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Los días que pasé junto a él fueron lo mejores que he tenido en toda mi vida. Aunque su familia no haya estado de acuerdo con que pasara tanto tiempo con él, los ignoró y siguió junto a mí.
Esos últimos días jamás los olvidaría, tampoco los cambiaría.

Un día llegué a su habitación, el último. Al inicio no lo quería ver, no me quería despedir de esa manera tan cruel, pero me arrepentí porque lo quería ver una última vez, lo deseaba ver.

Toqué, tres golpes exactamente, una enfermera me recibió con una sonrisa y me dejó entrar. Estaba acostado, mirando a la nada, meditando. Cuando él me vió me sonrió y me señaló la cama para que me sentara a su lado.

"¿Podría dejarnos a solas, por favor?" le preguntó Jungkook a la enfermera, ella asintió y se fue dejándonos solos. Suspiró, como si tuviese algo que decir. "Quiero que me digas algo que nadie sabe, nadie más lo sabrá, sólo yo" Lo miré y él agregó "No te preocupes por lo demás, llevaré el secreto a mi tumba, solo pido eso, antes de morir".

Mis ojos se llenaron de lágrimas, yo no lo quería aceptar, no. Respiré profundamente e intenté no llorar. "Conocí a una persona en el pasado, la amé con toda mi vida. Me hizo creer en el amor y me llenó de alegría la vida. Los años pasaron, esa persona comenzó a alejarse de mí" sentí como si él estuviese acariciándome y continué "Me dolió, pero lo que más dolió es que comenzara a insultarme cada vez que tenía la oportunidad. Me destruyó el poco autoestima que tenía y se fue, dejándome solo. Pasó el tiempo y encontré una persona, única. Completamente opuesta a mí, pero que amo más que a mi vida, mucho más" sonreí, y lo miré "Eres tú".

Él me besó, por primera vez en todos los encuentros que hemos tenido, me besó.
Sentí sus lágrimas resbalar por su rostro, las mías también comenzaron a caer, y allí supe que jamás lograría ser feliz por siempre.
Porque los "para siempre" jamás existieron.

"Prométeme que estarás vivo para cuando regrese, que seremos felices sin ninguna enfermedad por medio. Seremos tan felices que el mundo estará celoso de nosotros". Asentí con lágrimas, las enfermeras entraron, me pidieron amablemente que saliera de la habitación. Yo no lo iba a dejar, lo prometí así que no hice caso y me aferré a él.
La conducta que mostré enfadó a las enfermeras y recurrieron a la fuerza para sacarme.

Golpeé a todos, furioso. Lloré como nunca había llorado. El sentimiento aún lo recuerdo, algo desgarrador. Mi estómago aún se revuelve cada vez que recuerdo esa escena.

Cuando comencé a calmarme, Jungkook salió de la habitación, su cuerpo sin vida. No respiraba, tampoco tenía brillo en sus ojos y no existía ninguna sonrisa en su rostro.

Estaba muerto, completamente. Ya no había vuelta atrás, para él, ni para mí.
Recordaré cada parte de él, desde sus características más importantes hasta las más carentes de sentido.

Lo amo, y jamás me arrepentiría de lo que hice.




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