el sabor a limón ácido mezclado con duraznos dulces que provenían de los labios del menor era esquisito, según zhong.
no duró mucho tiempo para qué la guerra entre sus lenguas se hiciera presente, una guerra qué el mayor obtuvo victoria.
— mm...hyung — soltó en forma de gadeo el de menor edad, las manos del chino fueron depositadas en las caderas del contrario, haciendo qué éste quédase sentado encima de sus piernas.
los chasquidos qué provenían de sus bocas y el calor que emanaban sus cuerpos los exitaba más, por lo qué los movimientos de caderas del menor sobre la pelvis del chino, fue lo qué logro qué éste perdiera la poca cordura qué le quedaba.
levantó al menor para apoyarlo en la pared, mientras qué jisung enredó sus piernas en la cintura contraria.
— ahmg, más — gimió al sentir la boca del mayor sobre su cuello.
las manos de chenle se colaron por debajo de su polera, así tocando todo lo que gustase, acarició vientre, espalda y el punto devil del menor, sus rosados botoncitos, amaba ese lugar, cada vez que tocaba o rozaba hermosos ruiditos salían de los lábios del menor.
chenle sentía qué se vendria pronto con sólo escuchar los gemidos contrarios, lo exitaban de sobremanera, tenía que hacer algo antes de explotar sin averle bañado de su semen el interior de este.
— oh sungie. — gimió en el oido contrario — ya quiero estar dentro tuyo bebé, quiero escucharte gemir mi nombre pidiendome más, para luego llenarte con mi escencia.
— mgh. porfavor entre en mi y lleneme con su escencia. — rogó.
— vamos, ¿cómo se piden las cosas bebé?
— p-por favor ahahg, daddy ah.
— lo que mi bebé quiera.
y sin esperar más, sacó la polera que tenía puesta el menor, para luego llevarlo hasta la cama y tumbarlo ahí ; primero llevo su boca hasta esos botoncitos que amaba, los lamió y saboreó como si fueran gomitas con sabor a duraznos, por que si el menor siempre olía y sabía (aunque solo chenle sabía eso) a duraznos, todo gracias al delicioso shampoo que su inteligente cuñado le compró a su adorable y perfecto novio.
las manos de este bajaron hasta posarce en los muslos ajenos, acariciandolos y de vez en cuando apretandolos.
jisung, no aguantaba más sentía qué explotaría si chenle no entraba en él ahora, por lo qué empujó al mayor para luego sentarse a horcajadas de el. cuándo su trasero tocó la pelvis contraria rápidamente sus caderas empesaron a hacer un vaivén.
— sunnie, si qué estás necesitado bebé eh.
— s-si daddy, ya quiero su paleta adentro mío — soltó sin dejar de moverse arriba del otro.
— primero tienes qué sacar la paleta bebé.
— mngh — esas palabras habían puesto al pequeño jisung, amaba cuando su novio le hablaba morbosamente.
— vamos bebé sácalo —dijo cuando el menor ya estaba bajando la cremallera de su pantalón.
— daddy, su paleta es muy grande — se agachó hasta llegar a la gangle del mayor dejando en el un beso, para luego levantarse de sus piernas.
— ¿a dónde vas? — lo miró extrañado.
— ya vuelvo, esto te gustará — dijo mientras se mordía el labio inferior.
jisung rebusco algo entre sus cajones de ropa interior, revolvió varias cosas hasta qué lo encontró saco un tarro de lubricante comestible sabor a limón y se acercó al mayor.
— ¿limón? creí qué no te gustaba.
— no me gusta, peró en ti sabe delicioso — dijo mientras volvía a sentarse en las piernas contrarias abriendo el pote de lubricante para untar un poco en sus dedos y llevarlo hasta el miembro ajeno.
— ahhgmñ, esta frio jisung — gimió cuando untó lo qué tenía en su mano, paseandolo por su miembro.
jisung empezó un vaivén lento y tortuoso según chenle.
— más rapid-do sungie. — pidió este mientras mordía su labio inferior.
luego de unos minutos más, jisung sustituyó su mano por su boca.
lamía, succionaba lo que según el era la paleta más dulce que había probado.
siguió lamiendo el miembro de chenle, mientras este tiraba sus cabellos en señal de qué ya estaba a punto.
— sungie, me vengo hgmm. —gimió mientras llenaba con su ecencia la boca de este.
— hm...delicioso daddy. — dijo limpiándose las comisuras de sus lábios con los dedos para luego llevarlos a su boca y lamerlos.
chenle atrajo al menor para besarlo, asi probando su propia ecencia.
— daddy, baby quiere su paleta dentro. — en la manera en la qué dijo eso volvió loco a chenle.
para chenle no fue necesario hablar solo volteó al menor quedando encima suyo.
no sé olviden de darle estrellita, eso me anima a seguir.