacia la sala de estar sin hallarlo, pasó por el baño, cocina e incluso la terraza que había en el lugar donde su hermano mayor se hallaba.

Pasó su mano por su nuca tratando de recordar donde lo había dejado.

—¿Qué buscas? — preguntó su hermano sentado frente a la mesa de la terraza con un refresco entre sus manos.

—Mi telef... — no terminó la oración al percatarse que lo tenía entre sus manos, sonriéndole burlesco, se acercó a él y lo arrebató de sus manos.

Se sentó en una de las bancas del lugar, cerca de su hermano y marcó el número de Namjoon. Esperando ansioso una respuesta...

—¿Qué pasa, hyung? — respondió

—Namjoon, maldición, necesito que me ayudes.

—¡Yoongi! — su madre alzó la voz en forma de reproche ante las malas palabras.

—Lo siento

—¿Qué deseas, hyung? estoy ocupado

—Necesito ideas. — dijo, con algo de desesperación en sus palabras — Estoy a casi tres semanas de mi aniversario con Jimin y tu sabes, las ideas para esas fechas no son lo mío...

—No me extraña viniendo de ti, hyung, piensas todo a ultima hora — escuchó su suspiro — ¿Lo olvidaste, verdad?

—Digamos que... sólo un poco...

—Jimin se ha esforzado más que tú — soltó una risa —, es de esperarse que ya tenga su regalo listo.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Sólo digo — rió —, ahora, deberías buscar ideas en Internet o hablar con alguien más, no lo sé, hyung pero no puedo ayudar. Estoy ocupado, el CEO está apunto de llegar a mi estudio para ver el avance del álbum y así poder ir a mis vacaciones — finalizó la llamada, dejándolo con las palabras en la boca.

Frunció sus labios volviéndolos una línea. Todos los años decía preparar el obsequio para el aniversario con su pequeño un mes antes para no tomarse la molestia y estresarse en querer darle algo especial a Jimin, aun más porque su agenda estaba tan llena de actividades que ni tiempo para pensar tenía.

Ahora, sólo tendría que afrontar las consecuencias, ocupar todos sus días libres para pensar y buscar buenas ideas para sus tres años de relación, sería fácil, porque Jimin no estaría rondando cerca de él y por ende, ya no le tomaría semanas en concluir con sus obsequios y preparaciones.

—Cariño, tengo una sorpresa para ti — su madre sonrió dejando su teléfono a un lado —, pero la sabrás dentro de unos días... — sólo asintió.