《009》

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—¡Mamá llegué!— Dije abriendo la puerta de mi casa para entrar.

Estaba todo en silencio, así que suponía que no había nadie, lo cual me parecía raro.

—Hola mi bebé.— escuché a mi madre hablar en un tono infantil desde otra parte de la casa.

—¿En dónde estas mamá?— Fruncí el ceño y comencé a caminar hacia la cocina.

—¿Que hace la nena más hermosa de la casa?— seguía con su tono infantil.

Reí por como mi madre me hablaba.—¿Estás en la cocina?

—Venga a darle unos besos a mamá.

Y ahí escuche bien de donde venía su voz.

Comencé a caminar rápido hacia la cocina, dispuesta a saludar a mi madre.

—Hola mam...

—Oh, llegaste.— mi mamá dejo de acariciar a Samy y se levantó para lavarse las manos.— Limpia tu habitación.

Si, me parecía raro de que mi madre me hablara en un tono "cariñoso", debí suponer que le hablaba a su feo perro.

Rodé los ojos y sin más que decir, me di la vuelta para salir de la cocina y comenzar a caminar hacia las escaleras.
Quería llegar a mi cuarto y recostarme sobre mi hermosa cama y dormir por mil años.

Pero me acordé de que no había saludado a papá, a demás tengo algunas cosas que preguntarle.

Bajé las escaleras rápidamente, y me dirigí hacia la puerta de su "oficina".
Toqué dos veces, y al instante pude escuchar su voz diciéndome que podía pasar.
Abrí la puerta con cuidado y pude ver a mi padre quitándose los anteojos y sonriéndome.

—¡Papá!— grité y corrí hacia el rodeando su escritorio para poder darle un abrazo, el cual el correspondió.

—Hola princesa,  ¿Cómo te fue hoy?

—Bien, normal.— Dije separando me de el y sentádome en una silla que estaba a su lado.—Papá, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Uh ¿que pasa?— Dijo preparándose para escucharme.

—¿Cómo conociste a mamá?— pregunté seriamente, y antes de que el pudiera contestar, volví a hacerle otra pregunta.— Y ¿cual fue la primera impresión que ella te dió?

Mi papá volvió a pensarlo y luego respondió tranquilamente.—La conocí en la secundaria, a los quince años.— se detuvo un momento.— Ella era la mejor de su clase, bastante tranquila y muy hermosa, y lo sigue siendo. Todos los profesores la adoraban.— Dijo con una sonrisa.— Tuve una muy buena impresión de ella, eso es muy importante si quieres empezar una relación.

—Oh.— Me quedé unos segundos callada mirando a un punto fijo, y volví a hablar.—¿Y que pasa si no tienen una buena primera impresión?

El suspiro y volvió a pensar, luego algo dudoso habló.— Realmente no lo sé. No creo que puedas llamar la atención de alguien.— se detuvo.—O no para una relación amorosa. No lo sé,  así lo pienso yo. ¿A que vienen éstas preguntas?

—Oh, no, nada.— apreté mis labios y me levanté de la silla.— Tengo que hacer tarea, adiós papá.— Dije saliendo de su oficina y cerrando la puerta detrás de mí.

¿Cual habrá sido la primera impresión de Jaemin sobre mi?

Por fin ya era fin de semana.
Era sábado y no tenia nada que hacer, así que había planeado ver series y comer chocolates hasta la madrugada. Siempre hacia eso.

No había visto a Jaemin desde que fuimos al centro comercial y por lo tanto no podíamos hablar, ya que no habíamos intercambiado números. Bueno, tampoco me interesaba tener su número.

Habíamos cenado en familia, y Taeyong dijo que mañana tenía algo que decirnos.
Se lo veía super emocionado, pero por mas que le insistimos que nos cuente, él dijo que debíamos esperar.

La noche llegó rápido, y me preguntaba que estará haciendo Jaemin.
Seguro está en una fiesta. Sabía que hoy había una fiesta, pero no sabia de quien era.
Lo único que sabía es que Lucas estaba ahí.

Pasaron las horas y me había cansado de ver series.
Las mayorías que eran de amor, me aburrían, pues, el final era obvio.
Terminan felices. ¿existe alguna serie o película en que terminen mal? El protagonista muerto, o los obligan a separarse, no se. Me aburren los finales felices.

Antes de acostarme a dormir, me fijé la hora en mi celular; 5:18am.

No me sorprendía de que durmiera tan tarde. Siempre lo hacía, ya que duermo mucho apenas llego del instituto y a la noche no tengo sueño.

Cuando mis ojos se estaban cerrando, pude escuchar ruidos en mi ventana, como si la estuvieran golpeando.
Ésta daba hacia la calle y estaba un poco asustada, no quería asomarme.

Corrí un poco las cortinas y pude ver al idiota de Jaemin tirando pequeñas piedras hacia el vidrio.
Apenas me vió, levantó sus dos brazos y comenzó a agitarlos en forma de saludo.
Abrí mi ventana dejando pasar el frío viento.

—¿Quieres romper mi rancho?— le grité, haciendo que él riera.

—¿Me dejas pasar? Hace frío.— Gritó.

Lo dude un poco. Mis padres estaban en casa y podían mal pensar las cosas si me vieran con un chico a estas horas.
Terminé aceptando y corrí hacia abajo para poder abrirle.

—¡Youngm...— el venía con los brazos abiertos para abrazarme, pero lo hice callar.

Entró despacio y yo cerré lentamente la puerta.
Le hice una seña para que me siguiera hacia mi habitación.

Mis padres tenían su cuarto en la primera planta, mientras que Taeyong y yo en el segundo piso.

—¿Que haces aquí? — pregunté una vez que estábamos dentro de mi habitación.

—La fiesta quedaba cerca, así que pensé en saludarte. Haechan y yo pasamos por aquí una vez, no fue difícil encontrar tu casa.— Dijo tirándose en mi cama.

—Oh por Dios... ¿que le paso a tu cara?— dije al ver su ojo morado y su labio roto. De éste salía sangre.

—Oh, tal vez me metí en una pelea.— Dijo con una sonrisa inocente.

El se quejaba mientras limpiaba sus heridas, mientras yo le repetía "te lo mereces". No entendía que solución le veían pelear.

—El le tiró su vaso a Renjun a propósito y estuvo molestándolo toda la noche, tenia que hacer algo.— luego hizo una mueca de dolor al yo pasar el algodón y el desinfectante por su labio.

—a lo mejor fue un accidente, no puedes andar por la vida pegandole a la gente por cometer un error.— lo regañe, haciendo que el se quede en silencio.

—Youngmi.

—¿Que?

—Eres una buena persona.

—Lo sé.— reí.

—¿Somos amigos?

—¿Tú que crees?

—Yo no te pregunte si podía ser tu amigo, ni Tú a mi.

—Ajá.

—¿Puedo ser tu amigo?— Dijo mirándome seriamente.—Creo que seria feo no tenerte como amiga.

—Está bien Jaemin.

El se levantó de repente y se acercó a mi.

Me abrazó y yo tarde en corresponder, pero lo hice.

—Gracias por preocuparte por mi.

—Eres un bebé que necesita atención.

Bromeé haciendo que el riera.
Creo que tener a Jaemin como amigo no era una mala idea.

Don't smile!  | Na Jaemin  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora