《008》

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-Y Nancy va a un año mayor que yo, así que ella también irá al campamento.

Se notaba que el castaño estaba realmente loco por esa chica.
Es lindo escuchar cómo un chico habla de buena forma de la chica que le gusta.
Jaemin no paraba de hablar de ella.

-Tu vas a mi mismo año ¿verdad?- Preguntó Jaemin dándole otro sorbo a su jugo de durazno.

Asentí sólo con la cabeza, ya que había metido un chocolate a mi boca.

-¿Cuando cumples años?- Preguntó otra vez el castaño.

Una vez que pude tragar el pequeño dulce, le conteste;

-Cumplí Dieciséis el 24 de abril, ¿y tú?- dije mientras me limpiaba las manos con una servilleta.

-Cumpliré diecisiete el 13 de agosto.- contestó levantándose del banco del parque en el que estábamos sentados, para tirar su caja de jugo.

-Oh...- Dije asintiendo.

No quería que la conversación muriera, así que decidí preguntarle más sobre Nancy.

-¿Cuando cumple Nancy?

El castaño sonrió y se sentó rápidamente a mi algo otra vez, se acomodó en su lugar y se preparó para volver a hablarme de ella.

-Nancy cumplió diecisiete en abril, y para su cumpleaños me anime a saludarla.- Dijo lo último algo avergonzado, así que reí por su actitud.

-¿Cómo la conociste?- parecía una entrevista, pero realmente lo preguntaba por dos razones.
Uno, me gustaba ver como hablaba de ella, y dos, si no preguntaba algo, nos quedaríamos en silencio, y el silencio es incómodo.

-Oh bueno, una vez acompañe a Jisung a su clase de baile.- frunció sus labios y se quedó unos segundos en silencio, supongo que tratando de recordar como la conoció.- Si, ella estaba ahí, estaba bailando sola y creo que desde el primer momento en que la vi, me gustó.- Dijo mirando hacia el suelo con una sonrisa.- La primer impresión siempre es importante... yo tuve una buena de ella.

La primera impresión es importante...

Mi primera impresión con Jaemin fue del asco.

Mierda.

-¿Nunca te atreviste a hablarle?- pregunté tratando de cambiar de tema.

-Me da un poco de vergüenza, creo que acepte salir con Haneul para llamar su atención, pero ella nunca me notó.

Lo dijo algo triste.
Yo rodé los ojos y le di un leve golpe en su cabeza, haciendo que él me mirara confundido y llevara su mano al lugar en donde fue golpeado.

-¿Por qué hiciste eso?- Preguntó frunciendo el ceño.

-¿Cómo quieres que ella te note si nunca te acercaste a hablarla?- pregunté sería.- perdiste tu tiempo con Haneul, idiota.- Rodé los ojos.

-¡Yo que iba a saber! Pensé que así se llamaba la atención de las chicas.

Negué varias veces con la cabeza, éste chico realmente era tonto.

-¿Quieres ir al centro comercial?

No tarde mucho en aceptar, así que juntos comenzamos a caminar hacia allí.

Apenas llegamos, Jaemin quiso ir a los juegos.
No tenía muchas ganas de ir, pero el insistió, y tuve que aceptar.
Parecía un niño pequeño.

Subimos a varios juegos, casi todos eran de mucho movimiento, y me estaba haciendo mal, ya que antes de venir había tomando jugo de durazno y había comido varios chocolates.
Jaemin también comió bastante, pero al parecer él estaba feliz y no le importaba nada.

-¡Youngmi!- Gritó Jaemin, aunque no había necesidad de hacerlo, ya que estaba a su lado.-¡Vamos a los autos chocadores!

Tomó mi mano y comenzó a correr hacia allá, creo que éste sería mejor que los anteriores juegos.

Nunca más volveré a comer antes de venir al centro comercial.

-Lo siento, la altura indicada para subir a este juego es de 1.70 hacia arriba.- El guardia sólo me detuvo a mi, y aunque no parezca, estaba feliz por dentro. No quería subirme a este juego.

-¡Oye! ¿Por qué?- Jaemin se paró a mi lado e hizo un puchero al guardia.

Ja, como si tus encantos fueran a hacer cambiar la opinión del señor.

-Los autos están diseñados para personas con esa altura, ya que son grandes, si dejamos entrar a personas de una altura menor a esa, no podría llegar al los frenos, provocando un accidente, lo siento.- explicó el guardia.

Jaemin y yo nos corrimos hacia un lado para que las demás personas puedan pasar.
El castaño me miró con un puchero y yo me encogí de hombros.

-¿¡Por que no eres más alta!?- Preguntó como un niño caprichoso, a lo que hizo que yo riera.- ¡Hasta dejan pasar a Renjun!

-Vamos, sube antes de que te pegue.- lo "amenace" mientras reía y señalaba el juego.

-No subiré sin ti.- se cruzó de brazos y se puso a mi lado.

-Vamos, sube.- traté de convencerlo.- Luego buscaremos otro juego en el que podamos ir juntos.

-¿De verdad?- asentí y este pensó por un rato más.- ¿No te enojaras?

-No soy muy fanática de éste juego, así que no hay problema.- le sonreí y Jaemin me devolvió el gesto.

-¡Quédate aqui!- Gritó Jaemin y luego comenzó a alejarse para subir al juego.

Me quedé apoyada sobre la barandilla mirando como las demás personas -la mayoría adolecentes- chocaban a Jaemin.
Éste lo único que hacía era tratar de alejarse, ya que no lo conducía muy bien, pero los demás lo chocaban cuando el lograba escapar.

Los minutos acabaron, y yo no podía calmar mi risa, mis mejillas ya dolían.

Jaemin salió con el ceño fruncido, y me miró enojado.

-¡No te rías tonta!- pero eso provocó que la risa aumentara.- El automóvil no andaba muy bien.- explicó.

-Está bien, está bien.- Dije tranquilizando mi risa y el sonrió.

Luego se volvió serio, y eso me sorprendió un poco.
Él llevo su mano a su estómago y me miró con una mueca de dolor.

-Youngmi, me siento mal.








Me senté en el suelo, a un lado de la puerta de baño de los hombres - obviamente del lado de afuera- y espere a que Jaemin saliera.
Yo ya no me sentía mal, pero el que tenía ganas de vomitar ahora era el castaño.

Esperé unos minutos y cuando escuché la puerta abrirse, giré mi cabeza.
Me levanté al ver a Jaemin saliendo de ella.

-¡Tonto! ¿Por que no me dijiste que te sentías mal?- lo regañe.

-No quería arruinar tu diversión.

Si, me estaba divirtiendo, pero también quería parar un poco.

Saqué de mi bolsillo un chicle de menta que había ido a comprar mientras Jaemin estaba en el baño, y se lo entregué.
Él agradeció.

-Creo que ya es hora de irnos.- Dije fijándome la hora en mi celular.
A esta hora salía del instituto y tenía que llegar a tiempo a mi casa.

-¿Te acompaño?- Preguntó Jaemin.

-Mejor yo te acompañaré a ti, te puede pasar algo malo.- Dije comenzando a caminar hacia la salida.

-El hombre es el que acompaña la mujer.- Dijo el castaño mientras caminaba a mi lado.—Tengo miedo de que te ocurra algo.

-En este caso será diferente Princesita.

-¡No me digas así!- se quejó Jaemin, pero luego los dos comenzamos a reír.

Voy a anotar este día como uno de los mejores de éste año.

Don't smile!  | Na Jaemin  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora