Venganza

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Realmente me sorprendió ver a Byanka frente a mí en el campamento, en el lugar que menos esperaba.

"¿Podemos hablar un momento?" me dijo. Nos dirigimos lejos de la multitud.

"Estoy aquí haciendo lo que nunca, pedirte unas disculpas James, reaccioné muy mal y el enojo junto al estrés me segaron. Nunca pensé que los caprichos de Nicholas llegarían tan lejos, realmente lo siento."

"Él se acercó y me informó que tu orden fue traer aquellas prendas a mi campamento."

"No necesitas explicarte, Samantha me contó todo y me enseñó la campaña más hermosa que haya tenido Black Diamond, yo no lo hubiera hecho mejor, estoy aquí para llevarte de regreso."

"Te lo agradezco de corazón, pero no creo que pueda regresar estando Nicholas allí."

"De Nicholas me encargo yo, no acepto un no por respuesta y lo sabes."

Terminé por aceptar, así que al siguiente día me encontraba con nueva ropa e ingresando al ascensor que me llevaría a mí piso.

"¿Que carajos haces aquí, vagabundo? ¿Desea que llame a seguridad, señora?" Dijo Nicholas una vez me vio ingresar por el pasillo.

"Sí, llama de inmediato que no soporto más." Mencionó Byanka.

Seguridad llego rápidamente mientras yo me acercaba a la oficina. Nicholas tenía una cara de satisfacción increíble, pero eso no le duraría mucho. El guardia pregunto que a quién había que sacar.

"A ese, al vagabundo." Dijo él.

"Alto, James se queda, el que se va de aquí eres tú." Byanka no lucía para nada divertida. El tono de su voz era tajante.

"No entiendo, esta confundida, él es el vagabundo." Trató de excusarse el pobre diablo.

"Confundido estas tú, eres una persona egoísta. No quiero volver a verte, se todo lo que le hiciste a James y eso es imperdonable, lárgate."

"Esto no puede ser, ¿me sacas por esa persona? Mucha suerte con él, veré la empresa por el piso, maldita zorra."

Seguridad le colocó las esposas y se lo llevó a la fuerza mientras gritaba, yo lo veía con una satisfacción enorme. Ahora el ambiente estaba en paz volví a ver a Yhan, en una de mis visitas al closet, ambos sonreíamos por todo el suceso. Me puso al día con la colección.

Al regresar, me encontré a Samantha, gracias a ella estaba aquí, sentía una profunda gratitud hacia ella. Durante el almuerzo, salimos a comer y me dio un suave beso en los labios.

"Es bueno verte." Murmuró mientras sus brazos bordeaban mi cadera.

"También es bueno verte, Sam. Gracias."

GRAN FINAL , PROXIMO VIERNES.

El Vagabundo de la ModaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora